• Un estudio del sueño permite identificar y corregir con toda ética y profesionalismo todos los trastornos del sueño, que pueden presentarse en cualquier momento de la vida de una persona.
• Las personas que deben ser atendidas son aquellas que roncan fuerte, quienes presentan movimientos anormales mientras duermen, o bien aquellas que tienen un trastorno de sueño que no ha podido ser controlado bajo cualquier estrategia y finalmente, quienes llevan mucho tiempo consumiendo medicamentos y siguen padeciendo insomnio.

México, 25 mayo, 2017.-  El estudio del sueño o estudio polisomnográfico permite conocer la causa de todos los trastornos de sueño y con precisión el tiempo que una persona tarda en dormir, cuánto presenta cada una de las 4 etapas de sueño conocidas, el número de veces que despierta, y todos los cambios fisiológicos que ocurren mientras alguien duerme, señaló el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS).

Añadió que con este análisis es posible saber con exactitud si una persona ronca, presenta pausas respiratorias, arritmias cardiacas, tiene movimientos anormales, habla dormida, fricciona los dientes, tiene pesadillas, sonambulismo, etc., esta información es básica para controlar el trastorno en estudio.

El estudio polisomnográfico, es un método que analiza el sueño mediante el registro de signos vitales y fisiológicos como la actividad cerebral, los movimientos de los ojos, la saturación de oxígeno en sangre, el ronquido, la respiración, la frecuencia cardíaca, la relajación muscular y los movimientos. Además de registrar segundo a segundo durante 8 horas, la técnica de estudio incluye la observación y grabación de los movimientos y posturas que cada paciente adopta para dormir.

El Dr. Reyes Haro dijo que el paciente que lo requiere, debe pasar una noche en la clínica, para que se coloquen una serie de sensores en su cuerpo, mismos que son muy ligeros, superficiales y no causan molestia alguna.

¿Quiénes requieren un estudio del sueño?

Los pacientes deben acudir a una consulta inicial para decidir si el paciente requiere de estudio polisomnográfico para confirmar el diagnóstico y conocer el grado de severidad del trastorno.

En caso de no requerir el estudio se inicia el tratamiento de acuerdo a cada uno de los trastornos de sueño conocidos; si es necesario, se programa al paciente para realizar estudio polisomnográfico diurno o nocturno. Es importante mencionar que la edad de los pacientes varía desde neonatos hasta ancianos y la técnica de estudio se adecúa a cada caso.

Una vez realizados los estudios polisomnográficos se procede a su interpretación y se llega al diagnóstico definitivo para iniciar el tratamiento del trastorno. Mediante estos lineamientos los diagnósticos son muy precisos y el control de los trastornos muy eficiente.

Entre los principales trastornos atendidos en el Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño se encuentran el insomnio tanto en el adulto como infantil, el ronquido y los síndromes de apnea obstructiva de sueño, de resistencia de vías aéreas superiores, de apnea neonatal e infantil, somnolencia excesiva diurna, narcolepsia, epilepsia nocturna, insomnio secundario al uso crónico de medicamentos hipnóticos, e insomnio secundario al síndrome de movimientos periódicos de las extremidades, sonambulismo, terrores nocturnos,  enuresis (orinarse dormidos).

Finalmente el Dr. Reyes Haro Valencia destacó que un estudio del sueño permite identificar y corregir con toda ética y profesionalmente los trastornos del sueño, que pueden presentarse en cualquier momento de la vida. Las personas que deben ser atendidas son aquellas que roncan fuerte, quienes presentan movimientos anormales mientras duermen, o bien aquellas que tienen un trastorno de sueño que no ha podido ser controlado bajo cualquier estrategia y finalmente, quienes llevan mucho tiempo consumiendo medicamentos y siguen padeciendo insomnio.

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Alucinaciones en el sueño-vigilia se originan por la narcolepsia

La dificultad para conciliar el sueño es problema común en muchas personas por distintas causas que también provocan dormir en momentos inapropiados, dormir demasiado en el día –hipersomnio- y tener conductas anormales durante el sueño.

No poder conciliar el sueño –insomnio-, se puede deber a diversas afecciones entre las que destaca un problema en el cerebro, señalan científicos de agrupaciones de salud física y mental.

Otra causa es la narcolepsia, trastorno que se caracteriza por tendencias anormales del sueño, en las que se incluye una excesiva somnolencia durante el día, la alteración del sueño nocturno y manifestaciones alteradas de la fase REM del sueño, etapa que empieza 90 minutos después de dormirse. Y también se caracteriza por las alucinaciones durante el periodo del sueño-vigilia.

Los mismos científicos aseguran que hay más de cien trastornos diferentes de sueño y de vigilia, que se pueden agrupar en 4 principales categorías:

Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido –insomnio-.
Problemas para permanecer dormido -somnolencia diurna excesiva-.
Problemas para mantener un horario regular de sueño -problema con el ritmo del sueño-.
Y comportamientos inusuales durante el sueño –conductas que interrumpen el sueño-.

El hipersomnio, describen expertos de Vida y Salud, es una afección en la cual las personas tienen una somnolencia diurna excesiva, lo que quiere decir que se sienten cansadas durante el día, y también puede incluir situaciones en las que la persona necesita dormir demasiado.

Las causas de este problema incluyen: afecciones médicas como la fibromialgia y bajo funcionamiento de la tiroides; mononucleosis y otras enfermedades virales. Y obesidad, si causa apnea obstructiva del sueño.

Confirman expertos que cuando no se puede encontrar ninguna causa para la somnolencia, se denomina hipersomnio idiopático.

Informan  que algunas condiciones ambientales como la temperatura, ruido, luz, recámara confortable y dispositivos electrónicos pueden modificar el sueño y,  por tanto, juegan un papel significativo en la capacidad de conseguir el sueño adecuado y así lograr un bienestar general.

El sueño profundo también facilita la preservación de la salud mental. Las alteraciones del sueño son un factor de riesgo para los trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad.  La mala calidad del sueño afecta el estado de alerta y las funciones cognitivas como la atención, concentración, memoria, con la consecuente disminución de la productividad académica y laboral, al tiempo que aumenta el riesgo de accidentes de tránsito, domésticos y de trabajo.

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Al cerrar los ojos “nos desconectamos temporalmente de este mundo”: científicos

Dormir bien, uno de los muchos placeres de la vida, es clave para evitar enfermedades mentales o deterioro cognitivo; es indispensable para vivir, repone las energías y da oportunidad al cuerpo de sanarse.

Científicos del Centro Médico  de Rochester en Estados Unidos, aseguran lo descrito y confirman que el sueño es importante para la memoria, para controlar el estrés, para la salud del corazón, para el control de la diabetes y para controlar además el peso y belleza de la piel.

El sueño, que siempre ha despertado la curiosidad de todos porque en gran parte es misterioso, sigue siendo analizado por científicos, quienes comentan que al cerrar los ojos “nos desconectamos temporalmente de este mundo”.

Detallan que durante el sueño aumenta el espacio que hay entre las células cerebrales, lo que permite al cerebro eliminar las toxinas que se acumulan mientras mujeres y hombres de toda edad permanecen despiertos o en horas de vigilia.

Al dormir se activa una especie de sistema hidráulico denominado glinfático, el cual controla el flujo del líquido cerebroespinal  que rodea al cerebro y a la médula espinal.

Este sistema, según lo observado en un experimento con ratas, se abre durante el sueño para dejar que el líquido circule rápidamente en el cerebro.

Los autores del estudio se sorprendieron al ver la diferencia en la circulación del colorante durante la vigilia y durante el sueño.
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Estudios previos han sugerido que las moléculas tóxicas que juegan un papel determinante en el desarrollo de trastornos degenerativos del cerebro, se acumulan en el espacio que hay entre las células cerebrales.

Interesados en conocer cuál es el rol del sistema glinfático en este proceso, los investigadores inyectaron a ratas una proteína relacionada con la enfermedad de Alzheimer, para medir cuánto duraba en el cerebro mientras estaban dormidos y despiertos. Observaron que la proteína desapareció rápidamente en los ratones cuando estaban dormidos, lo cual sugiere que el sueño limpia las toxinas del cerebro mientras descansa.

Estos resultados abren la puerta para encontrar claves importantes acerca del desarrollo de los trastornos neurológicos. Las células que regulan el sistema glinfático podrían ser el centro de atención a la hora de tratar una gran variedad de enfermedades mentales.

Además, este interesante estudio confirma una vez más la importancia del sueño y su efecto reparador. Literalmente, dormir bien, aclara la mente. Así que ¡A descansar!

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