Su consumo resulta una trampa de calorías, azúcares y grasas


Las personas que  se preocupan, ansían perder peso  o comer sanamente, deben tener mucho cuidado en el consumo de alimentos y bebidas, pues en muchos  casos,  en vez de mantener la dieta que escogen o les recomienda su médico, son víctimas de engaños con “alimentos saludables”.

La directora de Vida y Salud, doctora Aliza, al prevenir de  lo anterior asegura que hay diversos alimentos y bebidas que parecen buenos para los planes dietéticos y para la salud en general, pero resultan una trampa de calorías, azúcares y grasas por el aumento de calorías que producen.

Describe que una ensalada puede ser a veces tan perjudicial como una hamburguesa  pequeña. Por lo cual recomienda mantener los ojos abiertos ante las comidas y bebidas, y para ello comenta:

Las frutas son sanas cuando son consumidas frescas. Los concentrados de frutas que tienen mucha azúcar añadida, son los que generalmente se usan para hacer  batidos que contienen hasta 80 gramos de azúcar, 350 calorías y nada de proteína.

Si además tienen helado y otros edulcorantes, son una receta para hacer fracasar cualquier dieta.  Nadie debe confiarse sólo por ver “frutas”; debe comprobar que de verdad estén frescas   y que las consuma con leche descremada o con yogurt  bajo en grasa; el tamaño también cuenta.

Es reina del engaño, describe, la ensalada César, pues  quienes piensan que al pedir en el comedor una ensalada César en vez de una hamburguesa con papas fritas hacen algo muy bueno para su salud y su figura, se equivocan, ya que esta ensalada  no es sana, pues con los pedacitos de pan tostado, el queso  y el aderezo contiene hasta 400 calorías y 30 gramos de grasa; ni porque tenga lechuga resulta buena ni baja en calorías.

Aun cuando el té helado suene como mejor alternativa que las sodas y las sodas de dieta, en realidad puede estar cargado de azúcar; una botella de 20 onzas contiene más de 200 calorías y casi 60 gramos de azúcar. Es mejor tomar el té natural y sin dulce, o darle un toque de sabor con limón, para no sabotear la dieta.

El burrito de pollo suena mejor que el de carne, porque la carne roja tiene mala fama para la salud, aunque contenga  fríjoles, que son sanos. Mas no es tan inofensivo como parece; puede tener hasta 1,000 calorías y una dosis alta de grasa saturada, además del queso, la crema agria y la grasa de la tortilla de harina.

Por lo general, los burritos son  muy grandes, y eso no favorece para nada el tema de cuidar las porciones. Es mejor  una fajita con vegetales y tortillas de maíz. La cantidad en las salsas que se consumen también es clave para lograr un platillo que no proporcione tantas calorías.

Está de moda el agua con vitaminas, pero además de que les agregan vitaminas, algunas tienen  demasiada azúcar y así pierden su encanto. Si se desea agua con sabor, se debe tomar agua común con limón o unas gotas de otro jugo de fruta.

Vida y Salud expone que la clave es que siempre, ante cualquier alimento que diga “light” o ligero, se lean las etiquetas para asegurarse  de que no tienen demasiada azúcar o grasas perjudiciales,  como grasas saturadas o grasas trans.

Publicado en SALUD

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