CIUDAD DEL VATICANO. - El desierto y la voz son las imágenes que Francisco resalta en el Ángelus de este segundo Domingo de Adviento invitando, nuevamente desde la Plaza de San Pedro, a despojarse de lo que sobra en las palabras, de las cosas inútiles, de los medios y de las redes, para excavar dentro de sí mismo, para escuchar a Dios.

El desierto, lugar vacío, donde no se comunica, y la voz, medio para hablar, las imágenes “contradictorias” con las que el Evangelio en este segundo domingo de Adviento describen a Juan el Bautista, son las que inspiran la reflexión del Papa antes del Ángelus, que nuevamente vuelve a la Plaza de San Pedro, con el Pontífice asomado en la ventana de su estudio y ya recuperado de la infección pulmonar que lo mantuvo apartado o limitado en sus actividades públicas de los últimos días.

Liberarse de las cosas inútiles

A orillas del río Jordán, lugar escogido por Juan el Bautista, precursor de Jesús, para predicar, explica el Papa, es el lugar donde su pueblo siglos antes había entrado a la tierra prometida después de atravesar el desierto, allí donde Dios los acompañó, protegió y educó. “El lugar del silencio y de la esencialidad – subraya Francisco - donde uno no puede permitirse entretenerse con cosas inútiles, sino que es necesario concentrarse en lo que es indispensable para vivir”. Y esto, para el Papa es lo que reclama la actualidad.

“Para proceder en el camino de la vida es necesario despojarse del “de más”, porque vivir bien no quiere decir llenarse de cosas inútiles, sino liberarse de lo superfluo, para excavar en profundidad dentro de uno mismo, para captar lo que es verdaderamente importante ante Dios”

Solo a través del silencio y la oración- insiste el Santo Padre – nos acercamos a Jesús, “que es la Palabra del Padre”, para “liberarnos de la contaminación de las palabras vanas y de la palabrería”.

“El silencio y la sobriedad – en las palabras, en el uso de las cosas, de los medios y de las redes – no son solo “adornos” o virtudes, sino elementos esenciales de la vida cristiana”.
Si no se sabe callar…

La voz, segunda imagen que el Papa propone en su reflexión, el “instrumento” que nos sirve para manifestar los pensamientos y los sentimientos, se vincula al silencio porque con ella se expresa lo que madura en lo interior, expresa también la escucha, lo que “sugiere” el Espíritu.

“Si no se sabe callar, es difícil que se tenga algo bueno que decir; en cambio, cuanto más atento es el silencio, más fuerte es la palabra”.

No es casualidad, observa Francisco, que Juan el Bautista comience su misión después de haber vivido en el desierto, pues la potencia profética de su voz “está ligada a la autenticidad de su experiencia y a la limpidez de su corazón”, una voz que no pasa desapercibida, sino que es capaz de incidir en las vidas de los demás. Y esto, para el Pontífice, es algo que cada quien puede experimentar para sí mismo y con sus palabras.

Una vida sobria o superflua

Como siempre, Francisco interpela a los fieles en una invitación para reflexionar sobre qué lugar ocupa el silencio en nuestras vidas; cómo es ese silencio, si es opresivo y vacío o deja espacio a la escucha y a la oración.“ ¿Mi vida es sobria o llena de cosas superfluas?”, pregunta el Papa.  

"Incluso si quiere decir ir a contracorriente, valoremos el silencio, la sobriedad y la escucha"

Antes de iniciar el rezo mariano junto a los miles de fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, Francisco invoca a María, Virgen del silencio, para que “nos ayude a amar el desierto, para convertirnos en voces creíbles que anuncian a su Hijo que viene”.

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Domingo, 26 Noviembre 2023 15:05

Ángelus desde la Casa Santa Marta

CIUDAD DEL VATICANO. - Según la Oficina de Prensa del Vaticano, la oración será retransmitida en directo por televisión y en las pantallas gigantes de la Plaza de San Pedro. Ayer, la noticia del leve estado gripal del Papa y el TAC negativo al que se sometió para descartar complicaciones pulmonares

No aparecerá desde su estudio en la Plaza de San Pedro, como es su tradición pluridecenal. Por una vez, será la ventana mediática abierta en la capilla de la Casa Santa Marta la "ventana" desde la que Francisco aparecerá idealmente para el rezo del Ángelus a mediodía. La novedad para este domingo, 26 de noviembre, fue anunciada hace poco a través de Telegram por la Sala de Prensa del Vaticano, que precisó que la oración mariana presidida por Francisco "será transmitida en directo por televisión y en las pantallas de la Plaza de San Pedro por Vatican Media y retransmitida en streaming en el sitio web Vatican News".

La gripe leve y el examen de los pulmones

Un inédito -distinto también del encierro pandémico, durante el cual se había rezado el Ángelus desde el Palacio Apostólico sin comparecer- aconsejado evidentemente por precaución por lo que había sucedido ayer, cuando en dos comunicaciones entre la mañana y la tarde, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede Matteo Bruni había informado a los medios sobre la cancelación de las audiencias del sábado en la agenda papal debido al "ligero estado gripal" que se había apoderado de Francisco.

A primera hora de la tarde Bruni había actualizado entonces sobre el TAC al que se había sometido el Papa en el Hospital Gemelli Isola de Roma, "para excluir el riesgo de complicaciones pulmonares", precisando que el examen había dado "resultados negativos".

¿Me siento personalmente implicado en las necesidades de los que sufren?

En la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, el Papa nos cuestiona si creemos que la verdadera realeza consiste en la misericordia, si creemos en el poder del amor. Si creemos que la caridad es la manifestación más noble del hombre y una exigencia indispensable para el cristiano. Por su estado de salud, el Papa presidió el Ángelus desde la Capilla de Santa Marta, y por la inflamación de su pulmón, leyó Mons. Paolo Braida, de la oficina que se encarga de los documentos papales

No apareció desde su estudio en la Plaza de San Pedro, como es su tradición.  La ventana mediática abierta fue en la capilla de la Casa Santa Marta la "ventana" desde la que Francisco apareció idealmente para el rezo del Ángelus a mediodía. Por la inflamación de su pulmón a causa de esta gripe, leyó por él, el Angelus y Post Angelus, Mons. paolo Braida, encargado de los documentos papales en la Secretería de Estado.

El Papa explica que la escena que narra el Evangelio y que se nos presenta es la de una sala real, en la que Jesús, "el Hijo del hombre", está sentado en un trono. Todos los pueblos están reunidos a sus pies y entre ellos están "los bienaventurados" (v. 34), los amigos del Rey. Pero, ¿quiénes son? nos pregunta el Santo Padre  ¿Qué tienen de especial estos amigos a los ojos de su Señor?

El Pontífice nos recuerda que "según los criterios del mundo, los amigos del rey deberían ser aquellos que le han dado riqueza y poder, que le han ayudado a conquistar territorios, a ganar batallas, a engrandecerse entre otros gobernantes, tal vez a aparecer como estrella en las primeras páginas de los periódicos o en las redes sociales, y a ellos les debería decir: "Gracias, porque me han hecho rico y famoso, envidiado y temido". Esto según los criterios del mundo", dijo.

La Corte de nuestro Rey, el Hijo del Hombre

En cambio, afirma Francisco, los criterios de Jesús, sus amigos son aquellos que han servido a los más débiles, porque "el Hijo del hombre es un Rey completamente distinto, que llama "hermanos" a los pobres, que se identifica con los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los enfermos, los encarcelados, y dice: "Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo" (v. 40)".

Es un Rey sensible al problema del hambre, de la necesidad de un hogar, de la enfermedad y del aprisionamiento (cf. vv. 35-36): todas realidades desgraciadamente siempre muy actuales, agregó el Pontífice, hoy día nuestras calles siguen "abarrotadas" de personas que padecen hambre, sin hogar, vestidas como pueden.  Y cada uno de nosotros sabe lo que significa la enfermedad y la cárcel. Estar enfermo y pagar las cosecuencias en prisión por errores cometidos.

Bienaventurado quien responde al necesitado con amor

El Santo Padre recuerda que el Evangelio dice que si uno responde a estas necesidades con amor, con servicio, es  "bienaventurado". Si como cristianos, no nos apartamos del necesitado, le damos de comer, de beber, vistiendo, acogiendo, visitando, en una palabra, dijo el Papa, estando cerca de los necesitados. Y esto porque Jesús, nuestro Rey, que se llama a sí mismo Hijo del Hombre, agregó el Santo Padre, tiene sus hermanas y hermanos predilectos en las mujeres y hombres más frágiles.

"Su 'sala real' está instalada donde hay quienes sufren y necesitan ayuda. Esta es la "corte" de nuestro Rey. Y el estilo con el que sus amigos, los que tienen a Jesús por Señor, están llamados a distinguirse es su propio estilo: compasión, misericordia, ternura. Estas ennoblecen el corazón y descienden como aceite sobre las heridas de cuantos están heridos por la vida".

De allí la invitación de Francisco a cada uno a preguntarnos: ¿creemos que la verdadera realeza consiste en la misericordia? ¿Creemos en el poder del amor? ¿Creemos que la caridad es la manifestación más noble del hombre y una exigencia indispensable para el cristiano? Y, por último, una pregunta particular: ¿soy yo amigo del Rey, es decir, me siento personalmente implicado en las necesidades de las personas que sufren y que encuentro en mi camino? Y concluye pidiendo a María, Reina del Cielo y de la Tierra, que nos ayude a amar a Jesús, nuestro Rey, en sus hermanos más pequeños.

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Domingo, 12 Noviembre 2023 10:48

Preparar el aceite del alma

El Papa: La diferencia entre la sabiduría y la necedad está en el cuidado de la vida interior.

Ciudad del Vaticano. - En su reflexión antes del Ángelus, Francisco invita a renunciar al tiempo pasado delante de la pantalla del teléfono para mirar la luz en los ojos de los demás, en el propio corazón, en la mirada de Dios hacia nosotros.

La diferencia entre la sabiduría y la necedad centra la alocución del Papa antes del Ángelus de este domingo. Ante los fieles y peregrinos presentes en una Plaza de San Pedro sumergida en un gris otoñal, Francisco habla de la preparación y el cuidado de la vida interior, que implica abandonar las apariencias, mirarnos a nosotros mismos y detenernos a escuchar el corazón, atender los pensamientos y los sentimientos.

La diferencia entre la sabiduría y la necedad

Inspirado en el Evangelio de hoy que propone la parábola de las diez vírgenes, llamadas a salir al encuentro del esposo (cf. Mt 25,1-13), el Pontífice habla del sentido de la vida, que es “una gran preparación” para cuando seremos llamados a salir al encuentro con Jesús. Y justamente en la parábola se plasma la diferencia entre la sabiduría y la necedad, de esas diez vírgenes, cinco son prudentes y cinco necias.

“Todas esas damas de honor están allí para acoger al esposo, es decir, quieren encontrarse con él, como también nosotros deseamos una feliz realización de la vida: la diferencia entre la sabiduría y la necedad no está, pues, en la buena voluntad. Tampoco radica en la prontitud con la que llegan al encuentro: todas están allí con sus lámparas, a la espera. La diferencia entre las sabias y las necias es otra: la preparación”.

El cuidado de la vida interior

Y esa preparación en el texto evangélico está en la premura con que las sabias "junto con sus lámparas, tomaron también aceite" y las necias, no. Una diferencia que – afirma el Papa – está en el aceite, sin el cual las lámparas no dan luz.

“Nos miramos a nosotros mismos y vemos que nuestra vida corre el mismo riesgo: hoy estamos muy atentos a las apariencias, lo que nos importa es cuidar bien nuestra imagen y dar una buena impresión ante los demás. Pero Jesús dice que la sabiduría de la vida está en otra dimensión: en cuidar lo que no se ve, pero que es más importante, porque está dentro de nosotros. Es el cuidado de la vida interior”.

Dar espacio a Dios

Francisco explica que el cuidado de la vida interior implica detenerse a escuchar al corazón, atender los pensamientos y sentimientos.

“Significa saber dar espacio al silencio, para ser capaces de escuchar. Significa saber renunciar al tiempo pasado delante de la pantalla del teléfono para mirar la luz en los ojos de los demás, en el propio corazón, en la mirada de Dios hacia nosotros. Significa, sobre todo para quienes desempeñan un rol en la Iglesia, no dejarse atrapar por el activismo, sino dedicar tiempo al Señor, a la escucha de su Palabra, a la adoración”.

Preparar el aceite del alma

El Santo Padre recuerda que es el mismo Evangelio el que propone la preparación como la clave para no descuidar el aceite de la vida interior, "el aceite del alma". De hecho, Francisco refiere que las vírgenes, si bien tienen las lámparas, las deben preparar, comprar el aceite, colocarlo en las lámparas, y los mismo, nos dice, debemos hacer nosotros.

“La vida interior no se improvisa, no es una cuestión de un momento, de vez en cuando, de una vez para siempre; hay que prepararla dedicando un poco de tiempo cada día, con constancia, como se hace para cada cosa importante”.

Como siempre, el Papa concluye el Ángelus con una invitación a reflexionar, esta vez, para saber cómo está el aceite de nuestras almas, si lo alimentamos y conservamos, o si distraídos en la cotidianidad de la vida “intentando ahorrar algo”, “pensando en una casa o en un coche nuevo o en proyectos concretos”, no estamos dedicando tiempo “al corazón, a la oración, al servicio a los demás, al Señor que es la meta de la vida”. Y así, el Pontífice encomendó a la Virgen a que nos ayude a custodiar el aceite de la vida interior.

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Miércoles, 08 Noviembre 2023 12:19

Es evangelizando como somos evangelizados: Francisco

•    El Papa en su catequesis de hoy habla del testimonio de la Sierva de Dios francesa Madeleine Delbrêl. Desde la periferia, en un barrio obrero de París, ella pudo experimentar que “es evangelizando como somos evangelizados”.

Ciudad del Vaticano. - El Papa en su catequesis presenta el testimonio de la Sierva de Dios francesa Madeleine Delbrêl. El Señor nos haga redescubrir también a nosotros, como a Madeleine, que la fe es «un tesoro extraordinario y extraordinariamente gratuito» para llevar a las calles del mundo. Esta Sierva de Dios nos enseña que los ambientes secularizados también nos ayudan a convertirnos y a fortalecer nuestra fe. No olvidemos que la vida en Cristo, dijo el Papa, es “un tesoro extraordinario y extraordinariamente gratuito”, que estamos llamados a compartir con todos.

Entre los muchos testigos de la pasión por el anuncio del Evangelio, esta mañana Francisco presentó en su catequesis la figura de una mujer francesa del siglo XX, la Sierva de Dios Madeleine Delbrêl. Nacida en 1904 y fallecida en 1964, fue asistente social, escritora y mística, y vivió durante más de treinta años en la periferia pobre y obrera de París.

Evangelizando es como somos evangelizados

“Deslumbrada por el encuentro con el Señor, escribió: «Una vez que hemos conocido la palabra de Dios, no tenemos derecho de no recibirla; una vez recibida no tenemos derecho de no dejar que se encarne en nosotros, una vez encarnada en nosotros no tenemos derecho de tenerla para nosotros: desde ese momento pertenecemos a aquellos que la esperan» (La santidad de la gente común, Milán 2020, 71)”.

Hablando de la historia de la Sierva de Dios, el Papa recordó que vivió una adolescencia en el agnosticismo hasta que encontró al Señor a los 20 años, tocada por el testimonio de algunos amigos creyentes. A partir de ese momento, se pone en la búsqueda de Dios, dando voz a una sed profunda que sentía dentro de sí, afirmó el Pontífice, y llega a comprender que ese «vacío que gritaba en ella su angustia» era Dios que la buscaba (Deslumbrada por Dios. Correspondencia 1910-1941, Milán 2007, 96).

La conversión incluso en medio de ambientes secularizados

La alegría de su fe la llevó a abrazar una vida enteramente entregada a Dios, en el corazón de la Iglesia y en el corazón del mundo, simplemente compartiendo en fraternidad la vida de la "gente de la calle". Con ella, señaló el Santo Padre, aprendimos que el Señor Jesús está presente en todas las situaciones de la vida y que es ahí donde nos llama a vivir nuestro tiempo y a compartir la vida de los demás.

Para Madeleine, continuó Francisco, el fuego del Dios vivo tenía que arder tan intensamente en nuestro interior que no nos dejara descansar hasta que su nombre hubiera llegado a quienes aún no lo conocen. Y así, es evangelizando como somos evangelizados, y ella llegó a exclamar: "¡Ay de mí si al evangelizar no me evangelizo a mí misma!".

Redescubrir lo esencial de la fe

En particular, nos enseña que incluso los ambientes secularizados nos ayudan a convertirnos, porque el contacto con los no creyentes reta a los creyentes a revisar continuamente su manera de creer y a redescubrir lo esencial de la fe. Madeleine -dijo Francisco- experimentó todo esto en su propia vida, al vivir durante muchos años en un barrio obrero donde impregnaba la ideología marxista. Allí se convenció de que los ambientes ateos o secularizados son lugares donde los cristianos, precisamente porque tienen que luchar, pueden fortalecer la fe que les dio Jesucristo.

“Mirando a esta testigo del Evangelio, también nosotros aprendemos que en toda situación y circunstancia personal o social de nuestra vida, el Señor está presente y nos llama a habitar nuestro tiempo, compartir la vida de los otros, mezclarnos en las alegrías y los dolores del mundo. En particular, nos enseña que también los ambientes secularizados son de ayuda para la conversión, porque los contactos con los no creyentes provocan al creyente a una continua revisión de su forma de creer y a redescubrir la fe en su esencialidad (cfr Nosotros de las calles, Milán 1988, 268s)”.

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Domingo, 22 Octubre 2023 08:11

Impresa en nosotros la imagen de Dios

CIUDAD DEL VATICANO. - Ciudadanos responsables que contribuyen a la sociedad, trabajando por el bien común, pero conscientes de que todo pertenece al Señor: así es la vida de los cristianos. Lo recuerda el Papa Francisco en el Ángelus de este domingo, en el que la liturgia vuelve a proponer las palabras de Jesús: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Palabras que deben entenderse correctamente

Nosotros "somos del Señor y no debemos ser esclavos de ningún poder mundano". Esta es la enseñanza de Jesús en el centro de la catequesis del Papa Francisco hoy en el Ángelus, comentando el pasaje del Evangelio de Mateo de este domingo. El evangelista narra una trampa tendida a Jesús por algunos fariseos junto con algunos herodianos. A la pregunta de si es lícito o no pagar impuestos a los romanos, los gobernantes odiados por el pueblo, Jesús responde «Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»

Son palabras que "se han convertido en algo de uso común", dice el Papa, pero que hay que entender su verdadero significado. Se utilizan "para hablar de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, entre cristianos y política", y a menudo se interpretan como una separación "entre la realidad terrenal y la espiritual". Y prosigue:

A veces, también nosotros pensamos así: una cosa es la fe con sus prácticas y otra cosa, la vida de todos los días. Y esto no es así. Esto es una “esquizofrenia”, como si la fe no tuviera nada que ver con la vida concreta, con los desafíos de la sociedad, con la justicia social, con la política y etcétera.

Contribuir a la sociedad sabiendo que pertenecemos a Dios

Lo que Jesús quiere decirnos, observa Francisco, es que hay que dar la importancia debida al César y a Dios: hay que respetar la política, las instituciones que se ocupan de la vida social. Pero recordando siempre que Dios es nuestro Señor. El Papa afirma:

Debemos restituir a la sociedad lo que nos ofrece a través de nuestra contribución de ciudadanos responsables, prestando atención a lo que se nos confía, promoviendo el derecho y la justicia en el mundo del trabajo, pagando honestamente los impuestos, comprometiéndonos por el bien común y etcétera. Pero, al mismo tiempo, Jesús afirma la realidad fundamental: que a Dios pertenece el hombre, todo hombre y todo ser humano.

El ser humano es imagen de Dios

El Papa Francisco continúa explicando que, de este modo, Jesús quiere decirnos que "no pertenecemos a ninguna realidad terrena, a ningún 'César' de turno. “Somos del Señor" y, por tanto, "no debemos ser esclavos de ningún poder mundano". Y vuelve a la antigua moneda romana:

En la moneda, por lo tanto, está la imagen del emperador, pero Jesús nos recuerda que en nuestra vida está impresa la imagen de Dios, que nada ni nadie puede oscurecer. Al César pertenecen las cosas de este mundo, pero el hombre y el mundo mismo pertenecen a Dios: ¡no lo olvidemos!

Nuestra identidad

El Papa concluye su catequesis con preguntas sobre nuestra identidad como hombres e hijos de Dios: "¿Qué imagen -pregunta a cada uno de nosotros- llevas dentro de ti? ¿De quién eres imagen en tu vida?".

¿Nos acordamos de pertenecer al Señor, o nos dejamos modelar por las lógicas del mundo y hacemos del trabajo, de la política, del dinero, nuestros ídolos a adorar?

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Domingo, 08 Octubre 2023 16:36

Que callen las armas, terrorismo y guerra

Ciudad del Vaticano. - En las palabras de Francisco después del Ángelus dominical, su dolor por lo que está sucediendo en Israel. Su oración es por las familias de las víctimas y por quienes están viviendo horas de terror y angustia. "¡Que haya paz en Israel y Palestina!", su llamamiento, porque "toda guerra es una derrota". Dirigiendo su pensamiento a todos los países en conflicto, recordó a la "tan martirizada" Ucrania “que cada día sufre tanto".

    “La guerra es una derrota: ¡toda guerra es una derrota! ¡Recemos por la paz en Israel y Palestina!”

Después de la oración mariana de este segundo domingo de octubre, el Papa Francisco expresó su aprensión y el dolor con el que sigue lo que está sucediendo en Israel donde, dice, "la violencia ha estallado aún más ferozmente, causando centenares de muertos y heridos.

    “Expreso mi cercanía a las familias de las víctimas, rezo por ellas y por todos los que están viviendo horas de terror y angustia. ¡Que los ataques y las armas se detengan, por favor! , y se comprenda que el terrorismo y la guerra no conducen a ninguna solución, sino sólo a la muerte y al sufrimiento de tantos inocentes.”

Invoquemos la paz en los numerosos países marcados por los conflictos.

Tras el Ángelus, el Pontífice recordó también que este mes de octubre está dedicado no sólo a las misiones, sino también al rezo del Rosario. Precisamente a María nos pide que nos dirijamos, sin cesar:

    “No nos cansemos de invocar, por intercesión de María, el don de la paz sobre los numerosos países del mundo marcados por guerras y conflictos; y sigamos recordando a la querida Ucrania, que cada día tanto sufre, tan martirizada”

Al menos 350 víctimas israelíes

Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) informaron que el número de israelíes muertos hasta el momento en el ataque lanzado ayer por Hamás ha ascendido al menos a 350. El portavoz Daniel Hagar, citado por la BBC, que informó de la cifra, recordó que la prioridad ahora es liberar las comunidades donde aún se combate y controlar las brechas en la valla con la franja de Gaza. "Nuestros combatientes siguen atacando objetivos en nuestros territorios ocupados, hemos conseguido reemplazar a los combatientes en el campo de batalla con nuevos combatientes y hemos logrado proporcionar suministros a los que siguen combatiendo". Así lo afirmó, citado por fuentes locales, el portavoz de las Brigadas al Qassam, ala militar de Hamás, Abu Obaida. La policía israelí, mientras tanto, está a la caza de un vehículo que se está dirigiendo hacia el nordeste desde Gaza y que se cree que lleva a bordo milicianos armados de Hamás. El ala militar de Hamás, las Brigadas al Qassam, han hecho saber que los rehenes israelíes están retenidos en los túneles de la organización en la franja y en "casas seguras ". El ejército también realizó disparos de advertencia contra "un grupo de sospechosos en la zona" golpeada anteriormente en Har Dov, cerca de la frontera con Líbano. Así lo afirmó el portavoz militar israelí.
La aprensión de los peregrinos en Tierra Santa

Los peregrinos que se encuentran estos días en Tierra Santa experimentan toda la aprensión de esta escalada de violencia. Un párroco del Véneto, el padre Mirko Dalla Torre, se encuentra en la región junto con 35 fieles de la comunidad de Sernaglia della Battaglia (Treviso). "Aquí hay cierta confusión, oímos las sirenas y vimos los cohetes y el fuego antiaéreo. No ha sido agradable. Ahora estamos en el hotel. Estamos todos bien", es su testimonio desde Jerusalén, recogido por la web de L'Azione, el semanario de la diócesis de Vittorio Veneto. "Aún así pudimos visitar el Santo Sepulcro. Estuvimos en el Muro de los Lamentos y nos mandaron dos veces a un túnel porque Hamás estaba atacando Jerusalén. Existía la posibilidad de que cayeran misiles sobre el templo. Oímos disparos y entonces el guía nos hizo salir porque era demasiado peligroso quedarse. No se puede visitar la Explanada del Templo. En el Templo había un gran grupo de jóvenes que coreaban contra Hamás.

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Miércoles, 20 Septiembre 2023 11:13

Basta de asfixiar a África: Papa Francisco

• El testimonio de San Daniel Comboni, misionero en el continente africano, presentado por Francisco a los participantes en la audiencia general, es una ocasión para subrayar que en la obra de evangelización todos están implicados y todos son protagonistas: que cese el "colonialismo económico" que hoy esclaviza al continente

Ciudad del Vaticano. - "Se han adueñado de mi corazón que vive solamente para ellos": así hablaba San Daniel Comboni de los pueblos africanos, y a ellos les decía: "El más feliz de mis días será en el que pueda dar la vida por vosotros". El testimonio de este misionero "lleno de celo por África" está en el centro de la catequesis de la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro, y para el Papa es una ocasión para reafirmar su preocupación por ese continente que todavía hoy es objeto de explotación y esclavitud.

El Papa: Basta de asfixiar a África, no es una tierra para explotar ni saquear

Comboni en África, a la luz de las enseñanzas de Jesús, dice el Papa, tomó conciencia del mal de la esclavitud que “cosifica” al hombre. Y comprendió que hunde sus raíces en la esclavitud del corazón, "la del pecado, de la que el Señor nos libera". Y recuerda las palabras que pronunció en el encuentro con las autoridades de la República Democrática del Congo, en Kinsasa, el 31 de enero.

Como cristianos, por tanto, estamos llamados a combatir contra toda forma de esclavitud. Pero lamentablemente la esclavitud, así como el colonialismo, no es un recuerdo del pasado. Lamentablemente. En la África tan amada por Comboni, hoy desgarrada por tantos conflictos, «tras el colonialismo político, se ha desatado un “colonialismo económico”, igualmente esclavizador. (…). Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca». Renuevo por tanto mi llamamiento: «No toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear».

Salvar África con África

Francisco retoma la historia de San Daniel, quien, tras una primera estancia en África, se vio obligado a abandonar la misión por motivos de salud, pero fue entonces cuando sintió la inspiración de emprender un nuevo camino de evangelización. "Una intuición poderosa", subraya el Papa, lejos de la idea de colonialismo, que Comboni resumió con las palabras "Salvar África con África": los pueblos a los que se dirigía el anuncio del Evangelio no eran, por tanto, sólo "objetos", sino "sujetos" de la misión. Y continúa:

Y con este ánimo pensó y actuó de forma integral, involucrando al clero local y promoviendo el servicio laical de las catequesis. Los catequistas son un tesoro de la Iglesia: los catequistas son aquellos que van adelante en la evangelización. Concibió así también el desarrollo humano, cuidando las artes y las profesiones, favoreciendo el rol de la familia y de la mujer en la transformación de la cultura y de la sociedad. ¡Qué importante, también hoy, hacer progresar la fe y el desarrollo humano desde dentro de los contextos de misión, en vez de trasplantar modelos externos o limitarse a un estéril asistencialismo! Ni modelos externos ni asistencialismo. Tomar de la cultura, de la cultura de los pueblos, el camino para hacer la evangelización. Evangelizar la cultura e inculturar el Evangelio: van juntos.

La caridad como fuente de capacidad misionera

El Papa Francisco señala que la labor evangelizadora de San Comboni no sólo se apoyó en valores importantes como la libertad, la justicia y la paz, sino que “acudía al amor de Cristo y llevaba al amor por Cristo". El fundamento de su misión fue la caridad hacia los hermanos y el amor a Cristo, que, como él mismo escribió, hace dulce el sufrimiento e incluso el martirio. Afirma el Papa:

Su deseo era el de ver misioneros ardientes, alegres, comprometidos: misioneros – escribió – «santos y capaces. […] Primero: santos, es decir ajenos al pecado y humildes. Pero no basta: es necesaria caridad que hace capaces los sujetos». La fuente de la capacidad misionera, para Comboni, es por tanto la caridad, en particular el celo en el hacer propios los sufrimientos de los otros.

Una Iglesia solidaria con los crucificados de la historia

Hay otro aspecto de Comboni que el Papa llama la atención de los fieles y es su actuar siempre en comunión, en la Iglesia. Francisco subraya de nuevo su testimonio de celo en la caridad y en la misión siguiendo las huellas del Buen Pastor:

Su celo nació enérgico y profético en el oponerse a la indiferencia y a la exclusión. En las cartas se refería apremiante a su amada Iglesia, que por demasiado tiempo había olvidado a África. El sueño de Comboni es una Iglesia que hace causa común con los crucificados de la historia, para experimentar con ellos la resurrección. Yo, en este momento, les do una sugerencia. Piensen en los crucificados de la historia de hoy: hombres, mujeres, niños, viejos, todos, que son crucificados por historias de injusticia y dominación.

Comboni nos repite hoy: No olvidéis a los pobres

San Daniel Comboni, señala Francisco, invita también hoy a la Iglesia a no olvidar a los pobres y a amarlos "porque en ellos está presente Jesús crucificado, esperando resucitar”. Y concluye:

Antes de venir aquí, tuve un encuentro con legisladores brasileños que trabajan para los pobres, que tratan de promover a los pobres con asistencia y justicia social. Y ellos no se olvidan de los pobres: trabajan para los pobres. A vosotros os digo: no olvidéis a los pobres, porque serán ellos los que les abrirán la puerta del Cielo.

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CIUDAD DEL VATICANO. - San Juan Diego "era una persona humilde, un indio del pueblo", por eso se convirtió en "mensajero de la Virgen de Guadalupe". Es el testimonio que el Papa Francisco presenta en la audiencia general de este miércoles en el Aula Pablo VI, continuando el ciclo dedicado al celo apostólico. Sobre Juan Diego, dice, se posó la mirada de Dios, que ama hacer maravillas a través de los pequeños. "La Virgen escucha nuestros llantos y cura nuestras penas".

En la audiencia general de este miércoles 23 de agosto, el Papa retoma el ciclo de catequesis dedicadas al tema del celo apostólico, reflexionando sobre la evangelización en el continente americano. Francisco ofrece a los fieles el testimonio de santo mexicano Juan Diego, a quien se le apareció la Virgen de Guadalupe haciendo llegar su mensaje a todo el Pueblo fiel de Dios.

La Virgen María se encarna en la vida de los pueblos

El Evangelio, afirma el Papa al iniciar su catequesis, había llegado al Nuevo Continente antes de la aparición mariana en Guadalupe, pero "había sido acompañado por intereses mundanos":

En lugar del camino de la inculturación, se había tomado con demasiada frecuencia el camino presuroso de implantar y e imponer modelos preestablecidos, faltando el respeto a los pueblos indígenas. La Virgen de Guadalupe, en cambio, aparece vestida con las prendas de los indígenas, habla su lengua, acoge y ama la cultura local.

Juan Diego, una persona humilde

El Papa observa que el Evangelio se transmite en la lengua materna, la más adecuada para ser comprendida por la gente, y aprovecha para agradecer a las madres y a las abuelas que son las primeras anunciadoras de la fe hijos y nietos. A continuación, describe la figura de San Juan Diego diciendo:

Era una persona humilde, un indio del pueblo: en él se posó la mirada de Dios, que ama hacer maravillas a través de los pequeños.

El anuncio requiere constancia y paciencia

A continuación, relata la extraordinaria historia vivida por Juan Diego, que comenzó en diciembre de 1531, a la edad de 55 años. Un día, durante un viaje, el hombre ve en un cerro a la Madre de Dios, que le llama "mi hijito amado Juanito" y le invita a presentarse ante el obispo para pedirle que construya un templo en aquel lugar. Varias veces tiene que volver a hablar con el obispo porque al principio no le creen y varias veces María le consuela y le anima. Francisco subraya:

He aquí la fatiga, la prueba del anuncio: a pesar del celo, llega lo inesperado, a veces de la misma Iglesia. Para anunciar, en efecto, no basta dar testimonio del bien, es necesario saber soportar el mal. No lo olvidemos: para anunciar el Evangelio no basta con dar testimonio del bien, sino que hay que saber soportar el mal. El cristiano hace el bien, pero soporta el mal. Ambas cosas van juntas; la vida es así. Incluso hoy, en tantos lugares inculturar el Evangelio y evangelizar las culturas requiere perseverancia y paciencia, requiere no temer el conflicto, no desfallecer. Estoy pensando en un país donde los cristianos son perseguidos, porque son cristianos y no pueden hacer su religión bien y en paz.

Las sorpresas de Dios

Para poder creer a Juan Diego y cumplir su petición, el obispo pide una señal, la Virgen le anima diciéndole: "¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?".

Es hermoso, esto, la Virgen muchas veces cuando estamos en la desolación, en la tristeza, en la dificultad, también nos lo dice a nosotros, en el corazón: "¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?" Siempre cerca para consolarnos y darnos fuerzas para seguir adelante.

Y es la misma Virgen quien invita al indio a recoger flores en lo alto de la colina y a dárselas, llevándolas en su manto, al obispo:

Y he aquí: en la tela del manto aparece la imagen de Nuestra Señora, aquella extraordinaria y viva que conocemos, en cuyos ojos aún están impresos los protagonistas de aquel tiempo. He aquí la sorpresa de Dios: cuando hay voluntad y obediencia, Él puede realizar algo inesperado, en tiempos y modos que no podemos prever.

Los santuarios oasis de consuelo y misericordia

Así se construye el santuario y Juan Diego dedica su vida a acoger a los peregrinos y a evangelizarlos. Y el Papa concluye:

Esto es lo que sucede en los santuarios marianos, meta de peregrinación y lugar de anuncio, donde todos se sienten como en casa (...). Allí se acoge la fe de modo sencillo, se acoge la fe de modo auténtico, de modo popular, y la Virgen, como dijo a Juan Diego, escucha nuestros llantos y cura nuestras penas. Aprendamos esto: cuando hay dificultades en la vida, acudamos a la Madre; y cuando la vida es feliz, acudamos a la Madre -también- para compartirlo. Necesitamos acudir a estos oasis de consuelo y de misericordia, donde la fe se expresa en lenguaje materno; donde depositamos las fatigas de la vida en los brazos de la Virgen y volvemos a la vida con paz en el corazón, tal vez con la paz de los hijos.

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Martes, 30 Mayo 2023 20:56

Inició la visita de AD LIMINA: CAR

CIUDAD DEL VATICANO. - La Visita Ad Limina dio inicio para el Grupo 2 de Obispos de las Diócesis del Centro del país, con la Celebración Eucarística que fue presidida en la Basílica de San Pedro, por el Cardenal de la Arquidiócesis de México el Emmo. Carlos Aguiar Retes.

Luego de la Celebración Eucarística, los Obispos de México se dieron cita en el Dicasterio para el Clero y correspondió a Mons. Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, Obispo de la Diócesis de Tehuacán ser el Relator ante el Dicasterio.

Los Obispos de México también estuvieron en la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, y el Relator fue Mons. Miguel Ángel Castro Muñoz, de la Diócesis de Huajuapan de León, Oaxaca.

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"No nos dejemos abrumar por el presente, sino sigamos a Cristo, que es el camino hacia la felicidad". A la hora del Regina Caeli el Papa Francisco recordó las palabras del Evangelio del día e indicó la brújula para llegar al lugar preparado por Dios para nosotros: amar a Jesús, creer en Él, imitarlo con gestos de cercanía y misericordia hacia los demás

CIUDAD DEL VATICANO. - Cuando el miedo atenaza la garganta, cuando se está agotado por la enfermedad, por el dolor de la pérdida de un ser querido, o turbado por las tormentas de la vida, cuando se experimenta el cansancio y el fracaso, a menudo se emprende el camino equivocado, se buscan recetas inútiles, se encierra uno en la soledad incapaz de afrontar ese mal que parece más grande y más fuerte que todo. En cambio, hay un Camino y es Cristo.

Dios no abandona a nadie

A la hora del Regina Caeli, mirando la Plaza de San Pedro llena de fieles y peregrinos, y a los ojos del mundo entero, el Santo Padre se hizo eco de aquel "no tengan miedo" que Jesús dirige a los discípulos poco antes de su muerte. Palabras tranquilizadoras – dijo – que imprimen en los corazones perdidos, certeza y esperanza. En efecto, prosiguió diciendo Francisco:

    “Él no los está abandonando, sino que va a preparar un lugar para ellos y los va a guiar hacia aquella meta. De este modo, el Señor nos indica hoy a todos nosotros el maravilloso lugar al que debemos ir y, al mismo tiempo, nos dice cómo ir hasta allí, mostrándonos el camino que debemos recorrer”

Jamás olvidar la belleza de la meta

Jesús – agregó el Santo Padre al comentar el Evangelio de hoy – va a preparar un lugar, "una casa", la del Padre, donde hay espacio para todos, donde todos son acogidos, amados y consolados por el calor de un abrazo. Él no se separó de nosotros, sino que nos abrió el camino anticipando el destino final: el encuentro con Dios.

    “Entonces, cuando experimentemos cansancio, desconcierto e incluso fracaso, recordemos hacia dónde se dirige nuestra vida. No debemos perder de vista la meta, incluso si hoy corremos el riesgo de olvidarlo, de olvidar las preguntas finales, las importantes: ¿Adónde vamos? ¿Hacia dónde caminamos? ¿Por qué vale la pena vivir?”

“Sin estas preguntas sólo exprimimos la vida en el presente, pensamos que debemos disfrutarla lo máximo posible y terminamos por vivir al día, sin un objetivo, sin una finalidad. Nuestra patria, en cambio, está en el cielo (cf. Fil 3, 20), ¡no olvidemos la grandeza y la belleza de la meta!”.

La brújula para alcanzar el Cielo

“He aquí la brújula para alcanzar el Cielo: amar a Jesús, el camino, convirtiéndose en señales de su amor en la tierra, dijo el Obispo de Roma.

    “Hermanos y hermanas, vivamos el presente, tomemos con nuestra mano, tomemos con la mano el presente, pero no nos dejemos arrasar por él; miremos hacia arriba, miremos al Cielo, recordemos la meta, pensemos que estamos llamados a la eternidad, al encuentro con Dios. Y, desde el cielo al corazón, renovemos hoy la elección de Jesús, la elección de amarlo y de caminar detrás de Él. Que la Virgen María, que siguiendo a Jesús ya llegó a la meta, sostenga nuestra esperanza”

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