Lunes, 20 Enero 2020 19:22

Estalla revolución femenina en el PAN

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

             Encabezada por una guerrera de hueso colorado, panista, ex panista y vuelta al redil, como es doña Ana Teresa Aranda Orozco que es apoyada por las principales figuras del panismo femenil poblano: Monica Rodríguez Della Vecchia, Amparo Acuña, Carmen Blanco Navarro y otras, han iniciado una revolución interna contra la dirigente estatal del partido blaquiazul, Genoveva Huerta, pues con actitudes arbitrarias y autoritarias, está polarizando al PAN y poniendo en peligro su triunfo en las elecciones del 2021, que según ellas, “tiene todo para ganar”.

            Dicen que maneja a Acción Nacional, para sus intereses y los de su grupo y ha provocado resentimiento y división en las filas femeninas del partido.

            Doña Genoveva, ha respondido con un llamado al diálogo para establecer consensos, “que fortalezcan nuestra institucionalidad”.

             El planteamiento de las rebeldes tiene muchas posibilidades de triunfar ya que doña Genoveva no cuenta con grandes simpatías dentro de su partido y además, quien encabeza el movimiento en su contra, es una experimentada líder opositora, que desde que ingreso a Acción Nacional, en la primera oleada de neopanistas, ha tenido una trayectoria importante: ha sido diputada federal, senadora, candidata a la presidencia municipal de Puebla, miembro del comité estatal, dirigente estatal del partido, secretaria de Desarrollo Social a nivel nacional en el gobierno de su paisano Vicente Fox; ha hecho plantones, huelgas de hambre, marchas, etc.

              Renunció al PAN como protesta contra el gobernador panista de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, para demostrar su inconformidad contra las políticas del ex gobernante fallecido hace un año en accidente de helicóptero y ha regresado, seguramente para ser candidata a la presidencia municipal de Puebla, pues según dijo, “el PAN, ahora, tiene todo para ganar”.

              Solo que con esa frase, demuestra que está fuera de la realidad política del estado y del país, pues en las elecciones del 2021, no solo entrará en juego la discusión sobre el mal gobierno de Claudia Vivero Vivanco, sino muchas otras cosas, como el haberse puesto ya en evidencia, que el desastre de inseguridad y violencia que vive el país y Puebla, es responsabilidad de los gobiernos panistas de Fox y Calderón, al colocar en puestos clave para el combate de esos flagelos, al señor Genaro García Luna, que durante seis años, el tiempo de Felipe Calderón, fue nada menos que el Secretario de Seguridad de su gobierno, cómplice del Chapo Guzmán, que le entregaba pagos de 20 y 30 millones de dólares, lo que tiene sorprendido al señor Calderón Hinojosa, que en seis largos años de su gobierno, en los que tuvo relación muy estrecha con el ahora preso en Estados Unidos, ex secretario de seguridad pública de su gobierno, él no se enteró de nada.

              Y esa complicidad del responsable de la seguridad nacional, consentido personal de Calderón, ha dejado en el país, a más de 200 mil muertos, a decenas de miles de desaparecidos, pues al dar facilidades y tener deferencias para el cártel del Chapo, provocó la guerra entre los grupos de la delincuencia organizada y hubo decenas de miles de muertos civiles que nada tenían que ver en esos problemas, pero que tuvieron que ser privados de la vida, como víctimas “colaterales” de la lucha, que según el presidente Calderón, era contra la delincuencia organizada.

             Y el primer gobierno panista que ha tenido la entidad poblana, el que encabezó Rafael Moreno Valle Rosas, perteneciente a una ola de neopanistas, posterior a la de doña Ana Teresa, ha sido reprobado, por la misma señora Aranda Orozco, que para manifestar su descontento contra el recién fallecido ex mandatario, renunció a su militancia a Acción Nacional, junto con otros destacados neopanistas de diversas olas.

              El primer gobierno panista de Puebla, tuvo como jefe de seguridad, a Facundo Rosas, que ha sido señalado como cómplice de García Luna. Se dice que ese señor, inició aquí el negocio del huachicol. Pero además, el gobierno morenovallista tuvo un mal desempeño económico y administrativo. Realizó obras de relumbrón, sin ninguna proyección social. Con muy elevados costos, obras mal hechas que no han servicio para resolver ningún problema, sino para agravar los que ya se tenían, como las ciclopistas, el mueso internacional del Barroco; los puentes elevados, la rueda de la fortuna. Concentró la inversión económica en la ciudad capital y dejó abandonado al resto del estado, excepción de algunos municipios que por interés personal, fueron declarados “pueblos mágicos”.

            Toda esa tragedia mexicana y poblana, es atribuida a los malos gobiernos panistas: dos nacionales y uno local. La ciudad de Puebla, según el INEGI, tuvo en los años del primer gobierno panista, el mayor número de pobres y a pesar de eso, no hubo un solo programa dedicado a paliar su situación.

           Durante el primer gobierno panista, el renglón agropecuario, tuvo los más bajos presupuestos de la historia, hubo represión política, según dijo un ex dirigente nacional del PAN, que es senador y se persiguió a los mismos miembros de ese partido que no se unieron al morenovallismo que fue la corriente prevaleciente dentro del panismo local.

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