Puebla, Pue. - Cuando a la mesa llega un producto alimenticio detrás de él existe un complejo proceso que va desde la producción, hasta el último eslabón que es la venta de los productos en los centros de abasto o la tienda de la esquina, y es el consumidor final el beneficiado o afectado por la calidad del producto.

En México es relativamente reciente la vigilancia sanitaria que realizan las instituciones federales de los alimentos, con el fin de proteger la salud de la población.

Leyes y normas en sanidad e inocuidad alimentaria hay, de la misma forma como hay leyes para todo lo que rige la vida de la sociedad, el problema de siempre es que no se cumplen. En el mundo de la producción y manejo de alimentos es tan grande en México que las leyes e instituciones son incapaces de vigilar todo el proceso.

Por ejemplo, cuando a un hogar llegan verduras como lechugas, cilantro, perejil, zanahoria, brócoli, rabanitos, coles, etc., nadie sabe, ni pregunta de dónde vienen, quién las produjo, que agua se usó, qué agroquímicos se usaron, y cómo se usaron, tampoco sabemos el manejo de la cosecha, transporte, manejo en las centrales de abasto, mercados, tianguis, etc. No sabemos nada, los consumidores sólo son eso, sólo quieren consumir, lo demás no les interesa, cuando es vital para cuidar su salud.

Muchas enfermedades hoy como el cáncer están asociadas al consumo de productos del campo y que no cumplieron con normas, hubo abuso y mal manejo de agroquímicos, y mal manejo de los productos en el transporte y los mercados.

Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y el Comité estatal de sanidad vegetal

SOLO PARA EXPORTACIONES SE APLICAN LAS LEYES

El agrónomo Yucundo Posadas Marrero, experto productor, afirmó que en México sólo para exportar productos agrícolas se aplican las normas sanitarias porque los países importadores sólo compran productos certificados, libres de patógenos, de cualquier enfermedad o plaga.

Al exportar, agregó, las instituciones reguladoras, cumplen su función, vigilan, aplican normas, pero ya no hacen lo mismo en el mercado nacional, en donde hay mucha libertad y tolerancia en la producción y manejo de los productos, lo que representa un riesgo para los consumidores.

Es un largo proceso, explicó, desde la producción hasta el consumo, se requiere que todos participemos, productores, transportistas, empresas que compran los productos, los trabajadores que las manejan y los consumidores finales, lo que deben saber comprar y conocer sobre productos certificados.

Vamos a suponer, señaló, que los productos vienen bien del campo, que los productores manejaron bien el proceso, que están capacitados en el manejo de agroquímicos, lo que  sigue se el transporte, empaque ye embalaje de los productos, si es último proceso   no se hace conforme a las normas, existe riesgo de contaminación de los productos.

UN RIESGO LA ZONA DE LA PRESA DE VALSEQUILLO

Advirtió el experto que sólo en la zona de Valsequillo, Tecamachalco  y otros municipios como  Izúcar de Matamoros, Chautla de tapia, Huehuetlán el Chico, es muy probable que algunas hortalizas sean regadas con aguas negras, los productos son comercializados en los mercados regionales, esto representa, advirtió, un riesgo en la salud de los consumidores.

Nadie sabe, dijo, si esos productos son vigilados por las autoridades competentes, es muy probable que no estén certificados, por lo tanto, no deben comercializarse.

Hay mucho por hacer, señaló, se requieren políticas públicas enfocadas a vigilar los productos, que en el campo se den buenas prácticas agrícolas, estrictas normas sanitarias, capacitación e información a los ciudadanos para que sepan adquirir los productos libres de patógenos y que estén certificados.

Posadas Marreros, que destacó que hoy se producen y manejan los productos del campo y en general todos los alimentos sin ningún orden, “parece que vivimos en un pueblo sin ley, en un pueblo salvaje donde cada quien hace lo que quiere, y la producción y manejo de productos del campo un libertinaje total”.

SI HAY CONTROL, NORMAS Y LEYES EN LA PRODUCCION Y MANEJO DE LOS PRODUCTOS DEL CAMPO, AFIRMA JIMENEZ MERINO

Por su parte Alberto Jiménez Merino, agrónomo por Chapingo y con muchos años de experiencia, afirma que en México, hay leyes, normas e instituciones que vigilan la sanidad e inocuidad de los productos del campo.

Explicó que la sanidad es un conjunto de prácticas que se aplican a los cultivos, ganados y peces para garantizar que los alimentos no tengan plagas ni enfermedades, la inocuidad es un conjunto de prácticas para que los alimentos no le hagan daño a las personas.

Indicó que estas dos prácticas están regidas por el Sistema Nacional de Sanidad e Inocuidad de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en sus reglas y normas se establecen una serie de certificaciones en los procesos que se inician con buenas prácticas agrícolas, la capacitación y observancia de buenas prácticas agrícolas, ganaderas y acuícolas, asegurando que los alimentos están sanos.

Todo empieza con el combate de plagas y enfermedades y no haya afectación de las cosechas, que sean alimentos sanos, la inocuidad tiene que ver con el manejo que reciben la selección, el empacado, el almacenamiento y la comercialización.

La sanidad y la inocuidad, afirmó, están controlados por el Sistema Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria -SENASICA- de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal.

Hay una serie de certificaciones que hacen profesionales especializados para garantizara que las reglas se cumplan, que el proceso de producción, cosecha, empaque, transporte y comercialización sea el adecuado a las normas establecidas.

Normalmente, indicó, haya sistemas de muestreo, sobre todo desde la siembra hasta la cosecha y empacado los productores tienen la obligación de ir registrando cada una de las etapas, hay bictácoras para garantizar y comprobara que se están haciendo bien las cosas, las empacadoras están certificadas, haya un seguimiento desde la siembra hasta el consumo.

EL USO DE AGROQUÍMICOS

Fabián Baltasar Nieto, investigador del Colegio de Posgraduados, explicó que hay agroquímicos permitidos para usarse adecuadamente, hay otros que no están autorizados pero que se siguen utilizado de manera indiscriminada para controlar plagas y enfermedades.

Hay normas que piden que el agroquímico sea aplicado en determinada fecha pero que sea 15 días o un mes antes de la cosecha para que no existan residuos en el fruto, se hacen estudios de laboratorio.

EL 99 POR CIENTO DE LAS UNIDADES DE PRODUCCIÓN NO ESTÁN CERTIFICADAS

Destacó que son pocas las unidades de producción que cumplen las normas, ni el uno por ciento tiene el sistema de inocuidad.

Aseguró que el 99 por ciento de las unidades de producción no están certificadas, no tienen el sello ni la garantía o el certificado de que los productos sean inocuos, “hablamos de jitomates, chiles, aguacates de todas las verduras como las que se producen en Valsequillo, Tecamachalco, San Martín y otros municipios, lo que representa un peligro para la salud.

En muchas unidades de producción aplican los agroquímicos de manera indiscriminada, por ejemplo, si en la lechugas hay una plaga el productor aplica hoy el producto y mañana cosecha, por lo que se producto tiene una alta concentración de productos químicos, por lo que hay riesgo de enfermedades como cáncer y si las hortalizas son regadas con aguas negras el riesgo aumenta.

Quien vigila que un producto sea inocuo el Comité Estatal de Sanidad Vegetal y el SENASICA que es la parte federal que norma que los productos estén inocuos, que una región o estado esté libre de plagas y enfermedades

Al productor lo que le interesa es la ganancia, no le conviene perder, le aplica agroquímicos para salvar su dinero, por eso el 99 por ciento de las unidades de producción no están certificadas, los residuos tóxicos no se eliminan ni lavando verduras y frutas

Son principalmente los que exportan los que deben tener su certificado de inocuidad.

Hay agroquímicos catalogados como tóxicos, si se usan de manera indiscriminada representan riesgos, hay productos autorizados con las dosis y tiempos adecuadas.

PRACTICAS AGRÍCOLAS

Existe una serie de prácticas agrícolas que los productores deben aplicar como el maneio del agua, la que debe ser potable y protegida de heces de aves o animales.

El productor debe de tener una estación sanitaria donde los trabajadores en época de cosecha hagan sus necesidades en baños adecuados y no al aire libre, deben tener un comedor, la unidad de producción debe estar cercada para evitar la entrada de fauna silvestre y doméstica.

El proceso sigue en la central de abasto donde debe haber un buen manejo de los productos.

En dos años el SENASICA determina o certifique que la unidad de producción sea inocua, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal brinda asesoría al productor para que tenga sus instalaciones adecuadas, el SENASICA da el certificado de inocuidad.

Publicado en MUNICIPIOS

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