• A poco más de un año de la creación de la estrategia “CAMALEÓN”, asociaciones y sociedades médicas presentan una imagen más lúdica, atractiva y de alta recordación para que los mexicanos reconozcan los signos y síntomas de esta enfermedad neurológica, con el fin de que el paciente o su familiar llamen rápidamente al 9-1-1 o acudan a un hospital, ya que cada minuto es vital para salvarle la vida.

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Ciudad de México a 29 de abril de 2019.- Para el Sr. Francisco Dalzell Amor el recuerdo de sus vacaciones familiares fue uno de los últimos momentos que tuvo antes de despertar, conectado a un respirador artificial en la tráquea, inmóvil y sin poder hablar, en la cama de un hospital. Cuando los doctores le explicaron a él y a su familia que había sufrido un infarto cerebral, nunca se imaginaron que este padecimiento cambiaría sus vidas de forma radical a nivel emocional, social y económico.

“No recuerdo bien los detalles del día en que mi mamá tocó a mi puerta para avisar que mi papá estaba inconsciente en el piso de su cuarto, pero nunca olvidaré el momento en que los doctores nos dijeron que si sobrevivía, difícilmente volvería a caminar por su cuenta, que tendría que recibir terapias físicas y cuidados paliativos de por vida; vaya, que no volvería a ser el mismo… ni nosotros”, relató con la voz entrecortada Erika, hija del Sr. Dalzell o “Pico”, como cariñosamente lo llaman.

Durante la conferencia de prensa en la que se dieron a conocer los resultados del Plan Nacional para la Atención Integral del Infarto Cerebral en México, especialistas de la Asociación Mexicana de Enfermedad Vascular Cerebral (AMEVASC), la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME) y el Centro Nacional de Información para el Sistema de Atención de Llamadas de Emergencia 9-1-1 coincidieron en que, así como “Pico”, son muy comunes los casos de enfermedad vascular cerebral (EVC) en el país debido a su falta de prevención y atención, por lo que hoy está dentro de las primeras cinco causas de muerte en mayores de 20 años de edad y la tercera en adultos de más de 60 , .

El Dr. Luis Manuel Murillo Bonilla, Vicepresidente de la AMEVASC, explicó que la EVC se divide en: infarto cerebral, definido como la interrupción de flujo sanguíneo debido a la oclusión de un vaso que lleva sangre al cerebro por un coágulo o trombo; y hemorragia cerebral, producida por la ruptura del vaso en el cerebro. El infarto cerebral representa el 80% de los casos de EVC, por lo cual se tienen mayores avances en el tratamiento agudo, ofreciendo altas probabilidades de recuperación siempre y cuando el paciente o un familiar sepan identificar los síntomas, lo que les permitirá trasladarse a un hospital habilitado para atender la emergencia .

“Las primeras 4.5 horas desde el inicio de los síntomas son vitales, pues entre más rápido se reestablezca el flujo sanguíneo cerebral, se evitará la pérdida de millones de neuronas y con ello secuelas graves (problemas de memoria, equilibrio, lenguaje, razonamiento, hasta discapacidad física y muerte prematura) . Por eso, consideramos que el tiempo es cerebro”, apuntó también el neurólogo con subespecialidad en EVC y terapia endovascular.

En ese sentido, el Dr. Javier Saavedra Uribe, Presidente de la SMME, destacó el rol fundamental que tiene la Estrategia “CAMALEÓN” con la que, a través de un acrónimo de fácil recordación, la gente ha podido reconocer los signos y síntomas del infarto cerebral. “El año pasado iniciamos una difusión muy fuerte para permear la estrategia en la sociedad y hoy tenemos el agrado de presentar una nueva imagen que tiene tres objetivos fundamentales: 1. Simplificar el entendimiento con un lenguaje más coloquial; 2. Generar conciencia para que los afectados vayan sin demora a un hospital o llamen al 9-1-1 y 3. Incrementar el conocimiento de la enfermedad con un enfoque preventivo”.

De esta manera, dijo que se sustituyeron los gráficos por fotos reales que ejemplifican visualmente los síntomas de la EVC, haciendo énfasis en que nadie está a salvo de ella; de hecho, cada 2 segundos se diagnostica un nuevo caso  y se estima que 1 de cada 4 la padecerá en algún momento .

Además de ello, se acortó la explicación del acrónimo y se creó una cumbia muy “pegajosa” y “movida” para que fuera más atractivo: CAra (CAra colgada), MAno (MAno pesada), LEngua (LEngua trabada) y ON (activaciÓN, que indica llamar rápidamente al 9-1-1 o ir a los servicios de urgencias), ya que el resultado es mortal y sólo en un hospital le pueden salvar la vida. 

El urgenciólogo y médico especialista en Medicina de Reanimación comentó que, a partir de mayo y en una primera etapa, la campaña no sólo podrá escucharse en radio y redes sociales, sino que también estará disponible a todo el público a través de la página www.estrategiacamaleon.com.mx, y en la fanpage de Facebook @estrategiacamaleon.

Asimismo, dijo sentirse muy contento de que algunos influencers comiencen a sumarse como es el caso del mexicano Enrique “Kike” Mánica (El Reality 2014, La Isla), quien fue presentado como embajador de la estrategia “CAMALEÓN” y que por medio de su exitoso canal de YouTube Vas Wey! (@vasweymexico), ayudará a que jóvenes adultos tomen conciencia sobre la necesidad de prevenir y tratar factores de riesgo como obesidad, tabaquismo, hipertensión arterial, colesterol elevado o diabetes mal tratada. “En el infarto cerebral cada minuto es vital, de ahí que mi misión será informar para que nadie más fallezca por su causa o, peor aún, sobreviva con dificultad o incapacidad para moverse o hablar, teniendo una pobre calidad de vida”, expresó Mánica.

Por su parte, el Dr. Luis Daniel Sánchez Arreola, Vicepresidente de la SMME y asesor médico del Sistema de Atención de Llamadas de Emergencia 9-1-1, lamentó que alrededor del 70% de las personas que tienen síntomas de infarto cerebral y se presentan en el hospital, están fuera de la ventana terapéutica de 4.5 horas y, en la mayoría de los casos, llegan solos y por sus propios medios. Adicionalmente, “es trágico cuando un paciente acude a un centro de salud que no cuenta con personal capacitado, un tomógrafo para el diagnóstico ni con el tratamiento trombolítico necesario para disolver el coágulo”.

Sin embargo, resaltó que gracias al compromiso de las sociedades médicas y a la firma del Protocolo de Atención Telefónica para la Atención del Infarto Cerebral, se ha podido enfrentar poco a poco el desafío que significa la homologación de los servicios de emergencia pre y hospitalarios en el país, sin importar si son instituciones públicas o privadas. Un ejemplo de ello es que, desde febrero de 2018 a la fecha, el protocolo médico está disponible en los sistemas de cómputo de 195 Centros de Atención 9-1-1 a nivel nacional y es utilizado por más de 3000 operadores telefónicos y 4 mil despachadores.

“Con esto, agregó, hemos hecho posible la clasificación por primera vez en la historia de los incidentes médicos logrando registrar y clasificar las emergencias médicas relacionadas al cerebro. Hoy, se distingue la urgencia neurológica y el infarto cerebral como incidentes médicos de atención prioritaria. Desde 2017 se ha incrementado en 15% el número de llamadas de emergencia médica y tan sólo de enero a junio del 2018 en el 9-1-1 se registraron más de 1 millón 20 mil llamadas médicas reales, de las cuales 1,590 fueron catalogados como casos sospechosos o muy probables de EVC. Se estima que para 2019 el número de reportes de eventos acumulados de esta naturaleza sea cercano a los 3 mil; es decir, cerca de 8.8 casos reportados diariamente a nivel nacional”.

Y en lo que respecta a la atención intrahospitalaria, el Dr. Saavedra Uribe sostuvo que se ha trabajado muy fuerte para crear una red de hospitales en los cuales se ha estandarizado el protocolo médico por medio de la capacitación continua a equipos multidisciplinarios, programas de educación a la comunidad en pro de la accesibilidad a la atención oportuna y la administración del tratamiento clínico en el menor tiempo posible.

Hasta el momento ya son 218 hospitales públicos y privados en todo el país habilitados para atender adecuadamente una EVC. “En la actualidad, la tasa de pacientes que llegan a tiempo y son trombolizados en estas instituciones de salud es del 27%, lo que significa que, de una medición de 281 casos registrados con alguna enfermedad vascular cerebral, 185 son por infartos cerebrales isquémicos”, afirmó.

Teniendo en cuenta esta situación, el Dr. Murillo Bonilla estuvo de acuerdo en que: “Es una realidad que muchas instituciones no están todavía listas para atender oportuna y correctamente casos de infarto cerebral; incluso, tampoco llevan un registro estadístico de la incidencia, por lo que hemos fomentado una cultura de control de procesos para recabar información actual y verificable de la EVC en México”.

Por ello, hizo un llamado a las autoridades de gobierno para que la atención del infarto cerebral tenga la relevancia que merece en el Sistema de Salud mexicano, sobre todo en estos momentos en que el país vive un periodo de transformación. “Si bien hemos tenido avances, es indispensable redoblar esfuerzos en la elaboración de políticas públicas como la Norma Oficial Mexicana en la materia, a fin de que los centros médicos estén acreditados y existan procedimientos universales para que casos como el del Sr. Francisco Dalzell Amor sean menos comunes en un futuro cercano”, concluyó.

Publicado en SALUD

•    Durante la Conferencia Internacional en Medicina de Emergencias 2018, especialistas hicieron un llamado para que el infarto cerebral sea considerado un problema de salud pública en México que requiere atención inmediata.
•    Este padecimiento se presenta cada vez más en edades productivas, con una incidencia de 230 casos por cada 100 mil habitantes .
•    El reto en México: Impulsar campañas para detectar posibles signos y síntomas como la estrategia CAMALEÓN y agregar valor su tratamiento holístico en el hospital.

Ciudad de México a 27 de junio de 2018. Para ampliar el conocimiento sobre el infarto cerebral y promover un tratamiento oportuno y adecuado en México, la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME) realizó recientemente la Conferencia Internacional en Medicina de Emergencias (ICEM) 2018, la cual reunió a 1500 expertos y contó con el apoyo de la Federación Internacional de Medicina de Emergencia (IFEM), la Asociación Mexicana de Medicina de Enfermedad Vascular (AMEVASC), el Centro Nacional de Información para el Sistema de Atención de Llamadas de Emergencia 9-1-1 y la Iniciativa Angels.

Durante el evento el Dr. Jesús Daniel López Tapia, Presidente de la SMME, indicó que cada seis segundos una persona fallece por infarto cerebral y seis de cada diez la presentará en algún momento de su vida, por lo que actualmente es la cuarta causa de muerte en población general y la segunda de demencia en México sólo después del Alzheimer .

Dijo que si bien se ha avanzado en su atención en el mundo, en México los casos se han incrementado en menores de 45 años de edad debido a la falta de políticas públicas que fomenten la reducción de factores de riesgo --como obesidad, diabetes mal tratada, hipertensión arterial y tabaquismo-- y eviten la discapacidad y muerte prematura. “En comparación a otros miembros de la OCDE, nuestro país reporta las tasas de mortalidad más elevadas a 30 días del ingreso por infarto cerebral isquémico en un hospital (19.2 por cada 100 admisiones) cuando el promedio es de 8.2 ”.

Por ello, “la realización de foros educativos y científicos como el ICEM es crucial para buscar soluciones ante los retos que representa el manejo el manejo del infarto cerebral y la relevancia del trabajo conjunto entre actores clave para homologar criterios y procedimientos terapéuticos en alguna de sus dos modalidades: isquémico (cuando un coágulo tapa una arteria en el cerebro interrumpiendo el flujo sanguíneo) o hemorrágico (cuando la arteria se rompe dentro de la cavidad craneal)”, explicó.

En ese sentido, destacó que el desafío para México está en estandarizar el modelo de atención prehospitalario y hospitalario en los servicios de emergencia: “El infarto cerebral isquémico, por ejemplo, es tiempo-dependiente, por lo que existe una ventana terapéutica de 4 horas y media en la que el paciente puede recibir el tratamiento trombolítico que deshaga el coágulo y reduzca tanto la discapacidad y evite otros gastos catastróficos para él y su familia”.

El Dr. López Tapia comentó que, lamentablemente, hoy en día 70% de quienes presentan alta sospecha de infarto cerebral llegan al hospital tarde y por sus propios medios y, ya estando ahí, resulta que el centro de salud no cuenta con un tomógrafo para el diagnóstico preciso, con terapia de reperfusión ni personal capacitado para suministrarla. “De modo que por cada minuto que pasa, el cerebro pierde cientos de neuronas, dejando al paciente con secuelas graves que se traducen en pérdida de la movilidad, visión, lenguaje y disminución de la capacidad intelectual ”.

Para generar conciencia en la población sobre el infarto cerebral, el Dr. Luis Daniel Sánchez Arreola, urgenciólogo y Asesor Médico del 9-1-1, señaló que un primer paso muy importante fue el reciente lanzamiento de CAMALEÓN, campaña de promoción a la salud para el reconocimiento de los signos y síntomas, la cual puede consultarse en la página www.infartocerebral.com.mx o en la fanpage de Facebook @estrategiacamaleon.

A través del acrónimo CAra (debilidad en la mitad del rostro), MAno (pérdida de la capacidad para levantar alguna extremidad), LEnguaje (imposibilidad de pronunciar palabras) y ON, la campaña indica al paciente o a su familiar cómo detectar posibles síntomas y contactar de inmediato al número de emergencia 9-1-1 para que una ambulancia atienda a la persona y lo traslade al hospital más calificado para brindarle una atención adecuada. “Desde el inicio de operaciones, en enero del 2017, el 9-1-1 ha recibido más de 112 millones de llamadas de emergencia, de las cuales cerca de 170 mil correspondieron a incidentes con sospecha de eventos cerebrovasculares”.

Incluso, como parte de los esfuerzos para optimizar el tratamiento de la enfermedad en su fase aguda, apuntó que se pretende reducir a máximo 1 hora el lapso que transcurre desde que un paciente potencial activa el protocolo 9-1-1, llega la ambulancia, se estabiliza a la persona y es transportada de forma prioritaria a un centro hospitalario para recibir atención médica especializada. “La idea es consolidar una atención oportuna e integral de la persona con un infarto cerebral desde antes de su llegada al hospital, pues cada 30 minutos alguien muere o queda con discapacidad permanente porque no recibió tratamiento, éste le fue aplicado tarde o de forma equivocada”, comentó el urgenciólogo como parte de los aspectos más relevantes considerados dentro de los temas del primer curso para la atención del infarto cerebral al personal prehospitalario dentro de los trabajos del ICEM.

Ante esa situación, desde el año 2016 surgió, a nivel mundial, una iniciativa llamada “Angels”, que es parte de un programa que agrega valor al tratamiento holístico de la EVC al estandarizar procesos de trabajo en los hospitales que reciben pacientes, los cuales incluyen capacitación personalizada al equipo multidisciplinario, programas de educación a la comunidad y plataformas digitales en pro de la accesibilidad a la atención oportuna en el menor tiempo posible.

“Esta iniciativa está presente en 41 países en tres continentes del mundo: Europa, Asia y América, y su objetivo a nivel mundial es alcanzar a 1,500 hospitales y ofrecer esperanza a quienes lleguen a estos centros de excelencia. En ese sentido, estamos muy orgullosos de que México haya sido el primer país en implementar nuestra filosofía y metodología”, comentó Patrick Goldstein, representante de Angels en Francia.

Por su parte, el Dr. Christian Valencia Pineda, representante de la Iniciativa Angels en México, sostuvo que “a partir del trabajo conjunto la SMME, la AMEVASC y nosotros, hemos puesto en operación una estrategia con la cual detectamos la más grande red hospitalaria de instituciones pública y privadas en el país que cuentan con sala de emergencias, tomógrafos en funcionamiento, entrenamiento a médicos y personal de salud en la interpretación de estudios diagnósticos y la terapia de reperfusión para restablecer la circulación de la arteria ocluida en caso de infarto cerebral isquémico agudo. Hoy tenemos 81 hospitales y esperamos que para 2019 este número se eleve a 174”, agregó.

En tanto, el Dr. Fernando Góngora Rivera, Presidente de AMEVASC, Neurólogo Vascular y Jefe de la Unidad de Cuidados Neurovasculares del Hospital Universitario “José Eleuterio González” de la Universidad Autónoma de Nuevo León, hizo un llamado a las autoridades para que el infarto cerebral tenga la relevancia que requiere en el sistema de salud mexicano, sobre todo ahora que el país tendrá una nueva administración. “Si bien ha habido avances en la forma en que se atiende la enfermedad en México, es indispensable que esfuerzos como la aprobación de la Norma Oficial Mexicana, que integra procedimientos universales para su manejo y acreditación de centros médicos, sea una realidad”. 

Finalmente, los especialistas coincidieron en que la atención del infarto cerebral requiere de la voluntad de todos los involucrados: industria, gobierno, profesionales de la salud y sociedad, pues cada minuto que pasa pude hacer la diferencia entre la vida o la muerte de un ser humano. “Nuestra misión es optimizar los cuidados para ofrecer a los pacientes una segunda oportunidad para seguir viviendo”, concluyeron.

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