En los años sesenta era un niño aun, cuando contaba con diez años, en la familia pasábamos malos momentos, mi padre Victorino Hernando por motivos de salud tuvo que dejar sus labores de la panadería. En mi niñez, a esa edad era feliz y compartía juegos con los niños de la calle 8 poniente, como los Miranda y los Lucero; mis amigos eran hijos de los matrimonios formados por don Regulo Miranda y doña Martina Hernández, y de don Guadalupe Lucero y doña Fernanda Espitia, respectivamente. El mes de diciembre siempre era esperado, tenía un encanto especial, seguramente porque a mi edad  solo pensaba en el juego con mis amigos del barrio de los zapotes, pero a esa edad, me gustaba ir con mis hermanos mayores Gerardo y Luisa a la despegada de cacahuate; nos trasladábamos al campo a un lugar denominado Amayuxtla  a las cosechas de don Lupe Lucero y, sin presumir, éramos buenos despegadores de cacahuate y el dinero obtenido el día sábado se lo entregábamos a mi madre, Gabina Alconedo. Recuerdo qué como recompensa, a la llegada de los juegos mecánicos a la feria de Chiautla nos daba unas monedas para disfrutar la feria.

Todos los años de mi infancia los diciembres los disfrutaba por la llegada de los juegos mecánicos que se instalaban en la plaza principal, frente al zócalo, abarcaban todos los espacios, los juegos los traía la empresa de “Atracciones Sánchez”. Juegos como “Los Volantines”, “Los Caballitos – Carrusel-“, “La Rueda de la Fortuna”, en ésta hacían cola especialmente parejas de adolescentes que, aprovechaban las alturas para tocarse las manos, abrazarse o los más atrevidos, besarse; había otras atracciones para el público como el tiro al blanco, los aros donde el paisano obtenía como premio diferentes regalos, algunos que eran para obsequiar a su acompañante, por supuesto, una dama; y la infinidad de dulces para degustar y también se podía comprar juegos de madera. Aún recuerdo todo ese bullicio de la gente que radiaba de alegría, la plaza toda alumbrada con focos de colores e intermitentes, la música que se confundía con el bullicio de la gente, los motores con ese olor de gasolina que los hacia funcionar, la empresa llevaba su propia planta de luz. Años atrás, una palomilla de niños que vivián en el centro de la población como Pedro, Jaime y Abel, se sumaban otros como Joaquín y Raymundo, todos con gusto colaboraban a empujar el carrusel, para ellos era divertido, porque podían disfrutar de una subida a los caballitos, como recompensa.

Son los años sesenta cuando Chiautla empieza a sacudirse esa pesada loza impuesta por el gobierno a finales de los años treinta: “para Chiautla, ni agua”. Por fin, a finales del año 1962, llega la Luz Eléctrica a la cabecera municipal pero, en realidad lo que viene alumbrar al municipio es la oportunidad de que sus jóvenes puedan alcanzar una profesión, la de profesor de educación primaria, con la presencia de la escuela Normal Primaria por Cooperación “Luis Casarrubias Ibarra” a partir de 1963, creada e impulsada por el profesor Manuel González Romero que llegó a ocupar la dirección de la Escuela Secundaria “ Mariano Antonio Tapia”, era un joven profesor con ideas progresistas.

El día doce de diciembre cada año se honra a la Virgen de Guadalupe, es una celebración religiosa y es la más importante, convertida en fiesta. El exconvento del siglo XVI, reliquia de la Mixteca, es en este majestuoso inmueble, la Parroquia de San Agustín Apóstol donde se celebra una solemne misa, también los niños hacen su primera comunión, es un evento religioso como acto de fe y muy concurrido, se concentran familias de los pueblos y rancherías del municipio, y se ve a las mujeres y los hombres portando sus mejores galas, la ocasión lo amerita y las recientes cosechas da para ello.

En el año de 1964 las autoridades del ayuntamiento municipal, encabezadas por don Fidel Vega, presidente municipal interino, se presentaron en la casa de don Austreberto Pacheco y doña Guadalupe Monrroy. La visita tenía la intención de lograr su participación para celebrar una Feria Agrícola, Ganadera y Comercial el mes de diciembre, para lo cual pensaban organizar un certamen para elegir a la reina de la feria, invitaron al matrimonio Pacheco Monroy para que su hija Irma participara, al aceptar el matrimonio, se trasladaron al pueblo de Santa Ana Tecolapa a la Escuela  Primaria  “Simón Bolívar” lugar donde laboraba la joven maestra Irma Pacheco Monroy que también confirmo la aceptación a la invitación; y lo mismo hicieron con los padres de las jovencitas Elvira Domínguez Tapia y Sabas Tapia Medina, las otras dos concursantes. Dicho evento se organizó por primera vez en el municipio, tenía como objetivo recabar fondos para iniciar a obtener recursos para solventar los gastos de una obra importante para la cabecera municipal, Chiautla de Tapia, la introducción del agua potable. Pero fue hasta el año 1968 el día 30 de octubre, cuando por fin se termina la red de agua potable inaugurándose la obra con 500 tomas domiciliarias, para beneplácito de los habitantes.

Sin duda la Feria Agrícola, Ganadera y Comercial trae varios recuerdos para la profesora Irma, primera reina de la feria y coronada como “Irma Primero”, y no olvida este pasaje de su vida. Como olvidar la visita al Distrito Federal para comprar su vestido o vestidos a La Lagunilla, que tenía fama de encontrar ropa bonita y barata, también su calzado, propio para el evento y esa ropa que una reina debía lucir ante el expectante  auditorio, tenía que estar lo más presentable, elegante, el evento y la ocasión lo ameritaba; fue sin duda una noche de ensueño de la reina de la feria acompañada de otras dos bellezas; un evento amenizado con música grabada del momento y la  interpretada por un grupo de música de viento. Para este significativo evento se contó con la presencia de escuelas, donde el profesor González Romero, director de la escuela secundaria destacó el papel de la mujer y, además, hizo hincapié en una nueva temática escolar, el grupo mixto que ya funcionaba en su institución, sin duda, todo un avance en la impartición de la tarea educativa en Chiautla de Tapia.

La feria fue visitada por el recién nombrado gobernador del Estado de Puebla, Aarón Merino Fernández, quien junto con las autoridades locales recorrieron la exposición ganadera, que representaba una importante y floreciente actividad en el municipio; también se colocaron estanterías en el Palacio Viejo, donde se expusieron productos del campo de nuestra región de las recientes cosechas, como la mazorca, cacahuate, ajonjolí y la Jamaica, principalmente. La juventud de Chiautla participó en eventos deportivos, futbol y beisbol que se celebraron en el antiguo camposanto municipal, situado en la parte poniente de la población, donde ahora se encuentra el Centro Escolar general “Emiliano Zapata”.  

Fueron tiempos los años sesenta de una comunión de un pueblo, que al menos en esos días de fiesta podía olvidar sus problemas y sus apremiantes necesidades, porque las había, pero que también no renunciaba a sus sueños, y fueron años donde se abrían brechas y nuevos horizontes para crecer; pero qué, sin embargo, Chiautla aun, era un municipio todavía olvidado, que se encontraba en lo más recóndito del estado.

Cholula de Rivadavia, 5 de diciembre de 2024

Publicado en CULTURA

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos