La embajada de la República de Sudáfrica tuvo la gentileza de extenderme su invitación a la inauguración de muestra fotográfica auspiciada por dicha misión diplomática y que se llevó al cavo en el Museo del Barroco de la Ciudad de Puebla el pasado jueves 14 de septiembre.
Ceremonia de especial relevancia para la ciudad, dada la sincronía de acontecimientos que le circundaron, desde la reciente celebración de la cumbre de los países BRICS llevada a cabo en Johannesburgo, y la cumbre en la Habana del denominado Grupo de los 77 conjuntamente con China, hasta la polémica participación de una escolta de las fuerzas armadas de la Federación Rusa en el desfile conmemorativo del inicio de nuestra gesta independentista del pasado 16 de septiembre, hecho que, en si mismo, pareciera conllevar la invitación para obsequiar con un generoso bote de tamales a la embajadora Oksana Dramaretka, a despecho múltiples voces intoxicadas por los portavoces de las principales cadenas comerciales de telecomunicación.
La relevancia de la República de Sudáfrica, como uno de los países ejes del denominado grupo BRICS ante la reconfiguración del poder plantario, habría ameritado la presencia en la ocasión de las máximas autoridades locales, en lugar de destinar plena atención a la presencia en la localidad del titular del FCE, en lo que luce a las vistas como un programa de maquillaje en la imagen, ante los aberrantes desfalcos de las filiales de la editorial en Bogotá y en Buenos Aires.
Tuve el gusto de comentar con el consejero político de la embajada , el hecho de que me había tomado el atrevimiento en su momento, de llamar la atención del ex embajador Dennis Thokozani Dlomo sobre la importancia que tiene en nuestra historia la sublevación de esclavos comandados Gaspar Yanga, acaso el primero gran libertador del Continente doscientos años de la monumental gesta de manumisión de Alexis Potión en Haití.
Naledi Pandor, la actual ministra de relaciones exteriores de la República de Sudáfrica es, a la fecha, sin lugar a dudas, una de las figuras más relevantes de la diplomacia internacional, siguiendo sus lineamientos, el embajador Thokozani se abocó a estrechar relaciones con la población afrodescendiente, trabando, en consecuencia , una amistad por demás simbólica con las autoridades del ayuntamiento de Yanga, Veracruz.( https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjrg8T3n7eBAxWrPEQIHXNNAdcQFnoECBUQAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.e-consulta.com%2Fopinion%2F2022-08-25%2Frememorando-gaspar-yanga&usg=AOvVaw0XDclIln5Oi9bhVRENjUcc&opi=89978449)
Por lo demás, el pasado 14 de septiembre, en la inauguración de la muestra fotográfica aludida, sostuve una amigable conversación con el consejero político de la embajada de la República de Sudáfrica, a quién referí, que fue, precisamente, el regimiento de la ciudad de Puebla, el que, partiendo de la ciudad en enero de 1609, se encargó de abatir la sublevación de esclavos, que, proveniente de “San Lorenzo de los Negros”, hoy municipio de Yanga, se encontraba apertrechado en las cercanías de Orizaba.
Le comenté, asimismo, que, a mi particular entender, en mucho ayudarían las autoridades locales a entrelazar las relaciones diplomáticas con África en su totalidad, promoviendo un memorial de desagravio histórico a los mexicanos afrodescendiente en virtud de la afrenta que tal suceso histórico conlleva consigo.
Al menos, tal tendría que ser el sentido de una auténtica política cultural, no adulterada por la transformación de la función pública en mera presentadora de espectáculos, en ocasiones , incluso, con el claro propósito de maquillar la imagen de sujetos en no pocas ocasiones señalados de haber incurrido en monumentales actos de corrupción tal y como sería el caso del sublime, fallido y hoy también finado Rafael Moreno Valle o de su sucesos José Antonio Gali Fayad.
Del hijo de un psicópata, captado mientras profería amenazas de muerte a un inspector de la alcaldía “Miguel Hidalgo” de la Ciudad de México a quién amagaba con un cuchillo sobre el cuello, otro tanto podría decirse; alcaldía capitalina en la que el titular, dicho sea de paso, reprodujo a nivel exponencial las prácticas del “Holding Inmobiliario” enquistado de tiempo atrás en la alcaldía “Benito Juárez” ; y en uno de cuyos restaurantes, al margen de la correspondiente taquería del padre psicópata, un abogado muy amigo de Monseñor Onésimo Cepeda y surtidor de armas a la seguridad pública de Genaro García Luna, decidió balear a su joven esposas a la vista de los comensales con el deliberado propósito acaso de que moderara su voluptuoso comportamiento.
El mundo se transforma de manera vertiginosa, y en las nuevas relaciones políticas la cultura habrá de jugar un papel fundamental, una cultura que, a diferencia de como fuera promovida en los años del imperio unipolar desbordado, inaugurado con el derrumbamiento de “El Muro de Berlín”, habrá de abandonar un carácter meramente funcional para estar dotado de una amplia perspectiva política, de visión de largo alcance y no de meras “narrativas” dotadas de retóricas estridentes; la muestra fotográfica auspiciada por la Embajada de la República de Sudáfrica que fuera inaugurada el pasado 14 de septiembre en el Museo del Barroco, encuadra a cabalidad con esta nueva exigencia de la cultura plenamente imbuida de contenidos de alta política.
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