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Los priistas de la base

Lunes, 13 Junio 2016 14:16 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

El sábado pasado asistimos, invitados por un amigo, a una reunión de un llamado “Grupo Plural” del PRI, integrado por priistas, la mayor parte profesionistas, sin cargo público y que todavía sustentan la ideología del PRI, liberal, nacionalista y revolucionaria.

Eran poco más de veinte, faltaron varios pues al grupo lo conforman más de 30 personas. Se reúnen esporádicamente para analizar los problemas del país, los del estado y los de su partido. No son busca-chambas. Son personas con un serio interés por los problemas sociales, económicos y políticos de México y del mundo, que analizan interviniendo libremente en esas reuniones, haciendo crítica constructiva, análisis objetivos y participando, cuando los dejan participar, en actividades de su partido, el Revolucionario Institucional.

El tema de conversación del pasado sábado, fue el de las elecciones en Puebla, en las que su partido perdió por segunda vez en su historia, la gubernatura del estado a manos del candidato del PAN, Antonio Gali Fayad. ¿Qué fue lo que pasó? ¿qué falló?

Los asistentes se expresaron con toda libertad y con la mayor objetividad, pues ninguno pertenece a la dirigencia priista y tampoco forman parte del gobierno aunque varios de ellos han sido funcionarios públicos o incluso de representación popular.

Lamentaron la derrota, pero dijeron que mucho tuvo que ver el comportamiento del equipo de la candidata, que cerró el paso a los priistas que espontáneamente y sin ningún otro interés que su partido recuperara el poder en Puebla, se presentaron para colaborar.

Ellos como grupo, fueron de esos rechazados por el grupo compacto del “blanquismo”.

Se  informó que en dos ocasiones se acercaron para presentar un proyecto en el que ellos podrían colaborar y las dos veces les dijeron que sí, pero no cuando. Ya les llamarían por teléfono……

La llamada que les haría un señor de apellido Chumacero, según se les dijo, nunca llegó.

Ellos tuvieron que quedarse con los brazos cruzados, pues nadie les pidió nada. Parece que se sentían muy seguros del triunfo, expresaron.

Pero todo eso ya pasó, dijo uno de los participantes en la conversación que tuvo lugar durante un desayuno en un céntrico restaurante de esta capital, ahora debemos ver como el PRI va a enfrentar la próxima elección, la del 2018.

La conclusión fue que si no hay un intento de lograr una verdadera unidad de los priistas, y la política de exclusión no es la mejor forma de lograrla, si se forman grupos compactos al interior del PRI, que en vez de trabajar por el partido lo hagan por el interés del grupo, el problema se va a agravar en vez de resolverse.

Debe reorganizarse el partido, empezando por sus comités seccionales y reestructurarse. Pero además, debe hacerse un esfuerzo por recuperar la ideología revolucionaria y nacionalista del PRI, que se ha perdido.

Todos los partidos políticos de México se han quedado sin ideología, pero a nosotros nos importa el nuestro, dijo uno de los asistentes.

Este trabajo, que requerirá un gran esfuerzo, debe iniciarse ya, pues el tiempo no espera. Si no empezamos desde ahora, en el 2018 volveremos aquí para lamentar otra derrota y quien sabe cuando el PRI podría volver al poder en Puebla.

La reunión de este grupo, de cuya existencia sabíamos, demuestra que todavía hay priistas convencidos de que los principios y la doctrina de su partido, están vigentes, que el partido surgido de la Revolución de 1910, puede evolucionar, modernizarse, pero sin perder sus principios.

Consideraron que el cambio se les vino encima, desde la llegada de los tecnócratas al poder, que sustituyeron la política social de la Revolución, por el neoliberalismo que ha provocado el empobrecimiento de un gran sector de la población mexicana, el desempleo y el alejamiento de los principios que dieron origen al PRI.

Ellos están dispuestos a trabajar al lado de sus dirigentes para sacar adelante al partido y recobrar el poder, siempre y cuando se les dé el lugar que merecen como militantes.

Algunos hablaron de las guerras sucias que dominaron el panorama en la elección de los doce estados donde se renovaron los titulares del poder ejecutivo, afirmando que esas “guerras” denigran a la política y a los políticos y no conducen a nada positivo.

De los tres panistas que se disputan la candidatura del PAN a la Presidencia de la República: Margarita Zavala de Calderón, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle, éste último es el que tiene la mayor experiencia política, según un análisis realizado por el diario capitalino El Universal.

Margarita Zavala, ha sido diputada local en el Distrito Federal y diputada federal y en ambas ocasiones ha llegado a esos puestos por el sistema “Plurinominal”. Fue además, primera dama cuando su esposo, Felipe Calderón, ocupó la Presidencia de la República. Ese es todo su historial político.

Ricardo Anaya, el actual presidente nacional del PAN, ha sido diputado por el sistema plurinominal y ha sido candidato para una diputación local en Querétaro, pero perdió.

Rafael Moreno Valle ha sido, diputado local por mayoría de votos; diputado federal, también por mayoría de votos, esto en su época priista; senador de la república también por mayoría de votos, ya en su época panista, y gobernador de Puebla, también por mayoría de votos.

El último rumor es de que el actual comité directivo estatal del PRI, permanecerá hasta el mes de diciembre de este año.

Se menciona a Guillermo Deloya Cobián, actual secretario de Capacitación Política del comité nacional del PRI, como posible sucesor de Jorge Charbel Chidiac, el actual presidente.

Charbel Chidiac, es actualmente diputado federal por el distrito de Izúcar de Matamoros, uno de los dos distritos electorales donde triunfó la candidata priista Blanca Alcalá.

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