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Peligroso surgimiento de violencia en Puebla

Lunes, 16 Mayo 2022 20:50 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O     P O L I T I C O

          Los hechos registrados la semana pasada en la sierra negra, por el rumbo de Tehuacán, cerca de los límites de Puebla con Oaxaca y en la mixteca, con límites con Guerrero, deben poner en alerta a  autoridades poblanas, porque si los problemas políticos y sociales que han dado origen a esos hechos no se resuelven, esas zonas se convertirán en un dolor de cabeza para las autoridades y para los habitantes de esas regiones.

          Se reportan cuatro muertos en el caso de Coyomeapan, donde una familia caciquil no acepta la derrota que según las autoridades electorales, sufrió su candidato a la presidencia municipal. En la región mixteca, se culpa de los hechos violentos a un grupo del crimen organizado denominado Los Rojos, que llegó, según afirman las propias autoridades, de los vecinos estados de Morelos y Guerrero.

         EL GOBERNADOR MIGUEL BARBOSA, AFIRMA que su gobierno está comprometido con garantizar la seguridad de los ciudadanos poblanos y con el combate a la criminalidad. Hará prevalecer el estado de derecho y no habrá impunidad.

          Para esto se requiere no solo la buena voluntad del gobernante expresada en el discurso, sino eficientes y leales funcionarios que cumplan con ese ofrecimiento.

          Según afirmación hecha por el titlar de la secretaría de Seguridad del Estado Daniel Iván Cruz Luna, en los casos acaecidos la semana pasada, los malhechores agredieron con disparos y embistiendo a patrullas policiacas con una camioneta y la policía tuvo que repeler la agresión.

            En el caso de Coyomeapan, donde se registraron las muertes, uno de los fallecidos era un muchacho de 15 años de edad, que seguramente no tenía nada que ver en el asunto.

        Hay nueve detenidos por los hechos de Zoquitlán, donde la camioneta de los agresores embistió a dos patrullas, que ya fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales correspondientes.

       LAS FUERZAS DE SEGURIDAD ESTATALES, DEBEN actuar coordinadamente con las fuerzas federales: la Guardia Nacional, el Ejército y si hay en esas zonas, con la Marina.

       Las policías municipales no son confiables en todos los casos. Ahí está el problema de Acatlán, donde el secretario de Seguridad Municipal, fue abatido junto con su esposa, al salier de una fiesta familiar y en este ataque están inmiscuidos elementos de la policía municipal y el mismo presidente del municipio y ya se les investiga.

        Ya las autoridades estatales y federales han hecho un llamado a las autoridades municipales, para que no se inmiscuyan, por ningún motivo, con grupos delincuenciales, pero es necesaria una efectiva vigilancia de las autoridades del Estado, para evitar que eso ocurra.

         Muchas veces las autoridades de los municipios se ven presionadas por los delincuentes y por temor, acceden a tener tratos con ellos. En estos casos las autoridades estatales y federales, están obligadas a brindar protección efectiva a presidentes y regidores, y a formar cuerpos de seguridad municipal capaces y honestos, aunque esto requiere que los integrantes de los cuerpos policiacos de cada municipio reciba salarios dignos y seguridad social para ellos y sus familias.

          LA ORGANIZACIÓN ANTORCHISTA, está pidiendo justicia para un comerciante de esa organización que fue asesinado en un tianguis por un grupo denominado “los ferreros”, quienes jugando futbol en un campo cercano, golpearon a una señora de la tercera edad en la cara con el balón. Los comerciantes exigieron que el joven jugador pidiera disculpas, a lo que éste se negó. De ahí vinieron los alegatos y el grupo de “los ferreros” empezaron a golpear a los antorchistas con objetos metálicos pesados, matando a un comerciante y lesionando a otros varios de los que se encuentran graves.

         OJALÁ Y LAS AUTORIDADES ACTUEN CON RAPIDEZ y eficacia, para que la violencia no se les salga de control y se convierta, como está ocurriendo en varios estados del país, en un problema que las rebase, poniendo en peligro la paz social del estado o de varias de sus regiones.

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