He de agradecer humildemente a familiares y amigos, entrañables todos, las muestras de cariño vertidas a sus servidores, Yolanda y Agustín,  por el 41 aniversario de la fundación de la humilde familia  Fiz – Zamora.

La gran mayoría se mostraron admirados por que, a la distancia de más de 4 décadas, sigamos juntos y acompañándonos a todas partes. Sobre todo en estos tiempos tan turbulentos en que valores tan caros y cosa curiosa,  todos con artículo determinado, de género femenino, como: la honradez, la lealtad y la fidelidad se encuentren extraviados en la vorágine universal de la  tan temida discordia y la ponzoñosa y maldita envidia.

Como es fin de año y es temporada de reflexiones, me dejaron pensando durante todo el día en el rito anual de ordenar la fotogalería del clan sobre los motivos que mi conducta había despertado en ellos sin proponérmelo. Incluso, a algunos de ellos y quienes se tomaron la molestia de escucharme,  les alcancé a explicar el resultado de mis elucubraciones. Pensamientos que ahora comparto con ustedes. ¡Y es que la receta es muy sencilla!:

1º.- Nuestro amor por nuestros hijos.

2º.- Nuestra veneración por nuestros nietos.

3º.- Nuestra solidaridad con nuestros congéneres.

Ese sentimiento de pertenencia, “nuestros”, es la fórmula que ha permitido lograr la cohesión necesaria para trascender en el tiempo y en el espacio. En resumen, les ruego que observen que tenemos una sola cosa en común: La misma pasión y ¿para qué queremos más?

Por último, me despido deseándoles un año lleno de bendiciones del ser superior en el que ustedes tengan depositada su Fé y con una frase de mi abuelita Luz, qepd: “La misión divina del ser humano es buscar la felicidad de los demás y así, y solo así, alcanzarás  la propia.” ¡Salud! ¡Vámonos por otra vuelta al sol!

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Ocho sugerencias para disfrutar sanamente las actividades de la época actual

Los contrastes de la vida en esta época de fin de año llenan de felicidad a mucha gente, mientras a otras  les causan soledad, tristeza, estrés, conflicto familiar y hasta depresión, por lo cual Vida y Salud ofrece algunos consejos para disfrutar más y sanamente estas festividades decembrinas.

El espíritu navideño y la alegría de la temporada invaden hogares y muchos lugares, pero el hecho de que los días sean más cortos  y oscurezca tan temprano;  estar alejado de seres queridos, tener presiones económicas por las compras de regalos y gastos para la cena, los viajes y recibir a invitados, entre otras situaciones, hacen que este mes no sea tan alegre, sino cause estrés o deprima.

Para evitar situaciones deprimentes y disfrutar tranquilamente las celebraciones religiosas y sociales, se proponen ocho consejos o sugerencias:

Primero: Planear con anticipación, esto es, designar un día para hacer las compras más importantes o necesarias y así eliminarlas de lista para concentrarse en otras tareas, teniendo en mente el refrán “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

Segundo: Resolver los problemas familiares aprovechando esta época en la que, con orientación y ayuda espiritual, se propicia la reconciliación  hablando con los seres queridos si se tiene algún problema. Recordar que la familia es el eje del bienestar emocional y que nada es tan grave como para romper la relación con una persona a la que se estima. El diálogo es la clave.

Tercero: Hacer un presupuesto y respetarlo. Antes de hacer gastos que pueden causar dolores de cabeza, se debe planear cuánto dinero se tiene disponible. Hay que tener en cuenta que “el amor no se manifiesta con regalos”.  Si hay problemas económicos, hay que usar la creatividad, hacer algo con las manos, preparar un pastel o establecer un sistema de intercambio de regalos para que cada miembro de familia tenga que dar un regalo a otro y así se ahorre dinero.

Cuarto: Si se vive sola(o) o lejos de la familia, hay que emplear el tiempo en alguna causa que llene el corazón. Así se puede acudir como voluntaria(o) a algún lugar o agencia que necesite ayuda o simplemente ayudar a una o varias personas que tengan necesidades. Hay quienes se sienten beneficiadas o beneficiados simplemente con una compañía.

Quinto: No exigir demasiado. En vez de esperar que estas celebraciones salgan a la perfección, hay que relajarse y decidir estar tranquilo, ya que siempre habrá imprevisión, pero hay que ser realista.

Sexto: Aprender a decir No. Cuando se tienen demasiadas cosas que hacer en esta época y que los demás exigen a uno demasiado, se debe rehusar a hacer algunas. Es mejor hacer pocas cosas y hacerlas bien, que comprometerse con demasiadas y no hacer ninguna bien.

Séptimo: Limitar el consumo de alcohol. Es tolerable tomar alcohol, pero sin excederse, ya que además de no ser saludable, se ha demostrado que éste puede aumentar los sentimientos de nostalgia en relación a que “el tiempo pasado fue mejor”, y esto puede acentuar la depresión.

Octavo: Buscar actividades con familiares y amigos, que sean gratis. Se puede salir a caminar y ver los adornos navideños de la ciudad o población de residencia, consultar la agencia cercana de actividades gratuitas o escuchar música en familia.

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