A muchos posibles testadores los detiene el temor de morir prematuramente

Puebla,Pue.- Se incrementa en este mes de septiembre el número de testamentos que se otorgan habitualmente en una Notaría, pero estos legados están dirigidos a las clases más vulnerables del país, a personas que solamente tengan un bien inmueble y cuyo valor catastral no exceda de quinientos cincuenta mil pesos. moneda nacional.

En entrevista el Notario Público número catorce de esta ciudad, en relación al porcentaje de documentos que se llegan a otorgar en el programa “Septiembre mes del testamento”, como jurista y también constitucionalista señaló:

Existe en la población mexicana un temor que se manifiesta cuando se comenta o se pregunta a una persona si ya otorgó su testamento, esto a pesar de que el citado programa que se originó por parte del Colegio Nacional del Notariado desde hace más de quince años, ha sido  reconocido por los treinta y dos Colegios de Notarios de los Estados.

En libro que escribió el Notario de la Ciudad de México José Higinio Núñez y Bandera, titulado “Cómo hacer un testamento sin morir en el intento”, el autor describe que en México sólo uno de cada diez habitantes se preocupa por dictar su testamento; la falta de costumbre acompañada por la ignorancia, ocasiona que no se otorguen más de estos documentos públicos.- Y así dice: “A la pregunta ¿Ya hiciste tu testamento?, Núñez y Bandera recordó las respuestas clásicas de los mexicanos como ¿Qué tan viejo me veo; ya quieres que me muera, o que peleen ellos?.

Tejeda Ortega relató que en las más de tres décadas que tiene él en el ejercicio de su función  y otorgamiento de cientos de testamentos, se ha dado cuenta, al entrevistar a los futuros testadores, que muchos de éstos tienen miedo de otorgar su testamento, por el temor de que puedan morir prematuramente; o por el contrario, que el testamento sea su última voluntad; o que los presuntos herederos señalados en el legado,  les puedan hacer un mal o daño para quedarse con sus bienes.

Pero la realidad es que el testamento es un acto de libre voluntad (a nadie se le puede presionar a otorgarlo), personalísimo, y sobre todo eminentemente revocable,   consistiendo este principio en que el testador lo puede variar en cualquier momento de su vida y no es su última voluntad. Y sobre todo el testamento se encuentra resguardado en el protocolo del Notario y bajo el secreto profesional del mismo, y solamente se le entrega al testador un testimonio que lo puede dar a conocer a sus futuros herederos, o guardarlo hasta su muerte.

Agregó Tejeda Ortega que hay muchos casos en que los hijos llevan a sus padres ancianos ante algún Notario Público, para que éste otorgue el testamento, sin que las personas adultas mayores estén conformes,  lo que el Fedatario debe de analizar con mucho cuidado, pues se podría dar un testamento nulo si el testador fue intimidado o presionado para el otorgamiento.

El artículo 3246 del Código Civil de Puebla en vigor dice: “Es nulo el testamento otorgado por intimidación o violencia, o captado por dolo o mala fe, independientemente de que en el testamento se beneficie o no a persona distinta del autor de la violencia, del dolo o de la mala fe”.

A manera de ejemplo el Notario catorce comentó un caso en que una vez lo fueron a ver los hijos de un señor que iba a ser operado al día siguiente en el hospital San José del IMSS, y a solicitud de dichas personas acudió al lugar donde se encontraba internado el testador, y a pregunta expresa del Notario si deseaba otorgar su testamento, el futuro testador se negó, señalándole ¡que después de que fuera operado y se restableciera su salud, acudiría a su Notaria para el otorgamiento correspondiente!; razón por la cual el Notario se retiró del lugar, pues  la citada persona no tenia deseos de otorgar su testamento, ya que estaba presionado por sus hijos.

Al día siguiente se le informó al Notario que el futuro testador había fallecido el día de su operación.

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