Ira y enojo apuñalan como enemigos mortales el corazón

Miércoles, 03 Mayo 2017 00:33 Escrito por Jerónimo Morales Hernández
Tanto el enojo como la ira son sentimientos que dañan el corazón humano. Tanto el enojo como la ira son sentimientos que dañan el corazón humano. Fotografía: ddp

Estudio médico advierte: hasta jóvenes furiosos están propensos a problemas cardiacos

Ira y  enojo, sentimientos que tienen en muchos momentos mujeres y hombres en cualquiera etapa de la vida, no sólo causan reacciones destructivas en el organismo, sino el mayor daño lo hacen al corazón y pueden provocar un ataque cardíaco.

Cualquiera que sea el motivo de un enojo, origina que el pulso se acelere, la sangre se suba a la cabeza y haga sentir fuerte impulso por hacer algo violento como gritar, romper algo, golpear la mesa con los puños, y aunque es una emoción normal y hasta sana, en exceso no es bueno para la salud.

Un estudio realizado por el Johns Hopkins School of Medicine, evaluó a 1,337 hombres estudiantes de medicina y encontró que aquellos propensos al enojo presentaron tres veces más probabilidades de sufrir un ataque al corazón siendo jóvenes, o al menos, más propensos a desarrollar problemas cardíacos a lo largo de su vida.

Y un ataque de rabia puede hacerle mucho daño al corazón. Aunque los científicos aún siguen investigando más a fondo el tema, se sabe que el enojo y otras emociones fuertes afectan directamente al corazón y a las arterias.

Cuando alguien se enoja, tiene ira o cólera, su cuerpo activa un mecanismo de combate o pelea, le pone alerta y es entonces cuando se liberan hormonas como la adrenalina y el cortisol; se aceleran sus latidos del corazón, su respiración se hace más agitada y siente una descarga de energía. Los vasos sanguíneos se contraen y su presión arterial sube. Cuando esta reacción ocurre con demasiada frecuencia, el sistema cardiovascular se sobrecarga y se gasta.

Agrega el estudio señalado que existen evidencias de que estas reacciones pueden causar acumulación de placas de grasa en las arterias y por lo tanto, se dañan.

Esto debilita el sistema cardiovascular y hace que el enojado o enojada estén a las puertas de sufrir un infarto, aunque sean jóvenes.

Por eso, cuando algo nos cause enojo, ¡respiremos profundo! Contemos hasta diez, hagamos una pausa, pongamos  las cosas en una balanza y no reaccionemos con violencia, recomiendan médicos generales y especialistas.

El practicar técnicas de relajación puede ayudar a controlar estos ataques y a evitar que el corazón sea el más afectado.

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