Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, estuvo presente en el segundo día del INCmty 2016. Durante la conferencia "Nuevas oportunidades para el sector energético de México", el titular de la Sener habló sobre el contexto en que fue aprobada la reforma energética en México dos años atrás, los retos que plantea y los avances logrados en este corto periodo de tiempo transcurrido.

Joaquín Coldwell utilizó una analogía para explicar la dualidad de la reforma energética. Como Janus, el dios romano de dos rostros que miraban en direcciones opuestas, esta iniciativa busca transformar tanto el sector de hidrocarburos como el de la electricidad, los cuales comenzaron a declinar su producción a partir del año 2004, de acuerdo a datos ofrecidos por el secretario.

“Un rostro de la reforma es la reforma que se nos rezagó en el siglo XX, la que debimos haber hecho en la etapa final del siglo XX en materia petrolera y por desacuerdos políticos no la hicimos (...). Pero el otro rostro de la reforma es el que mira al siglo XXI. Es la reforma de la electricidad y la que fija las bases para que el país pueda transitar gradualmente de las energías fósiles a las energías limpias”, explicó el funcionario.

Especificó que los grandes objetivos de la reforma para el sector petrolero son traer capital y tecnología de punta para poder acceder a nuestros yacimientos no convencionales de aguas profundas y acelerar la transformación industrial del país y la comercialización. Y en materia eléctrica crear un mercado eléctrico mayorista, generar mayor competencia para que a través de esta se generen precios más competitivos y estimular las energías limpias del país.

“La reforma energética mexicana decidió derribar el muro que impedía el acceso de mexicanos productivos a invertir en la energía. Y no se trataba únicamente de derribar barreras, esa era una parte importante, sino también de construir un nuevo modelo, de construir nuevas instituciones”.

El secretario de Energía puntualizó que, a diferencia de otras reformas, esta iniciativa “no privatiza las empresas del estado, los antiguos monopolios Pemex y CFE. Los transforma, les fija metas y los obliga a competir con las empresas privadas a las que se le llama a la cancha de la competencia buscando que el país gane mayor eficiencia energética”.

Al concluir su conferencia, Pedro Joaquín Coldwell subrayó las nuevas oportunidades de inversión que se han desprendido a partir de este cambio y llamó a los jóvenes a prepararse y a que se atrevan a cruzar los nuevos umbrales consecuentes de esta reforma constitucional.

Publicado en GOBIERNO

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