Domingo, 11 Junio 2023 16:32

Chiautla de Tapia, de propia voz

A mi compañera de la vida: Dolores

Soy el municipio más grande del estado de Puebla, con una extensión territorial de 685 kilómetros cuadrados. Este espacio,  a mil metros sobre el nivel del mar en el que me encuentro, lugar con clima cálido y seco. Durante el año las lluvias de temporal me embellece la flora, la que  me transforma. Existo desde tiempos inmemoriales, en  mi  suelo pasaron los primeros pobladores, ya nómadas y luego sedentarios, aquí se establecieron para labrar mi suelo y crear los primeros asentamientos.

Fueron los olmecas los primeros pobladores. Sufrí invasiones de Olmecas-Xicalancas, mixtecos y tlauicas, las padecí también, en época de Netzahualcóyotl (1435). Vi partir a  chiautecos para participar en las guerras floridas, fue el valor y el  arrojo  lo que  distinguió a estos hombres. Sufrí la conquista de los españoles y fui encomienda, distrito y partido donde se me incorporaron otros pueblos aledaños.

Mi primer ayuntamiento de origen español, fue instalado originalmente en la parte norte, conocido durante muchos años como el Palacio viejo; conté con un cuadrante donde siempre se construía un coso o corral donde se lazaba y toreaban toros; la presencia de muchos jóvenes de la región alegraba esta fiesta, montando excelentes caballos y toros, participaban en las carrera de cintas, y los ganadores eran premiados por lindas mujeres cuya belleza sigue presente.

Soy un municipio que vivió en carne propia los movimientos revolucionarios de México, el país. Soy Chiautla, el suelo que cuida celosamente la parroquia de San Agustín, lugar histórico que albergó en dos ocasiones al general José María Morelos y Pavón; soy tierra de hombres valientes como el cura Mariano Antonio Tapia que condujo a éste suelo a jóvenes insurgentes que  fueron los principales caudillos de la independencia y luego, presidentes de México: Nicolás Bravo y Vicente Guerrero; de don Zeferino Saldivar quien acompañó al General Porfirio Díaz Morí en batallas importantes contra el ejército francés al igual que el batallón Chiautla. Soy la chiautla de Jesús Morales Ríos y de Abrahán  Ramírez que enfrentaron al ya Dictador Porfirio Díaz Morí, el amanecer del 3 de mayo de 1903; de los zapatistas chiautecos, que combatieron con valor 2 días al ejército federal a finales de enero de 1913 y de los que firmaron el Plan de Ayala en Ayoxuxtla. Soy la Chiautla del profesor Gilberto Bosques Saldivar, quien vivió
y participó en los eventos revolucionarios de la primera mitad del siglo XX a lado de Aquiles Serdán y Venustiano Carranza.

Soy  Chiautla del cacahuate, el maíz y la Jamaica. Del atole de granillo y los tlaxcales; de los tamales heridos y tamales de ceniza; de los huesos de cuahuayote y la pepita; del pipián, guaxmole y el enjococado. De los dulces como el jamoncillo y la palanqueta; de la fruta de horno y el pan de muerto.

Soy Chiautla la que festeja a sus santos: febrero a la virgen de la Concepción; septiembre a San Miguel Arcángel ;  agosto al santo patrón San Agustín; y el 12 de diciembre  la conmemoración de la virgen de Guadalupe.

Soy cuna de jóvenes profesores comprometidos con la educación; tierra de artesanos, músicos, escritores y poetas. Soy suelo que impregna nostalgia; tengo alegría pero también tristeza. Soy suelo de esperanza y de progreso. Soy chiautla la que vio llegar al joven revolucionario de la educación, Profesor Manuel González Romero; de los profesores Martiniano Guerrero, Filiberto Quiroz, Luis Casarrubias Ibarra, las maestras Priego y Sabino Cilia. De distinguidos chiautecos como Luis Cardoso Eumaña, Abel Domínguez y Jaime San Martín.

También soy tierra de migrantes: campesinos, obreros y profesionistas. Soy suelo que sufre, pero que también ríe. Soy tierra que huele a huisache, de humedad de  barrancas, de las canteras de piedras y del mármol.  De las montañas, cerros y colinas cubiertos de cactus y de flores silvestres. Soy tierra del ganado; de las aves que cantan y que vuelan sin destino y finalmente vuelven. Soy mosaico de flores silvestres y azucenas;  y de una gastronomía de origen campesino.

Soy tierra que quiere y extraña a sus hombres y mujeres. Soy tierra y aire que se niega a morir; Soy la tierra caliente del sur: de las noches de obsidiana traslúcida.

¡¡Soy la Perla de la Mixteca!!.

¡¡ Salud!!

*Miembro fundador de Alianza Ciudadana Mixteca del Distrito de Chiautla de Tapia, A.C.

Publicado en CULTURA