Pertenece ya al grupo de quienes gastaron su existencia por el Reino de Dios: Arzobispo Víctor Sánchez

Puebla, Pue.- ´´En la luz de la fe en Cristo, nuestra vida y resurrección, celebramos hoy las exequias de nuestro querido señor arzobispo don Rosendo Huesca y Pacheco, quien el pasado sábado, a los 85 años terminó su larga y fecunda peregrinación en la tierra. Dios le dio una larga vida. El pertenece ya, la fe nos lo dice, al grupo de aquellos que gastaron sin reservas su existencia por el reino de Dios. Por ello confiamos en que su nombre  sea ahora escrito en el Libro de la vida´´.

El Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa pronunció tal expresión al despedir hoy los restos mortales de quien fue el VII arzobispo de la Arquidiócesis de Puebla, en la misa concelebrada con el cardenal Norberto Rivera Carrera, el obispo emérito Gilberto Balbuena, los obispos auxiliares Tomás y Felipe, y los obispos  de Ecatepec, Cuautla y Tlaxcala.

Monseñor Sánchez Espinosa agregó en su homilía que don Rosendo Huesca formó muchas generaciones de sacerdotes y laicos en la justicia la de Cristo, la del Evangelio. ´´Ese es el ministerio que llevó a cabo  durante todo el tiempo de su vida. A esto se dedicó generosamente, prodigándose con humilde disponibilidad  en las diversas situaciones en las que le puso la  obediencia y la Providencia de Dios, a propósito de su propia vocación sacerdotal´´.

En la misa de exequias, oficiada a medio día de este lunes en la capilla del Seminario Conciliar Palafoxiano, estuvieron presentes para concelebrar también, decenas de sacerdotes de la arquidiócesis y los alumnos seminaristas del mayor y menor.

En la plegaria final, al término de la celebración eucarística, para dar el adiós a los restos de don Rosendo en su féretro y ser luego cremados, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa pronunció:

´´Padre Clementísimo, te encomendamos el alma de nuestro hermano don Rosendo, apoyados en la certeza de que resucitará en el último día con Cristo y con todos los que han muerto en Cristo. Te damos gracias por todos los beneficios que le concediste en vida y que son ahora las señales de que él está en común unión con los santos en Cristo. Abre a tu hijo Rosendo las puertas del cielo y a nosotros que permanecemos en este mundo, consuélanos con las palabras  de la fe, hasta que un dia todos encontremos  a Cristo y permanezcamos  con Él´´.

Con prolongado aplauso los asistentes a la misa de exequias despidieron al fallecido arzobispo emérito Rosendo Huesca y Pacheco, cuyos restos fueron cremados y sus cenizas depositadas en la cripta de los arzobispos, en la Catedral angelopolitana.

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