Lunes, 06 Agosto 2018 21:23

NCAN lanza MICAELA

·         Surge con el objetivo de brindar un programa individualizado, integral, de vanguardia y protocolizado para pacientes con CaCu sin seguridad social.

El Programa MICAELA junto con las Organizaciones de la Sociedad Civil seguirán impulsando campañas de prevención dirigidas a hombres y mujeres adolescentes y adultos jóvenes.

Ciudad de México a 6 de agosto de 2018.‐ El Instituto Nacional de Cancerología (INCan) anunció la puesta en marcha del nuevo Modelo Integral para la atención del Cáncer Cervicouterino Localmente Avanzado "MICAELA”, con el que contribuye al mejoramiento del pronóstico de mujeres con cáncer cervicouterino (CaCu), a través de una atención integral individualizada. 

El CaCu es un problema vigente de Salud Pública en mujeres mexicanas en etapa reproductiva, y para combatirlo nace MICAELA a finales de 2017 con el apoyo del Dr. Abelardo Meneses, director del INCan, del grupo de Equidad y Género, y de la Dip. Lucely Alpízar. 

El objetivo es ofrecer a un grupo  de  480  pacientes  con  la  enfermedad  localmente  avanzada  sin seguridad  social,  un  programa  individualizado,  integral,  de  vanguardia  y  protocolizado,  el  cual brinde apoyo psicológico, nutricional con tratamientos individuales innovadores, además mida el impacto económico para reproducirlo en otros estados de la República Mexicana. 

“El tratamiento para las pacientes con CaCu y la proyección a la población que podría seguir impactando en los siguientes 10 a 15 años es la base para crear, un modelo integral de atención con altos estándares de calidad, que pueda ser validado y reproducible posteriormente”, comentó la Dra. Lucely Cetina, Investigadora en Ciencias Médicas “D”, del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II y responsable del programa MICAELA.

En el INCan se reciben alrededor de 550 mujeres al año con este diagnóstico. El 80% se presenta con esta enfermedad localmente avanzada y el 30% de estos pacientes presenta una comorbilidad (daño renal crónico, diabetes mellitus tipo 2 o hipertensión).  

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad que pese a ser prevenible, es aún un problema en salud pública siendo la segunda causa de cáncer más común en mujeres mexicanas y la cuarta causa de muerte en todo el mundo

1.  De acuerdo con Globocan se estima una incidencia para el 2020 en México  de  17  940  nuevos  casos  de  mujeres  diagnosticadas, 5  y  6  480  muertes  a  causa  de  este padecimiento.                                                  

1 Siegel R, Miller K, Jemal A, et al. Cancer statics, 2015. Ca Cancer J Clin. 2015;65:5‐29. 

2 http://globocan.iarc.fr/old/burden.asp?selection_pop=126484&Textp=Mexico&selection_cancer=4162&Text‐

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Alineado con los Programas de Prevención y control del Cáncer Cervicouterino establecidos a nivel nacional  y  sumando  esfuerzos  el  Programa  MICAELA,  junto  con  la  sociedad  civil  a  través  de  las Organizaciones  No  Gubernamentales  sin  fines  de  lucro,  gestiona  una  campaña  de  prevención dirigida a hombres y mujeres adolescentes y adultos jóvenes.

Para reducir la incidencia y la mortalidad del CaCu se deben aplicar medidas que disminuyan los factores asociados a un mayor riesgo de infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Una de las principales medidas es la vacuna integrada al esquema nacional de vacunación, actualmente sólo para niñas de 11 años o 5º año de primaria.

 Por su parte, la Dra. Ariadna Martínez Rivas, directora médica de la Fundación Luis Pasteur I.A.P. mencionó:  “Las  campañas  de  vacunación  contra  el  Virus  del  Papiloma  Humano  (VPH)  deben beneficiar no solo a niñas en edad escolar, sino hasta jóvenes, hombres y mujeres, de 15 a 25 años, esto  con  el  objetivo  de  seguir  disminuyendo  la  incidencia,  lograr  un  esquema  de  vacunación masiva”.

El CaCu representa un tabú social por su asociación con el VPH y con enfermedades de transmisión sexual lo que se traduce en un incremento en frecuencia en mujeres vulnerables; por su estado de pobreza, desigualdad social, económica y sobre todo cultural. Las estrategias actuales para controlar la enfermedad aún son limitadas. Lo cierto es que el cáncer cervicouterino  es prevenible  y  se puede combatir  con  educación,  vacunas  y  pruebas  de Papanicolaou. Sin embargo, aún falta un gran camino por recorrer para bajar el número de afectadas a causa de esta enfermedad”, comentó la Dra. Lucely Cetina.

“Es  importante  que  tomemos  al  programa  MICAELA  como  un  ejemplo  de  mejores  prácticas  y procesos,  los  hospitales  y  sistemas  de  salud,  deberían  contar  con  indicadores  que  nos  permitan medir un avance e impacto real en la población, además de ser  un verdadero beneficio para las pacientes”, señaló Mayra Galindo, directora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el cáncer. 

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Publicado en SALUD