Martes, 10 Diciembre 2019 08:19

Antorcha bajo el estado de derecho

Columna | Desde las Galias.

            1.- En la Mixteca profunda poblana, existía una congregación humana, donde el atraso secular admitía la imposición del más fuerte sobre los carentes de autoridad, dinero o relaciones con los  poderosos en turno.
            1.1.- La autoridad, había nacido de una convivencia mediante la cual, el más ostentoso para el mando, nacía vía elecciones debidamente pautadas.
            1.2.-  El  $$$ escaso en un cuerpo social en tierras de secano,  sin vender a nadie su fuerza de trabajo, pues nadie la compra;  con gobiernos centrales o intermedios que gastan:  no invierten;  atrasa las relaciones humanas en una especie de hemofilia social:   toda acción  humana fluye incluyendo la que beneficia, pero no coagula, se derrama sin utilidad para nadie.
            1.3.-  En esa minúscula geografía enclavada en los cuatro  millones de kilómetros cuadrados de nuestra Palestina:   La Mixteca Poblana ( parte de la guerrerense, y de la oaxaqueña, tocando la Mixtequilla de Veracruz),  nació una comunidad juvenil torcedora de los caminos de la micro historia poblana.    De ellos solo me consta, que siendo ya autoridades municipales bajo costos notables entre conservadores y ellos:  los innovadores; el gobernador Mariano Piña Olaya, aprobó una obra pública a pie de abordar el autobús de regreso a Puebla, pero un ingeniero alegó públicamente que un cerrito estorbaba.   Córdoba Morán, o Juan Celis Aguirre alegaron con el técnico preguntando que sin el cerrito ¿Cuándo iniciaba la obra?,  quince días respondió.   En 15 días  ¡inicióse!.
            2.- Hoy la Comunidad Antorchista, convertida en movimiento, pugna bajo el Estado de Derecho auto construyéndose a diario (como en todo el país),  un partido político en la búsqueda del Poder político, administrativo, económico, y democrático, como dice su líder nacional.
            3.- Dotados de ventajas inexistentes en otros entes, asediados por opositores gratuitos, sujetos a una información impresa, radial o digital, nada certera, andan en chinga aldea por aldea de las más de ocho mil existentes,  y en las cabeceras municipales, organizando los pasos que le exige la Ley Electoral como requisitos sine qua non para sus aspiraciones.
            4.- Yo, como amloista, pues morenista ni recién llegado soy, espero que los funcionarios electorales cumplan con su deber institucional (sí entienden su papel),  agregándole una dosis de dignidad personal que supere a sus excelentes sueldos que definitivamente no han sabido desquitar, dejando  de  lado fobias, traumas, o complejos contra lo inevitable:   “La organización social debidamente democratizada, pone a las sociedades deshonestas en orden”.    Salvo sus opiniones.
            NUESTRA CASA.- Necesitamos más salud preventiva:   Todos.

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