El estrés puede inducir a la drogadicción, alcoholismo y otros vicios.

“Luchar o huir” se denomina  a la reacción  común del cuerpo frente al estrés que puede empeorar enfermedades como cáncer  y diabetes, o hacer que la persona  adopte comportamientos compulsivos como el uso de drogas, exceso de alcohol, del cigarrillo o que ingiera alimentos  más de lo necesario.

Los efectos de este síntoma, cuando no duran mucho tiempo, generalmente llenan al organismo de energía y emoción y lo “alistan” para la lucha;  pero si dura mucho, empieza a cansar por mantener  la actitud de batalla, y los efectos en el cuerpo pueden ser peligrosos.

Expertos de Vida y Salud, encabezados por la doctora Aliza, al señalar lo anterior  describen que el cuerpo humano está diseñado para que al percibir una amenaza o un riesgo, se prepare para dar la pelea y alejarse del peligro.

Estos comportamientos, aclaran, no sólo no alivian el estrés, sino que además encierran al paciente en un círculo vicioso, del que le cuesta mucho liberarse.

Han confirmado que el hipotálamo, pequeña parte del cerebro, activa una alarma que combina señales nerviosas y hormonales; en tanto que por una parte los circuitos nerviosos se encargan de aumentar la tensión de alerta, enfocar la atención , reducir la sensación de dolor, controlar el hambre, el sueño  y deseos sexuales. 

Y por otra parte las glándulas suprarrenales reciben la orden de liberar hormonas  llamadas cortisol y adrenalina. La primera, que es la del estrés, agudiza el sistema inmunológico y aumenta la cantidad de combustible en la sangre, necesario para reaccionar al estrés; mientras que la adrenalina aumenta los latidos del corazón, eleva la presión de la sangre y la producción y utilización de energía.

Puede ser beneficiosa  la reacción del cuerpo cuando el estrés mantiene  el balance interno  o la autorregulación  del mismo, además de fortalecer el Sistema  Nervioso Simpático. Hasta se dice que la sensación de estrés puede ser emocionante, ya que por eso hay muchos  “fanáticos de la adrenalina”; lo que se debe  a que durante este proceso se genera una sensación de bienestar físico al concentrar toda la energía del cuerpo en estar listo para actuar rápidamente.

Esta reacción, confirman en Vida y Salud, se regula automáticamente. Cuando el cuerpo deja de percibir una amenaza, la alarma se desactiva, el cuerpo se relaja, deja de generar hormonas y el corazón vuelve a latir normalmente.

Cuando el cuerpo está permanentemente enfrentando situaciones estresantes, la alarma permanece activa y éste funciona todo el tiempo en estado de alerta, como si se preparara para una pelea que nunca sucede.

Han constatado los expertos que la constante activación nerviosa y la sobreproducción hormonal desgasta y deteriora el cuerpo, y puede generar diferentes problemas de salud como:  debilitamiento  del sistema inmunológico, aumento a la vulnerabilidad de infecciones, enfermedades cardíacas, problemas digestivos, problemas para dormir, depresión o ansiedad y,obesidad.

Insisten en que es recomendable  buscar ayuda  para manejar los niveles de estrés y encontrar un punto medio para que no afecte seriamente la salud, ya que,  reiteran,  puede empeorar otros síntomas y otras enfermedades como el cáncer y la diabetes; también  puede hacer que la persona adopte los comportamientos compulsivos  cayendo en la drogadicción, alcoholismo y otros  vicios.

Publicado en SALUD

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