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Procesos internos de Morena y PRI

Jueves, 17 Octubre 2019 20:46 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Los partidos políticos Morena y Revolucionario Institucional, tendrán intensa actividad esta semana. El primero celebrará sus asambleas para designar a delegados que participarán en la elección de su nueva dirigencia local y el segundo para determinar el sistema que empleará en la designación de sus dirigentes en la entidad.

          Ambos partidos tienen serios problemas internos, como ya es común en casi todos los partidos políticos existentes en el país, por la pérdida de ideologías, por la falta de oficio político, por la falta de sensibilidad política y social y por hacer  prevalecer en su mayor parte, el interés particular o de grupo, al interés general.

           Los “morenistas” podrían tener este domingo, en sus asambleas, brotes de inconformidad o de violencia, como ya los tuviron en Zacatecas y Jalisco, la semana pasada.

            La aspirante a la dirección nacional Yeidckol Polevnsky, pidió en base a eso, la suspensión de la celebración de asambleas, alegando además, que el padrón de militantes no es confiable y debe ser revisado. Mario Bracamontes, el dirigente local, acepta lo del padrón, es decir, dice que tiene fallas graves, pero afirma que las asambleas que se celebrarán en Puebla este domingo, solo se suspenderán si la dirigencia nacional así lo determina y hasta ayer en la tarde, no había una orden para suspender los actos programados.

             La realidad es que Morena está pasando por una prueba difícil: es un partido conformado por gentes procedentes de otras formaciones políticas: PRD, PRI, PAN, PT y otros y entre sus ahora militantes, no prevalece una ideología común de lo que representa Morena y por lo que lucha. Saben que la Cuarta Transformación es el principal objetivo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero pocos tienen claro en lo que consiste y por eso en muchos casos dejan solo al Presidente, para enfrentarse a sus críticos, aunque lo que está haciendo tiene satisfecha a una gran mayoría de la población que aplaude su lucha contra la corrupción, contra los líderes eternos en organizaciones gremiales, como el líder petrolero Romero Dechamps; contra el abandono en que se tenía a PEMEX, ahogándose en un mar de corrupción e ineficiencia en su manejo; lo mismo que a la Comisión Federal de Electricidad, en fin, muchas de las acciones del gobierno lopezobradorista, gustan y son aplaudidas por la gran mayoría de los ciudadanos, pero los militantes de Morena han sido incapaces, salvo en algunos casos, de explicarlas claramente y defenderlas de sus críticos.

             El PRI está enfrentando la crisis existencial más grave de su historia. Los priístas lo fueron todo durante décadas y ahora son criticados, perseguidos y han optado por hacerse más chiquitos de lo que quedaron después de las elecciones del 2018. Ya no hablan ni para expresar su oposición a determinadas medidas y menos para aplaudirlas.

            Desde su derrota en el año 2000, han demostrado lo que siempre fueron: un partido en el poder absoluto durante casi cien años, que no saben ser, ni siquiera aparentar ser un partido opositor.

             Con el PAN en el poder, les fue fácil acoplarse, pues olvidaron su histórico liberalismo y se convirtieron en conservadores. Ya un gobierno priísta, el de Carlos Salinas de Gortari les había allanado el camino con las reformas constitucionales para establecer relaciones con la Iglesia Católica, que ellos llamaron “Iglesias” para taparle el ojo al macho; con los campesinos, los olvidados de la Revolución, para acabar con el Ejido dando facilidades para su privatización y con los empresarios, suavizando la Ley Federal del Trabajo.

              Desataron la corrupción hasta límites nunca antes vistos; iniciaron el proceso de privatización de la educación y de los servicios de salud y aceleraron la estrategia para regresar el petróleo a las compañías extranjeras, lo mismo que la electricidad.

             Los panistas no hicieron absolutamente nada para mejorar las cosas en los dos sexenios que desgobernaron a este país. Todo lo mantuvieron tal cual, y en muchos sectores peor. La corrupción tal vez fue mayor con los panistas que con los priístas. El gobierno de Calderón entregó las minas en concesión a compañías canadienses; millones de hectáreas del territorio nacional, están concesionadas aunque no estén en explotación. Tenemos una verdadera “guerra interna” desde que Calderón la declaró al narcotráfico, y el en dos sexenios partido de oposición (PRI) no se atrevió a pedir cuentas, cuando recobró el poder, sino que continuó, durante el pañanietismo, con los errores agravados del panismo.

              Ahora están sufriendo las consecuencias y su proceso de renovación de dirigencias estatales, lo lleva a cabo casi en la clandestinidad. No puede ser abierto porque carece de cuadros para  presentar candidatos con capacidad de liderazgo para renovar al partido surgido en la Revolución de 1910.

               Hoy estará en Puebla el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, para reunirse con la vieja guardia a fin de determinar la forma de elección de la nueva dirigencia en la entidad.

               Según los rumores, porque el PRI ya se maneja a base de rumores y chismes, don Ricardo Urzúa, un empresario de la sierra norte (Huauchinango) que ha sido diputado local suplente, diputado federal suplente y senador suplente, que en los tres casos pasó a ser propietario por diversas circunstancias, aspira a ser el dirigente estatal del PRI, algo que podría ser por derecho propio. Pero dicen, que él ha puesto como condición de que de no serlo, se pasaría junto con el grupo que lo respalda, a militar al partido Movimiento Ciudadano, del que es dirigente estatal, Fernando Morales, del cual es amigo y compadre.

             Esto puede ser un chisme destinado a desprestigiar al ingeniero Urzúa, a quien conocemos y sabemos que sería incapaz de una acción de este tipo. El tiene la militancia y la experiencia para dirigir al PRI poblano sin necesidad de acciones como la que se le pretende achacar. Pero bueno.....

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