Alfredo Toxqui y Rosendo Huesca, lograron la pacificación de Puebla en los setenta

          El arzobispo Rosendo Huesca Pacheco, fallecido el sábado, y antecesor de Víctor Sánchez Espinosa, gobernó a la Iglesia Católica poblana, cuando todavía no se calmaban las aguas agitadas desde 1961 por una  lucha por el control de la Universidad Autónoma de Puebla, entre los grupos de derecha y liberales, lucha en la que se vieron involucrados todos los poblanos, pues la máxima autoridad eclesiástica la ejercía Octaviano Márquez y Toriz, arzobispo con mentalidad medieval, que involucró a los fieles de todas las parroquias, pues según él y sus seguidores, principalmente empresarios, hicieron creer que esa lucha era contra el comunismo ateo que amenazaba a la humanidad y en defensa del cristianismo, de la Iglesia Católica y de las tradiciones nacionales.

       La sociedad permaneció dividida, enfrentada ideológicamente, aunque ese enfrentamiento muchas veces era violento, durante casi dos décadas.

       Cayeron gobiernos como el de Antonio Nava Castillo, que quiso resolver el problema mediante el uso de la fuerza y otros que o no entendieron lo que estaba pasando o se pusieron del lado de uno de los grupos, como el caso del gobernador Gonzalo Bautista O!Farrill.

         El doctor Alfredo Toxqui llegó al poder y una de sus promesas de campaña había sido apaciguar a Puebla mediante el diálogo con las partes involucradas, (cancelemos odios y rencores, fue su frase) que coincidió con la intención del nuevo arzobispo Rosendo Huesca, de sacar a la iglesia de ese conflicto, mediante el diálogo con las corrientes que dentro del catolicismo poblano, se mostraban más beligerantes.

          Tanto el gobernador Toxqui, como el arzobispo Huesca, establecieron relaciones respetuosas que fueron poco a poco influyendo entre el grueso de la población.

         Ya había fallecido el arzobispo Márquez y Toriz, el más beligerante de los actores del movimiento derechista que de hecho gobernaba a la UAP y el grupo izquierdista de la institución, cuyo líder era el ingeniero Luis Rivera Terrazas, había triunfado dentro de la universidad, desplazando a los derechistas que a través del Consejo de Honor, dictaban el rumbo de la educación superior en Puebla.

          Funcionaba ya, con reconocimiento oficial, una universidad privada que era manejada y atendida académicamente, por los maestros desplazados de la UAP, por “Fuas” (miembros del Frente Universitario Anticomunista) y a ella concurrían estudiantes que simpatizaban con esa corriente, generalmente ex alumnos de colegios católicos.

      El arzobispo Huesca por su parte y el gobernador Toxqui por la suya, lograron controlar la situación y poco a poco las agitadas aguas se fueron calmando.

       La UAP invitó a monseñor Huesca Pacheco a impartir clases en la Facultad de Filosofía y Letras, concretamente en la Escuela de Psicología y él aceptó.

        En un principio hubo críticas de los derechistas recalcitrantes hacia el arzobispo, por considerarlo “tibio”, pero poco a poco se fueron viendo los beneficios de esa “tibieza” que acabó logrando que Puebla, mejor dicho los poblanos, conformaran una sociedad mucho más tolerante, más civilizada, más cristiana.

       Huesca Pacheco nació en el estado de Oaxaca, pero toda su vida la pasó en Puebla donde fue alumno y después maestro del Seminario Palafoxiano, donde fue velado el sábado.

        Después de más de 30 años de haber estado al frente de la arquidiócesis, cuando cumplió 75 años de edad, renunció al arzobispado, como establecen los cánones de la Iglesia, pero el Papa Juan Pablo II, no aceptó su renuncia, pues su estado físico era bastante bueno, sino varios años después.

       Fue sustituido hace tres años, por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, nacido en la mixteca poblana y quien ha venido continuando con la labor de su antecesor.

       El cuerpo del señor Huesca, fue llevado del Seminario a la Catedral, donde fue visitado por miles de fieles católicos. Hoy será cremado, según nos dijeron ayer y sus cenizas reposarán en la Catedral angelopolitana, como sus antecesores. Descanse en Paz.

El Líder de la Grey Católica en la entidad Monseñor Víctor Sánchez Espinoza señaló que como año con año se hace en la Catedral, será conmemorada la celebración de Todos Santos este 1 de noviembre.

Agrego que en el caso el próximo 1 de noviembre será celebrada dicha festividad y para el efecto en la Basílica Catedral se exponen las reliquias de los santos mártires, mismos que se encuentran en la Capilla de las Santas Reliquias, así como en los altares de San José y San Miguel.

Refirió el Arzobispo que para el día 2 de noviembre será abierta la Cripta de los Obispos, en estas descansan los restos de 13 de los 35 Obispos y 5 Arzobispos que han estado al frente de los feligreses en Puebla.

Sánchez Espinosa refirió que con la visita que los fieles realizan a esta cripta reciben la indulgencia plenaria, cumpliendo con la oración y confección.

Refirió además Monseñor que la cripta de las reliquias, esta ubica debajo del ciprés del altar mayor de la basílica Catedral en Puebla, este espacio se designó para el descanso de los obispos por mandato del hoy beato Juan de Palafox y Mendoza, de quien se recuerda que sus restos descansan en España.

Agrego que por ello esta cripta de los Obispos es abierta cada año el 2 de noviembre a fin de que la feligresía católica ofrezca su oración por los pastores de la iglesia poblana, ellos a su vez intercedan ante Dios Nuestro Señor por los fieles difuntos.

Monseñor Eugenio Lira Rugaría luego de ser nombrado por el Papa Francisco Obispo de Matamoros Tamaulipas, se despide de los poblanos concelebrando la misa dominical acompañado por el Arzobispo Víctor Sánchez Espinoza.

En entrevista posterior el Obispo refirió ante los medios locales que la sensación de dejar Puebla, para irse a Matamoros es de mucha emoción, una enorme gratitud para Puebla y los poblanos.

Agrego que de Puebla y los poblanos ha recibido mucho, dado que nació se formó, se ordenó sacerdote y aquí mismo en Puebla ejerció por 25 años el ministerio y de estos 5 fueron como Obispo auxiliar, esto además de que ha recibido de la familia de los amigos y del señor Arzobispo Víctor Sánchez del Arzobispo anterior Rosendo Huesca y de los arzobispos auxiliares y todos los obispos y sacerdotes poblanos, en general y de todo el equipo formador del Seminario de los amigos y de los propios medios de comunicación y sociedad poblana en general todo lo bueno, por ello se lleva de Puebla y los poblanos una gratitud inmensa.

Cuestionado respecto a cuál ha sido el momento más difícil para él durante los cinco años que tuvo en Puebla como Obispo Auxiliar Monseñor Lira Rugaría dijo que le es difícil recordar alguno, ya que en Puebla ha tenido mucho más momentos agradables, edificantes que los difíciles.

Como ejemplo el nuevo Obispo de Matamoros Tamaulipas dijo que de los agradables recuerda cuando visito las comunidades en los recorridos pastorales, ya que gracias a Dios dijo visito las 6 zonas pastorales donde recorrió prácticamente toda la zona competente a la Arquidiócesis de Puebla; donde vivió la fe sencilla de la gente su esperanza y deseo de ser mejores y hacer equipo con los demás, esto dijo ha sido para mí muy edificante.

Considero que Puebla ha recibido mucho de Dios y ahora el compromiso es que con eso demos fruto y por ende me llevo ese compromiso, porque la gratitud se traduce en obras habiendo recibido tanto de Dios a través de Puebla, los poblanos de tantas personas buenas, ahora debo compartir esto con los y las amigas que encuentre a lo largo de mi camino particularmente en Matamoros Tamaulipas.

Ante esto el Padre Lira como lo conocemos se va a sembrar su semilla, a donde lo destino el Papa Francisco y se lleva en el corazón a Puebla y los Poblanos.