Ser servidor público o ingresar al gobierno es como sacarse la lotería para unos cuantos, mientras que para otros, que se suman a la burocracia resulta como ingresar a   una escuela, la universidad; un aprendizaje nuevo que tiene que ver con el servicio público un servicio dirigido a la sociedad, al pueblo. Un empleo distinto al que se desarrolla en una empresa privada, pero igual de importantes para una sociedad.

Mi ingreso en los años 1970 a la administración pública federal, no fue fácil, lo realice mediante exámenes, una vez superado esto, me incorporé a la entonces Dirección General de Estadística, después a la Delegación de Programación y Presupuesto en la ciudad de Puebla, terminé becado en el Instituto Nacional de Administración Pública. Ya a estas alturas conocimos como altos funcionarios y un selecto grupo de funcionarios menores torcieron a la administración pública con actos de corrupción que cambiaron la imagen del servidor público y del propio gobierno. Eso de la Renovación Moral y el Susodicho Servicio Civil de Carrera, que nos ilusionó a muchos. Sí, así es, fue toda una falacia.

Ya en la ciudad de Puebla tuve la oportunidad de colaborar con tres administraciones municipales, donde para ingresar, la selección de personal como lo dicta la teoría administrativa en pocos casos se aplicaba. Normalmente cada nueva administración venía acompañada de su equipo de trabajo, aun  del mismo partido político. Fue en la tercera administración cuando junto con muchos trabajadores fuimos lanzados a la calle por el aun gobierno del partido hegemónico, con todo y nombramiento de base – documento firmado por el presidente municipal, pasamos de la alegría a la desesperanza. Y después el gusto de sacar a ese partido del poder, con un voto lleno de encono.

Hoy no solo ofrezco citas personales de mi transitar de servidor público. Me apasiona el tema municipal y por supuesto estoy preocupado por lo que pueda pasar al tomar posesión los nuevos ayuntamientos en el estado de Puebla. Mi temor es que los vicios del pasado partido hegemónico, no se hagan presenten en los servidores públicos, que el nepotismo, clientelismo y cuatismo no sea lo que distinga la nómina municipal; un padrón de proveedores de cuates que propicie actos de corrupción y genere obra pública cara y deficiente. Que quede claro, el voto de las pasadas elecciones venía acompañado de un solo grito: “ no más de lo mismo, ya basta”.

Los ayuntamientos ya fueron elegidos con el voto del pueblo en las pasadas elecciones del domingo 6 de junio de 2021, es decir, son servidores de elección popular, pero poner en marcha las funciones o tareas denominadas servicios públicos municipales es necesario nombrar y asignar responsabilidades específicas, los servidores públicos de confianza o mejor conocidos como trabajadores del ayuntamiento. Donde destacan los responsables directos de las áreas y donde es importante asignar el hombre adecuado al puesto adecuado – es un principio de la ciencia administrativa. Me parece puntual la siguiente cita atribuida al millonario estadounidense Warren Buffet: “ Contrata a los mejores y déjalos hacer lo que saben. Sí no, contrata a los más baratos y que hagan lo que tú dices”.

Ya no se puede seguir engañando a un pueblo que ha puesto todas sus esperanzas en un nuevo gobierno, el municipal para nuestro caso. Los rezagos y anomalías existentes tienen  que ser corregidas, resueltas. Y para continuar con mis citas, dado el tiempo que ha pasado del triunfo electoral a la toma de posesión ofrezco  ésta de una brillante mujer, su nombre Ángela Merkel, Física y Política Alemana, canciller de Alemania desde 2005. “ Los presidentes no heredan problemas. Se supone que los conocen de antemano, por eso se hacen elegir para gobernar con el propósito corregir dichos problemas”. Esto es válido para presidentes de un país y también para un gobierno local, como lo son los ayuntamientos municipales. Salud y enhorabuena!!

Barrio de Tlanichiautla, ciudad de Chiautla de Tapia, Puebla a 20 de agosto de 2021

*Miembro fundador de Alianza Ciudadana Mixteca de Chiautla de Tapia, A. C: