El PAN no se ha dado cuenta de su tragedia

Jueves, 21 Febrero 2019 21:27 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           El Partido Acción Nacional, representante de la corriente conservadora política mexicana, es decir, de la derecha, está pasando por una crisis que todo mundo reconoce menos ellos (los panistas) que siempre han estado fuera de la realidad.

           Genoveva Huerta Villegas, sin trayectoria política, sin trayectoria panista, es ahora la dirigente estatal, por convenir así a la gobernadora Martha Erika Alonso de Moreno Valle,  quien murió  en el trágico accidente aéreo el pasado 24 de diciembre, que fue la que la nombró.

           Nunca el PAN ha estado tan debilitado como ahora, que no solo ha perdido ideología y legisladores en funciones, sino lo más grave, ha perdido la credibilidad de los ciudadanos.

             Ya nadie cree en un partido, que cuando llegó al poder nacional, con Vicente Fox, cometió gravísimos errores al grado de que en las elecciones intermedias del 2003, perdió cincuenta escaños en la Cámara de Diputados y el señor Fox, fuera de sus ocurrencias y declaraciones a veces simpáticas, no mejoró en nada la situación del país.

             Y los mismo pasó con su sucesor el licenciado Felipe Calderón Hinojosa, en cuyo periodo se inició la era de violencia, de la inseguridad, de los secuestros, que todavía padecemos y que al finalizar su periodo, quedó en tercer lugar en las votaciones.

            Su presidenta estatal, dice que su partido no teme a las derrotas y que por eso participará en las elecciones extraordinarias. Claro que no teme a las derrotas, porque el PAN, ha sido un partido derrotado siempre, desde su fundación en 1939, hasta el año 2000, nunca había logrado un triunfo nacional claro y contundente, al que ensombreció, tres años después la renovación de la Cámara de Diputados y en las que el PAN perdió 50 escaños y con ello la mayoría que tenía y que no sirvió para nada.

            Para ganar en el 2000, tuvo que convertirse en franquicia del sector privado, organismos empresariales, que abandonó al PRI como castigo porque un presidente priísta, José López Portillo, había nacionalizado la banca.

             El triunfo fue pues, de los llamados neopanistas y no de los panistas auténticos que empezaron a emigrar a otras organizaciones políticas.

             Curiosamente el sucesor de Fox, fue un panista auténtico, hijo de uno de los fundadores de ese partido, el maestro Luis Calderón Vera y como presidente,  actuó como priísta, siguiendo la línea económica neoliberal que iniciaron los gobiernos de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari y todo siguió igual, menos la seguridad de los ciudadanos que empezó a deteriorarse hasta alcanzar límites extraordinarios en varias entidades del país, entre ellas Chihuahua, Michoacán y Tamaulipas, con miles de asesinados y de secuestrados.

              Aquí en Puebla, el PAN alcanzó su triunfo más importante, en las elecciones del 2010, con Rafael Moreno Valle, como candidato.

               Surgido del PRI, partido en el que militaba su familia y donde políticamente se formó, Moreno Valle atrajo las simpatías de muchos priístas que dentro del PAN formaron el “morenovallismo”.

               Ese grupo nunca, salvo excepciones, nunca supo que fue el PAN, que había representado políticamente en la historia del país. Bueno, muchos pensaban que el fundador de ese partido, había sido Maquío, el ex presidente de la Coparmex, de donde él salió para ser candidato a la Presidencia de la República.

               El nombre de Manuel Gómez Morín, no significaba nada para ellos.

                Y así transcurrieron los años del sexenio y casi tres más, en los que fue electo para sustituir a Moreno Valle, el licenciado Antonio Gali Hadad, hijo de libaneses radicados en Puebla, que nació aquí en la capital del estado y que se educó también en Puebla y que pudo medio enderezar la nave en el poco tiempo que estuvo en el poder.

          Pero el PAN ya estaba herido de muerte, pues aunque suene a Perogrullo, el PAN, no era el PAN.

           Cuando el señor Moreno Valle Rosas falleció en trágico accidente aéreo, junto con su esposa la gobernadora Martha Angelica Alonso, el morenovallismo se acabó y el panismo tradicional, que permaneció en las sombras durante todo el gobierno del creador de esa corriente, volvió a salir a la luz, pero demasiado tarde, ya nadie los recuerda, a excepción de doña Ana Teresa Aranda, que siempre, aunque no esté en Puebla, ha estado en la mente de los panistas poblanos, por su espíritu guerrero, su espíritu de lucha que a muchos ha entusiasmado.

            Según tenemos entendido, el PAN se prepara para participar con candidato propio en la próxima elección y ellos, los panistas de la cúpula, se dan ánimos diciendo que van a ganar, pero que si pierden, no pasa nada, porque están acostumbrados a las derrotas.

             No sería mejor que los panistas dedicaran sus fueras, su energía, para recomponerse internamente, en vez de desperdiciarlas en una campaña de la que van a salir derrotados totalmente.

             Esa falta de sentido práctico ha acompañado al PAN siempre. Ya perdió sus alianzas con otros partidos, ya hundió en la más grave crisis de su historia al que fue el partido de izquierda más poderoso de hace unos años, por andarse aliando con él, lo que enojó a panistas y perredistas, en fin, ya cometió demasiados errores políticos y ya estiempo de que aprendan algo de lo que deberían ser maestros.

              Hace unos meses falleció don Manuel Sánchez Pontón, director de La Opinión, diario de la mañana y de la Opinión de Puebla a los 92 años de edad. Y hace unos días falleció don Heladio Alvarado, presidente de la Asociación de Periodistas y Escritores de Puebla a los 99 años. Eran los decanos de la prensa poblana, con muchas vivencias de los años treinta y cuarenta, que les tocó vivir. Nuestras condolencias a sus familiares.

            Otro conocido personaje, popular en los portales y entre los compradores de arte, que él vendía, Juan Zepeda, también falleció la semana pasada. En paz descanse.

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