Domingo, 20 Septiembre 2020 17:14

Los defensores de la “libertad de expresión”

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

           Nunca ha habido tanta libertad de expresión como ahora. El presidente López Obrador, como el dice, ha sido el presidente de la república más atacado por los medios de difusión, desde Francisco I. Madero. Ambos fueron electos por una mayoría popular y ambos llegaron para cambiar los regímenes existentes en su momento. El primero derribó a un gobierno dictatorial, despótico, responsable del atraso político, económico y social, que privó durante los 30 años anteriores a su derribamiento violento en 1910.

           El segundo llegó para cambiar las políticas neoliberales impuestas por los Estados Unidos e Inglaterra, que frenaron el lento pero efectivo crecimiento que había durante los regímenes priístas, con el sistema nacionalista y revolucionario, que impulsó la educación, la seguridad social, el sistema de salud pública, la vivienda popular y que fue el impulsor de las clases medias populares, que no existían en la era porfiriana.

           Durante el neoliberalismo, la deuda pública de México, creció en forma brutal, al grado de que actualmente el gobierno tiene que pagar anualmente, miles de millones de pesos solo de intereses que cobran las financieras internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, por los prestamos billonarios (de millones de millones de dólares) que el país solicitó para impulsar su desarrollo y que fueron a engrosar las fortunas de los grandes empresarios surgidos del grupo neoliberal y de los políticos corruptos de los que se llenaron los gobiernos prianistas, provocando la concentración de la riqueza nacional en muy pocas manos y el desorbitado incremento de la pobreza situación en la que se encuentra, casi el 50 por ciento de la población.

          Los intelectuales y periodistas, no tenían la libertad de criticar esa situación o no lo hicieron por intereses personales o intereses de las empresas donde prestaban sus servicios, hay que hablar con la verdad. Tampoco criticaban la elevada corrupción que había y de la que se hablaba entre la población, en los altos niveles de gobierno.

          La complicidad de altos funcionarios con miembros del crimen organizado, era comentada en todas partes, pero ellos, como el presidente Calderón, “nunca se dieron cuenta”. Y el secretario de Seguridad Nacional, García Luna, preso ahora en los Estados Unidos, era el cómplice del cártel más poderoso de México, el que capitaneaba el Chapo Guzmán y dicen que recibía recompensas hasta de 30 millones de dólares.

          LA ARTICULISTA Y ESCRITORA Sabina Berman, colaboradora de “El Universal”, dice refiriéndose al desplegado de los intelectuales y periodistas adversarios de AMLO: “En cuanto a la aseveración de que la fuente de odio, la división y la difamación que hoy empantana el espacio público viene de un solo par de labios, a decir, los del Presidente, la encuentro igual de injusta.

           “Creo recordar que uno de los abajo firmantes del desplegado ideo una fábrica de mentiras para golpear al entonces candidato Andrés Manuel López Obrador. Creo no mentirme cuando recuerdo ataques furibundos y basados en medias verdades del periódico “Reforma” al canal once, porque osó modificar el 4 por ciento de su programación, inaugurando tres programas con intelectuales de izquierda. Creo recordar bien columnas del periódico en las que se llamó al (ahora) Presidente loco, enfermo, ignorante, sicópata o dictador. Apenas la semana pasada, tuve la sorpresa de leer a un intelectual neoliberal referirse a uno de los escritores más leídos y amados del idioma español como “un autor de medio pelo”, porque el escritor dijo algo impropio sobre un amigo del intelectual neoliberal”.

           Pero este humilde columnista provinciano, está de acuerdo con la señora Berman, en el sentido de que el Presidente no debe rebajarse para entrarle a la “guerra de lodo” de sus adversarios. El presidente y los altos funcionarios de su gobierno, deben estar por encima de todos ellos y responder a sus nada serias críticas, con resultados en las actividades de gobierno. Dos años en el poder, que todavía no se cumplen, son pocos para que el éxito de la Cuarta Transformación, se note. Pero al final del sexenio, el país semi-destrozado, que recibió López Obrador, debe ser completamente distinto: con un sistema educativo y de salud para todos por igual, con calidad y bien organizado; con una corrupción en límites tolerables, pues acabar radicalmente con ella, sería poco menos que imposible; con bajos niveles de criminalidad y elevados índices de seguridad para todos los ciudadanos; con independencia alimentaria y energética, sin las cuales el país no puede ser libre y soberano sobre todo, siendo dueño de grandes yacimientos de petróleo, que vende como materia prima e importa gasolinas; que siendo la cuna del maíz y gran productor de frijol, desde la época prehipánica, base de la alimentación popular, tenga que importar esos productos que le llegan de mala calidad (maíz forrajero) y transgénico. Que deje un México que sea orgullo real de los mexicanos, en el que todos podamos vivir tranquilos, con trabajo, con igualdad de oportunidades para todos y que lo que ya vivimos no vuelva a repetirse nunca, porque los ciudadanos lo impidan democráticamente. Esa sería la mejor respuesta para quienes quieren volver al pasado, que a juzgar por la manifestación que hubo el sábado en la capital del país, son muy poquitos. 

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Pero ha sido conculcada la Ley General de Comunicación Social en vigor

Puebla, Pue.- La Ley General de Comunicación Social, aprobada por el Congreso de la Unión en abril, publicada en el Diario Oficial de la Federación en mayo del año pasado para  entrar en vigor en todo el país en enero de 2019, no ha sido cumplida debidamente ni en el sector oficial ni en todos los medios masivos de comunicación.

En su Artículo 4 inciso VI aclara: Medios de Comunicación ´´Son los que pueden ser captados simultáneamente por gran cantidad de individuos. Se entenderán como tales a los medios electrónicos, medios impresos, medios complementarios, medios digitales y medios públicos´´.

En Puebla ha sido conculcada, como aseguran directivos de diversos medios, desde la administración gubernamental anterior, las autoridades sólo atendían, para cubrir actividades oficiales y políticas, a medios electrónicos –radio y tv-; posteriormente mediante boletines informaban a los restantes. Y en la Capital del país ocurre lo mismo, en otras formas.

En una conferencia de Prensa mañanera, narra el constitucionalista poblano Miguel Ángel Tejeda Ortega, el periodista Ricardo Rocha se enfrentó a AMLO, señalando que él no es un periodista chayotero y que su nombre que aparecía en una lista filtrada por la Presidencia de la República al Diario Reforma, se difama a su persona.

Después de que se diera a conocer un número de periodistas que recibieron dinero de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuyos montos en total ascendieron a más de mil millones de pesos, encontrándose indebidamente en esta lista el conocido periodista de radio y televisión, por eso  Ricardo Rocha refutó a López Obrador dicha inclusión y señaló que siempre sólo había estado a favor de la persona del Presidente y de su movimiento de regeneración nacional.

Todo ello se debió a la forma en que se celebraron contratos gubernamentales para beneficiar a ciertos periodistas en el sexenio de Enrique Peña Nieto; la lista fue dada a conocer por el Periódico Reforma, señalándose a las siguientes personas: Joaquín López Dóriga, Federico Arriola, Oscar Mario Beteta, Raymundo Riva Palacio, Ricardo Alemán, Pablo Hiriart, Jorge Fernández Méndez, Rafael Cardona, Adela Micha y José Cárdenas.

Del listado que se dio a conocer se mencionaron montos y cantidades que recibieron los citados comunicólogos, principalmente a Joaquín López Dóriga que en el sexenio pasado recibió, según se dice, más de doscientos cincuenta millones de pesos.

La entrega indebida de dinero se debió a que no estaban regulados los gastos de publicidad del Gobierno Federal, ni su manejo en forma discrecional y arbitraria por parte de los titulares del Poder Ejecutivo.

En entrevista el Constitucionalistaa Tejeda Ortega resaltó que actualmente ya existe una Ley General para regular los gastos de publicidad del Gobierno Federal, y que conforme a dicha ley y el presupuesto de egresos de la federación, dichos gastos se han reducido en más de un cincuenta por ciento, lo que posiblemente esté dando lugar a un descontento por parte de los principales periódicos de México, así como televisoras y radiodifusoras.

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Jueves, 31 Mayo 2018 18:26

Encuestadoras, siembran desconcierto

Columna | P U L S O    P O L I T I C O
  
            Medios de difusión de la capital de la república, dieron a conocer el pasado miércoles, el resultado de sus últimas encuestas, que no solo para los profanos, sino para los expertos en esa materia, como Carlos Alazraki, resultan confusos o como el mismo Alazraki dice en un artículo publicado en El Universal de ayer, subrealistas.

            El diario Reforma, le da al candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, el 50 por ciento de la votación; a Anaya del PAN y asociados, el 26 por ciento y a Meade, el 19 por ciento.

            La Jornada habla de una encuesta en la que López Obrador, está casi en empate técnico con Meade, pues al primero le da 34 por ciento de intención de voto; a Meade, el 31 por ciento y a Anaya, el 27 por ciento.

             Pop Grup, le da el 32 por ciento a Andrés Manuel; el 26 por ciento a Meade y a Anaya el 24 por ciento.

             Finalmente una encuesta del New York Times, da a conocer el resultado de una encuesta que Alazraki califica como muy rara, afirmando que él cree que es totalmente fake, que suponemos que quiere decir algo así como mala o poco creíble, que da a Meade 27 por ciento de preferencias; a Andrés Manuel 26 por ciento y a Anaya, 19 por ciento.

           A nosotros en lo personal, las encuestas nos parecen útiles para conocer como van los candidatos en un momento dado, pero sin que esos resultados puedan darse como definitivos.

            Desde el inicio del proceso electoral, se ha venido diciendo que el señor López Obrador, tiene las preferencias de los ciudadanos y así parece por el número de militantes de todos los partidos, que por convicción o por intereses personales se han adherido a su causa, pero de ninguna manera pensamos que el resultado de las consultas hechas entre los ciudadanos, durante el proceso electoral, puedan ser definitivas, pues en ese resultado influyen muchos otros factores, como el voto de los cientos de miles de indecisos y de quienes en el curso de las campañas, cambian de opinión.

            Estamos viendo como priístas, que supuestamente eran militantes convencidos de su partido, se pasan a las filas morenistas y hasta de funcionarios del partido tricolor, como don Paco Ramos, que se pasa con todo su equipo de la Fundación Colosio, también al lopezobradorismo.

           En realidad México está viviendo cambios políticos inusuales y hasta hace poco parecerían increíbles. Quienes no están enterados de lo que pasa en la vida interior de los partidos, acusan de traidores a quienes dan el salto a otra organización política de cuyos principios se supone, estaban convencidos. Pero el caso es que los partidos políticos mexicanos en general, ya no tienen principios, ni programa de acción, ni nada que los distinga de los demás. Son partidos sin personalidad.

            Los priístas eran liberales moderados, que decían luchar por la igualdad, el respeto a los principios de la Revolución Mexicana, que durante su permanencia en el poder total de México, lograron plasmar en leyes los derechos de los trabajadores, de los burócratas, de los maestros; partidarios de la educación laica y gratuita, lograron con ello, impulsar la creación y el crecimiento de una clase media que ahora es la fuerza política y económica importante del país. Se impulso la atención a la salud pública, no solo a través de la Secretaría de Salud, sino de instituciones como el Seguro Social, el ISSSTE; se brindó apoyo a los campesinos, primero para que tuvieran la posesión legal de sus tierras y luego, para que produjeran los alimentos que el pueblo necesita, en fin.....

            Pero vino el remolino y nos “alevantó”. Fue el remolino del neoliberalismo que trajo Carlos Salinas de Gortari y sus cuates y que con el cuento de que nos iban a modernizar empezaron a querer cambiarlo todo, al grado de ponernos al borde del precipicio.

            Los panistas eran conservadores, apegados a instituciones como la Santa Iglesia Católica, que luchaban por la educación religiosa en las escuelas oficiales; que estaban contra la leyes laborales que a raíz de la Revolución empezaron a regirnos y se mostraban enemigos de los gobiernos surgidos de la Revolución.

          Ese partido, nacido en 1939 y fundado por Manuel Gómez Morín, uno de los intelectuales más destacados de México en el siglo XX, lanzó a su primer candidato a la Presidencia en los años cincuenta: fue un abogado católico jaliciense, don Efraín González Luna, que tuvo como contrincantes a Adolfo Ruiz Cortines del PRI; a Vicente Lombardo Toledano, otro intelectual relevante del pasado siglo, por el Partido Popular, de corte socialista; don Cándido Aguilar, general de la vieja guardia y al general Enríquez Guzmán, el que parecía ser el candidato más fuerte. El triunfador fue Ruiz Cortines.

            El PAN, durante medio siglo se mantuvo como la segunda fuerza política organizada. Sus dirigentes eran por lo general, abogados de prestigio, catedráticos universitarios y personas de las clases medias urbanas.

            Su mayor fuerza estuvo en los estados del bajío: Jalisco, Guanajuato, Querétaro....estados donde el catolicismo tenía mucha fuerza.

            En los años ochenta, después de la nacionalización de la banca por José López Portillo, grupos empresariales molestos por eso, quisieron fundar su propio partido, pero alguien les dijo: Para que van a fundar otro partido, si ahí está el PAN. Y que se apropian de él, como si fuera una franquicia.

           La Coparmex, organización de empresarios derechistas se adueñaron del partido conservador y cambiaron usos y costumbres de la organización hasta llevarlo al poder con el presidente Vicente Fox, que era gerente de alguna distribuidora de la Cocacola.  Con muchos trabajos y con el apoyo de “La Maestra”, Elba Esther Gordillo, lograron ganar el siguiente sexenio con Felipe Calderón y el PRI recobró el poder, en el sexenio siguiente, con Peña Nieto.

           Todo este proceso, desde la llegada de los tecnócratas hasta nuestros días, ha sido de constante deterioro del sistema político, del sistema económico y del sistema social, que habían logrado los gobiernos “revolucionarios”.

            ¿Qué pasó? ¿porqué se descompuso todo? Y ¿porque los priístas están abandonando el barco? Es algo fácil de explicar, si se tiene en cuenta que la mayor descomposición, la sufrió el PRI en su interior, al llegar a su dirigencia gente sin experiencia, sin oficio político, sin el conocimiento necesario para guiar al partido más grande y fuerte que fue el Revolucionario Institucional.

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