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Problema de salud pública es el enfrentamiento con armas

Miércoles, 13 Julio 2016 16:12 Escrito por Jerónimo Morales Hernández

El comportamiento violento se aprende, no se lleva en genes: Earls

El comportamiento violento se aprende, se refleja en el cerebro,  pero no se lleva en los genes, asegura el doctor en ciencias, Felton  Earls, y comenta “Hemos hecho un buen trabajo en cambiar las normas en cuanto al abuso de menores. Ahora tenemos que ampliar esto para incluir la exposición a la violencia.”

Describe que la violencia por armas de fuego “es algo que debe interesarnos a todos. Y en algunos lugares como Estados Unidos, se ha convertido en un problema de salud pública”; mas cunde ya en naciones y ciudades de segundo y tercer mundo, como México y Puebla.

A estas aseveraciones del doctor Earls se suman expertos en estudio de tal problema, quienes investigan qué es necesario hacer para entender las soluciones y controlar la situación.

Señalan que es increíble y ya larguísima la lista de tiroteos masivos sólo de 1982 a 2016 en el vecino país del Norte, donde el tiroteo más reciente, el de Orlando, el 12 de junio del presente año, fue en el que ha fallecido el mayor número de personas.

Recuerdan que a raíz de la matanza en una escuela de Connecticut, donde fallecieron más de 24 niños y algunos adultos, Harvard School of Public Health y Reuters realizaron un evento que denominaron “La violencia armada: una crisis de salud pública”, con la participación del profesor de política y gestión de la salud, David Hemenway, y el profesor de psiquiatría infantil, Felton Earls, de Harvard Medical School.

Hermenway dijo que “Los Estados Unidos  tiene un problema enorme con las armas. Comparado con otros países del primer mundo, tenemos más armas, las leyes más débiles y muchos más homicidios.

El Dr. Earls por su parte asegura  que “el comportamiento violento es un comportamiento que se aprende, se refleja en el cerebro, pero no se lleva en los genes. Hemos hecho un buen trabajo en cambiar las normas en cuanto al abuso de menores. Ahora tenemos que  ampliar esto para incluir la exposición a la violencia.”

Y añade  que independientemente de lo que causa que se usen las armas de fuego, de acuerdo a un reporte en Science Now, publicado en JAMA, las lesiones que sufrieron las víctimas de la violencia causada por armas de fuego entre 2000 y 2013, aumentó tanto en severidad como en fatalidad, mientras que la fatalidad de otras lesiones traumáticas disminuyó.

En el estudio se observó de cerca la naturaleza de las heridas por balas en los pacientes en el centro de trauma más grande de Denver. Lo que se encontró es que basado en el aumento en la severidad de las heridas por balas y en el aumento en el número de pacientes a quienes les habían disparado varias veces, era más probable que los pacientes fallecieran ahora de sus heridas por los balazos, de lo que hubiera sido hace 10 años. Lo que no se aplicaba a otros traumas como caídas, accidentes o apuñalamientos.

Felton  y Hermenway han sido considerados expertos en política y en salud, pues  sus estudios avanzados y resultados de los mismos relacionados con situaciones en países del primer mundo,  a últimas fechas se registran en la mayor parte de naciones del segundo y tercer mundo, como en la capital mexicana y otras entidades federativas, entre las que se halla Puebla.

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