• Pequeña de siete años recibió el órgano donado por su madre.

La menor Allison N. de siete años de edad, originaria de Santa María Xonacatepec, Puebla, y quien cursa el primer año de primaria, recibió un trasplante de riñón, que le fue donado por su madre Claudia, de 27 años, en una cirugía realizada por especialistas del Hospital para el Niño Poblano.

Al respecto, la doctora Enedina González González, directora del nosocomio, informó que producto del primer embarazo y con complicaciones al nacer, la pequeña Allison fue diagnosticada al primer año con seis meses de edad con insuficiencia renal crónica y desde entonces su padecimiento fue controlado por los especialistas del HNP, recibiendo tratamiento y siendo manejada con diálisis peritoneal.

Ante dicho diagnóstico, y siguiendo las recomendaciones de los médicos tratantes, su madre no dudó en ser la primera en pedir se le hicieran los estudios necesarios para determinar si era compatible uno de sus riñones para ser donado a su pequeña.

Siguiendo los protocolos médicos, especialistas del Hospital para el Niño Poblano realizaron todos los estudios determinando la viabilidad de la donación de dicho órgano.

La cirugía se realizó este martes, y en este momento Claudia, ya se encuentra despierta en su cuarto, mientas que la pequeña Allison está en el área de recuperación presentando un perfecto estado de salud. De esta manera se espera que la pequeña supere el padecimiento renal que le aquejaba y mejore su calidad de vida.

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• En la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS en Coahuila la paciente recibió las células para recuperar la producción de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
• Por la anemia aplásica estuvo aislada varios meses bajo cuidados de un equipo multidisciplinario del Seguro Social.

Médicos de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Torreón, Coahuila, realizaron exitosamente el primer trasplante de médula ósea infantil en la entidad, en el que una niña de 12 años recibió células madre de su hermana de cinco años.

La paciente fue dada de alta recientemente, luego de permanecer tres meses en aislamiento con permanente vigilancia del equipo multidisciplinario del IMSS, a efecto de asegurar el éxito del implante y su recuperación.

En noviembre pasado, la niña Gabriela Sarahí, originaria del ejido El Pilar, en Matamoros, Coahuila, presentó sarpullido y fiebre, por lo que fue llevada por su madre al Hospital General de Subzona (HGSZ) número 20 de Francisco I. Madero y posteriormente, al Hospital General de Zona (HGZ) número 18, donde se consideró la posibilidad de que la menor padeciera leucemia.

Para realizar un diagnóstico certero, fue trasladada a la UMAE número 71, donde fue atendida por la hematóloga pediatra Mayra Patricia López Montejo, quien explicó que tras diversos estudios, se determinó que padecía anemia aplásica, condición en la que su cuerpo no produce suficientes células sanguíneas, como son glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

Para reducir el riesgo de infecciones y sangrados fue aislada el 11 de diciembre y se le sometió a distintos procedimientos, en los que se separó virus sospechoso de la anemia aplásica y se suministraron antibióticos e inmunodepresores, sin mejora en la condición de la niña.

Al no tener buenos resultados con los tratamientos, explicó López Montejo, se decidió el trasplante de médula ósea y se inició el protocolo de búsqueda para poder ser intervenida a la brevedad.

Una de sus dos hermanas resultó compatible para el trasplante, por lo que en febrero se extrajeron células progenitoras hematopoyéticas de la médula ósea de su hermanita de 5 años, para infundirlas a la paciente en cuanto estuviera preparada para ello.

“El riesgo de anemia e infecciones era alto y si no se hubiera hecho el trasplante, probablemente la paciente hubiera fallecido. La anemia aplásica es un padecimiento mortal”, explicó la hematóloga pediatra.

Dijo que después del trasplante se mantuvo aislada a la niña para asegurar que no hubiera rechazo y reducir el riesgo de un cuadro infeccioso. Se le practicó un estudio en el Centro Médico Nacional La Raza para conocer si las células se implantaron en el organismo receptor. El resultado fue que Gabriela Sarahí tenía el 100 por ciento de células de su hermana.

El jefe de Onco Hematología de la UMAE número 71, Francisco Javier Rosales Hernández, subrayó que fue el primer trasplante infantil de médula ósea en Coahuila y que la evolución ha sido bastante buena.

Gabriela Ibarra Carrillo, madre de Gabriela Sarahí, agradeció el apoyo de todo el equipo del IMSS que participó en la intervención y tratamiento de su hija: Nosotros pensábamos que era una leucemia. De primero sí estuvo muy duro porque desde un principio ella estuvo aislada, no se le bajaban las temperaturas y con el tratamiento ya fue reaccionando muy bien, hasta que le hicieron el trasplante, manifestó.

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