Miércoles, 12 Junio 2019 18:16

Caras nuevas en el gabinete de Barbosa

Columna | P U L S O    P O L I T I C O
        
            El virtual gobernador electo del Estado (hoy será declarado como tal, por el INE) Luis Miguel Barbosa, se ha reservado el nombre de los funcionarios de su gabinete, para evitar el golpeteo de los grupos políticos que aspiran a formar parte del grupo gobernante, o de sus adversarios políticos. Solo ha dicho que a finales de julio, cuando falten unos días para la toma de posesión los darán a conocer, pero se sabe que el 90 por ciento de los altos funcionarios del próximo gobierno estatal, serán caras nuevas y por primera vez en la historia, habrá un número elevado de mujeres.

           De los actuales funcionarios del gobierno de Guillermo Pacheco Pulido, tres tienen altas posibilidades de continuar en su cargo: el Secretario General de Gobierno, diputado federal con licencia, Fernando Manzanilla Prieto; el Secretario de Finanzas, Jorge Estefan Chidiac y el Secretario de Infraestructura, Movilidad y Transportes, Antonio Peniche.

            El gobierno del licenciado Guillermo Pacheco Pulido, se propuso realizar 26 proyectos de obras de infraestructura, de los que 12 quedarán pendientes, pero con un presupuesto aprobado y 800 millones de pesos para continuarlos. Además el nuevo gobierno contará con los recursos necesarios para gasto corriente, es decir, que continuará operando sin problemas.

            Los diputados morenistas locales, son bravos cuando se enojan y los que al inicio de la actual legislatura del Estado se auto-erigieron como “los ay nanita”, debido a sus garrafales errores en el ejercicio del cargo de representación popular que ostentan y que tanto daño hicieron a sus respectivos partidos y al proyecto de la 4T, no solo fueron destituidos de los altos cargos que dentro del propio Congreso ostentaban, sino de las comisiones legislativas de las que formaban parte.

             Además de ineficientes, los acusaron de faltistas. Las comisiones que presidían deberían reunirse cada mes y solo lo hicieron tres o cuatro veces, además de que los demás integrantes de las comisiones, no eran informados de nada, pues les daban trato de empleados.

               Los panistas, los perredistas y los de Movimiento Ciudadano, fueron acusados de traición nada menos por quien hace unas semanas, fue su candidato a gobernador, don Enrique Cárdenas Sánchez.

               Dijo que dejaron sin representantes el día de la elección, más de dos mil casillas.

                Si el señor Cárdenas supiera algo de política mexicana, sabría desde un principio, que nunca el PAN, el PRD y menos el MC., han demostrado capacidad para tener representantes en todas las casillas electorales. Que ni solos, ni acompañados, han podido contar con los elementos suficientes para cubrir las 7 mil 500 casillas que se instalan en cada elección en la entidad poblana. El único partido que podía hacerlo en sus tiempos de gloria, era el PRI.

            Además, los partidos que conformaron la alianza para apoyarlo, estaban más divididos que nunca y la mayoría de los panistas tradicionales y también la fracción morenovallista, acusaron a sus dirigentes nacionales y locales de traición, por haber designado e impuesto como candidato, a una persona de la extrema derecha, sin ninguna militancia partidista, sin ninguna experiencia política, haciendo a un lado a quienes han trabajado durante años en las filas de esos partidos.

            El mismo señor Cárdenas, siempre se ostentaba como “candidato ciudadano” y en varias ocasiones renegaba de los partidos políticos.

            Era lógico que por falta de militantes, ni el PAN, ni el PRD y menos el MC., pudieran cubrir con representantes todas las casillas, pues en tiempos en que dichos partidos tenían ideología política definida, nunca pudieron hacerlo, menos ahora en que se juntan un partido de derecha con uno de izquierda y otro que pudiera ser de centro.

             Por el enojo de las militancias partidistas de la alianza con sus dirigentes, muy en especial con Marko Cortés, el dirigente nacional del PAN y con los Chuchos, que ya se alquilan al mejor postor, hubo una actitud de brazos caídos, es decir, de no participación. Quienes fueron traicionados realmente, fueron los militantes de los tres partidos.

               Se les impuso candidato por decisión inapelable de su dirigencia nacional y no se tuvo en cuenta para nada ni a los militantes del partido conservador, ni a los que todavía permanecen en el PRD, partido en extinsión.

               Los políticos de oposición ya andan haciendo cosas raras: proponer la destitución o exigir la renuncia de la presidenta municipal Claudia Rivera, a solo unos meses de haber tomado posesión del cargo, es un absurdo.

               Los gobiernos municipales, estatales o federales, siempre tienen problemas y cometen errores en sus inicios, más si por primera vez arriban al poder.

               Siempre hay que exigir a los gobernantes, que cumplan con su deber y esperar el tiempo suficiente para que lo hagan.

               Vicente Fox, el primer presidente panista de la historia en nuestro país, llegó con un apoyo extraordinario de la población y ganó la mayoría de diputados del Congreso de la Unión y a los tres años de su gobierno, ya había decepcionado y los ciudadanos lo castigaron en las elecciones intermedias, haciéndole perder 50 curules en la Cámara de Diputados.

            Felipe Calderón, el segundo presidente panista de la historia, que “ganó” con el mínimo porcentaje de la historia, debería haber renunciado el primer mes de su gobierno y nos hubiéramos ahorrado cientos de miles de muertos y decenas de miles de secuestrados, así como el crecimiento de la delincuencia, pues no hay que olvidar, que fue el autor de la “guerra al narcotráfico” que desató todo lo que ahora estamos viviendo.

              Ahora resulta que los panistas, ya no aguantan los errores y deficiencias del actual gobierno municipal. Deben recordar su propia historia.

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