Columna | P U L S O    P O L I T I C O

              El despliegue de la Guardia Nacional en un solemne acto efectuado el sábado y al que asistió el gobernador poblano Guillermo Pacheco Pulido, constituyó el hecho más importante de la Cuarta transformación del gobierno Lopezobradorista.

              Es la inseguridad y la violencia, lo que más preocupa a los ciudadanos mexicanos de todo el país. Además, esa inseguridad y violencia, afecta a la economía nacional. Pueblos antes prósperos, con gran actividad comercial y artesanal o turística, han tenido un desplome en sus actividades económicas, que han obligado a muchos de sus habitantes a emigrar a otras partes. Sabemos de casos en Guerrero, que nos parecen increíbles, pero que son una dolorosa realidad.

            Y lo que pasa en Guerrero, que siempre ha tenido elevados índices de violencia, pero que ahora ha sobrepasado todo lo antes visto y ha llegado a municipios del centro de la entidad, antes pacíficos y progresistas, está pasando en casi todas las entidades del país. Lo que el pueblo quiere es trabajar en paz y la Guardia Nacional es una esperanza para ello.

             Así lo expresó el presidente López Obrador, en su discurso de ese sábado, afirmando que la Guardia Nacional es el pilar más importante para la transformación del país, reconociendo que se ha podido avanzar en otros renglones, pero el asunto de la inseguridad, sigue igual o peor que cuando recibió el poder.

              Son cuatro los pilares sobre los que se basa la Cuarta Transformación del actual gobierno federal: la Guardia Nacional, para resolver el problema de la inseguridad y violencia; la política social ya puesta en marcha y que se está afinando, como las pensiones para ancianos e inválidos, las becas para jóvenes con deseos de trabajar o estudiar, y el apoyo al campo para alcanzar la independencia alimentaria; el rescate de las empresas estatales, PEMEX y  Comisión Federal de Electricidad, para garantizar la independencia energética y el combate a la corrupción que va avanzando y a consecuencia del cual, surgen de los grupos de afectados que critican el actuar del gobierno federal.

              Ayer el Presidente, informó, al cumplirse el primer año de su elección y los primeros siete meses de su gobierno, de lo que se ha logrado en este breve lapso de su gobierno.

               Un cambio de régimen, como él se propuso, no es una cosa fácil ni se puede lograr de un día para otro. La lucha contra la corrupción, tan arraigada en la clase política de nuestro país, está provocando una reacción, lógica, normal, entre los grupos afectados, que se dedican a desprestigiar al gobierno que afecta sus intereses económicos.

                Los cambios en usos y costumbres, son los más lentos y difíciles en cualquier país, en cualquier grupo humano. Se trata de un cambio cultural y nuestra cultura, desde la Colonia, ha tenido en la corrupción de muchos de sus funcionarios, a uno de sus principales problemas.

                 Se inició el último mes del gobierno del licenciado Guillermo Pacheco Pulido, como gobernador interino de Puebla y quien el primero de agosto, hará entrega del Poder Ejecutivo que representa, al gobernador electo Luis Miguel Barbosa Huerta.

                 Entregará un gobierno en marcha: le tocó el proceso electoral extraordinario habiendo mantenido una imparcialidad total, sin intervención de su gobierno, lo que le valió el elogio público del presidente López Obrador.

                  Además, Pacheco Pulido ha apoyado al gobierno federal, en todo lo que ha considerado positivo para la buena marcha del país.

                  De 26 proyectos de obras de infraestructura que se programaron para llevar a cabo durante el interinato, 19 se han terminado, entre ellas la renovación de los caminos de los municipios que están cerca del Popocatepetl, que garantizan la movilización rápida de sus habitantes en caso de emergencia.

             Quedan pendientes algunos de los proyectos que fueron programados y que podrán continuarse pues los estudios técnicos necesarios para su ejecución y el dinero para llevarlos a cabo, se entregarán a quien corresponda para que no haya retrasos.

             Además, se deja en caja una cantidad suficiente para que el nuevo gobierno empiece a operar sin ningún problema durante los primeros meses de su administración.

              El nuevo gobernador, Barbosa Huerta, ya ha designado a casi todos los funcionarios que conformarán su gabinete. Todos, excepción de quien quedará al frente de Seguridad, son poblanos.

               Sabemos de buena fuente, que el secretario de Finanzas del gobierno estatal actual, Jorge Estefan Chidiac, tendrá un cargo especialmente importante en el nuevo gobierno.

                La entidad, salvo las regiones que tienen un elevado índice de hechos delictivos, como las que están dentro del “triangulo rojo”, está tranquila.

                Hay algunos problemas políticos, pues el descontento que han provocado algunas autoridades municipales, con abusos de poder o de nepotismo, han enojado a la gente. Pero son tres o cuatro y se espera una solución en el transcurso de este mes.