Dramáticas situaciones viven varias familias del Fraccionamiento Jardines de Zavaleta quienes están atemorizados por las represalias oficiales contra quienes se han inconformado, pues los supuestos directivos de la asociación civil de colonos del mismo fraccionamiento quienes están fuertemente apoyados por el panista LUIS CUAUHTÉMOC HIDALGO, primo de MARTHA ERIKA ALONSO HIDALGO quien es dirigente estatal del PAN y esposa de RAFAEL MORENO VALLE.

Desde noviembre del año pasado han sido víctimas de la negligencia DEL PRESIDENTE MUNICIPAL PANISTA DE CUAUTLANCINGO, JOSÉ FÉLIX CASIANO TLAHQUE, quien se ha convertido en cómplice de la asociación civil que se ha apoderado de las vidas de quienes habitan ese conjunto residencial y de sus visitas. Las quejas que ha recibido para retirar los obstáculos que impiden el libre tránsito de los ciudadanos y que incluso se han llegado a cometer acciones de despojo, han sido totalmente ignoradas en perjuicio de los derechos humanos de los inconformes.

Los afectados acuden a los medios de comunicación en espera de que se les haga justicia. En poder de la redacción obran sendos oficios de las autoridades municipales panistas de Cuautlancingo en los que se señala que no existe autorización alguna para cerrar u obstaculizar calles en ese fraccionamiento ni para realizar cobro alguno obligatorio, pues el fraccionamiento no se encuentra sujeto al régimen de condominio.

Los vivales que manejan la asociación civil convirtiéndola en un magnifico negocio NO han rendido cuentas y se desconoce el destino de más de CINCO MILLONES DE PESOS de cuotas que han manejado durante más de tres años.

Para consolidar tan magnifico negocio desde noviembre del año pasado determinaron de manera obligatoria que quien no pague no podrá pasar libremente  a su domicilio, comenzando las penurias de las familias que se niegan a tal arbitrariedad pues obligan a ancianos, mujeres y niños, sin importar condición climática alguna, a abrir manualmente las rejas con las que tapiaron los accesos, además de obligarlos a que desde sus domicilios, incluso caminando, tengan que ir a abrirles a sus visitas o a los prestadores de servicios que tampoco dejan pasar libremente.