Viernes, 26 Octubre 2018 08:01

Manifestaciones de la conducta neurótica

•    En el mundo del 95% de la población padece neurosis
•    La enfermedad afecta tanto a mujeres como a hombres sin importar su nivel socio económico o cultural.
•    La padecen niños de seis a trece años (15%), jóvenes de 14 a 18 años (20%) y adultos (65%).

Ciudad de México, octubre, 2018.- La desesperación, ira, depresión, dolor de cabeza, angustia, insomnio e intento de suicidio son las principales manifestaciones de la neurosis que padecen cerca de 15 millones de mexicanos y en el mundo 95% de la población mundial, así lo señaló el Lic. Paulo César Sánchez García, Gerente de la Asociación Civil Neuróticos Anónimos.

Sánchez García dijo que las manifestaciones clínicas de un neurótico son: alto grado de ansiedad generalizada, depresión, miedo, síntomas obsesivos compulsivos, hipersensibilidad, sentimientos de culpa, incidentes que generan fuerte alteración emocional, fobias. Además, enfatizó en que el paciente con neurosis puede presentar síntomas como dolor de cabeza, voluntad débil, pérdida de las ganas de trabajar, sueño alterado, preocupación excesiva, entre otros.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la neurosis es una enfermedad funcional del sistema nervioso que se caracteriza por inestabilidad emocional. Se trata de un trastorno mental sin una base orgánica demostrable, en el cual, el paciente puede desarrollar un poder de auto observación considerable y una sensación adecuada de la realidad.

“La conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de los límites sociales aceptables pues la personalidad no está desorganizada y se manifiesta en todos los ámbitos laboral, familiar, escolar. Actualmente la OMS ha cambiado el término neurosis por trastornos”, concluyó el gerente.

Con motivo de crear conciencia sobre la enfermedad de la neurosis en nuestro país, se llevará a cabo la Tercera Convención Nacional de Neuróticos Anónimos “La unidad nacional activa la espiritualidad”, los días 3 y 4 de noviembre en el Centro Médico Siglo XXI de la Ciudad de México.

Organizado por la Asociación de Neuróticos Anónimos, A.C., el evento congregará a representantes de los diferentes sectores de la sociedad y a los encargados de las agrupaciones de neuróticos de todo el país.

Entre los objetivos primordiales de Neuróticos Anónimos, A.C., están la recuperación, el auxilio a las personas emocionalmente enfermas y mantener la salud. Es por ello que, en la Tercera Convención, se dará a conocer el programa de recuperación sobre esta enfermedad de salud mental y emocional.

Algunos de los temas de las ponencias son: ¿Cómo se vive la Recuperación personal dentro de Neuróticos Anónimos?, Las devastadoras consecuencias de un disturbio emocional, La conciencia y el despertar espiritual, Cómo afecta la enfermedad de la neurosis en el ámbito laboral, Estando en Neuróticos Anónimos jamás volverás a estar solo, Un problema de salud pública, El suicidio: el último recurso para eliminar el dolor, entre otras.

Entre los participantes a esta Convención se encuentran: José Eduardo León Jaramillo, presidente del consejo de administración de Neuróticos Anónimos, A.C., Pedro Hiram Saldívar, Psiquiatra del Hospital Regional de Psiquiatría Morelos del IMSS, Jorge Naranjo, doctor en derecho laboral y asesor de empresas, Luis Ángel Nieto, sacerdote, Yolanda Valdez, jefa de tratamientos auxiliares del Reclusorio Preventivo Varonil Norte y Jordi Domingo Briz, psicólogo clínico y subdirector del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de México.
 
La Tercera Convención Nacional de Neuróticos Anónimos “La unidad nacional activa la espiritualidad”, estará abierta al público interesado. La entrada es gratuita. Se llevará a cabo 3 y 4 de noviembre de 9:00 a 18:00 horas, en la Unidad de Congresos Centro Médico Siglo XXI de la Ciudad de México, ubicada en Avenida Cuauhtémoc 330, colonia Doctores. Mayores informes: (55)55124383.

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Tales reacciones acumulan grasa en las arterias, dicen expertos

Enojones e iracundos, sean mujeres u hombres, son personas que hacen mucho daño a su corazón, y cuando padecen ataques de cólera pueden ocasionarse un ataque cardiaco, sin importar si son jóvenes o adultos.

Estudiosos del Johns Hopkins School of Medicine, al  evaluar a 1,337 hombres alumnos de medicina, hallaron que quienes eran propensos al enojo presentaban tres veces más probabilidades de sufrir un ataque al corazón siendo jóvenes, o al menos  estaban más propensos a desarrollar problemas cardíacos a lo largo de su vida.

Por tanto describen que quienes tienen un temperamento irritable y se enojan con facilidad, deben respirar profundo, no sólo porque el enojo por lo general causa reacciones destructivas, sino porque además le hacen daño a su corazón.

Aseguran que cualquiera que sea el motivo de un enojo, provoca que el pulso se  acelere, la sangre se  suba a la cabeza y se sienta un fuerte impulso por hacer algo violento como gritar, romper algo, golpear la mesa con los puños, entre otras acciones violentas.

Es aceptable que aun cuando el enojo es una emoción normal y hasta sana, en exceso no es bueno para la salud.

Estos científicos siguen investigando sobre el tema, por lo cual se sabe que el enojo y otras emociones fuertes, afectan directamente al corazón y a las arterias.

Cuando alguien se enoja,  tiene ira o cólera, su cuerpo activa un mecanismo de combate o pelea, lo pone alerta y es cuando se liberan hormonas como la adrenalina y el cortisol, se aceleran los latidos del corazón, su respiración se hace más agitada y siente una descarga de energía.

Los vasos sanguíneos se contraen y su presión arterial sube. Si  esta reacción ocurre con demasiada frecuencia, su sistema cardiovascular se sobrecarga y se gasta.

Mediante el estudio señalado se han logrado evidencias de que estas reacciones pueden causar acumulación de placas de grasa en las arterias y, por lo tanto, se dañan, ya que  se debilita el sistema cardiovascular y hace que estén, el enojón o el iracundo, a las puertas de sufrir un infarto, aunque sea joven.

Recomiendan expertos que cuando algo cause enojo a alguien, debe éste respirar profundo, contar hasta diez, hacer una pausa, poner las cosas en una balanza y no reaccionar con violencia.

El practicar técnicas de relajación puede ayudar a controlar estos ataques y también a evitar que el corazón sea el más afectado.

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Estudio médico advierte: hasta jóvenes furiosos están propensos a problemas cardiacos

Ira y  enojo, sentimientos que tienen en muchos momentos mujeres y hombres en cualquiera etapa de la vida, no sólo causan reacciones destructivas en el organismo, sino el mayor daño lo hacen al corazón y pueden provocar un ataque cardíaco.

Cualquiera que sea el motivo de un enojo, origina que el pulso se acelere, la sangre se suba a la cabeza y haga sentir fuerte impulso por hacer algo violento como gritar, romper algo, golpear la mesa con los puños, y aunque es una emoción normal y hasta sana, en exceso no es bueno para la salud.

Un estudio realizado por el Johns Hopkins School of Medicine, evaluó a 1,337 hombres estudiantes de medicina y encontró que aquellos propensos al enojo presentaron tres veces más probabilidades de sufrir un ataque al corazón siendo jóvenes, o al menos, más propensos a desarrollar problemas cardíacos a lo largo de su vida.

Y un ataque de rabia puede hacerle mucho daño al corazón. Aunque los científicos aún siguen investigando más a fondo el tema, se sabe que el enojo y otras emociones fuertes afectan directamente al corazón y a las arterias.

Cuando alguien se enoja, tiene ira o cólera, su cuerpo activa un mecanismo de combate o pelea, le pone alerta y es entonces cuando se liberan hormonas como la adrenalina y el cortisol; se aceleran sus latidos del corazón, su respiración se hace más agitada y siente una descarga de energía. Los vasos sanguíneos se contraen y su presión arterial sube. Cuando esta reacción ocurre con demasiada frecuencia, el sistema cardiovascular se sobrecarga y se gasta.

Agrega el estudio señalado que existen evidencias de que estas reacciones pueden causar acumulación de placas de grasa en las arterias y por lo tanto, se dañan.

Esto debilita el sistema cardiovascular y hace que el enojado o enojada estén a las puertas de sufrir un infarto, aunque sean jóvenes.

Por eso, cuando algo nos cause enojo, ¡respiremos profundo! Contemos hasta diez, hagamos una pausa, pongamos  las cosas en una balanza y no reaccionemos con violencia, recomiendan médicos generales y especialistas.

El practicar técnicas de relajación puede ayudar a controlar estos ataques y a evitar que el corazón sea el más afectado.

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