A Pedro Sosa, un quijote de Villagrande

Todo esto que les he platicado lo conocía el grupo de notables y sabían que se requería brindar atención, la historia lo reclamaba y por ese motivo asumieron el compromiso de devolverle su rostro a nuestro pueblo. Les quiero decir que no había necesidad de buscar culpables, porque como sociedad, el daño lo hicimos todos, nos volvimos cómplices con los gobiernos. El asunto era que una vez constituidos como Concejo en funciones, dieron a conocer a toda la población que de acuerdo a la normatividad del “Reglamento que norma la Participación del Pueblo” aprobado, éste Consejo no iba a imponer sanciones, no de las acostumbradas, para todas aquellas personas que incurrieran en ignorar preceptos que prohibía el propio reglamento como los siguientes: Se pide a la población no tirar o depositar basura en la calle o en otros espacios públicos, así como barrer con regularidad los frentes de sus viviendas y evitar la quema de basura y pastizales; evitar la tala de árboles en casa, calles y campo, en su caso informar a oficinas del Consejo; respetar barrancas, pozas y el entorno a ellas; cercar o bardear aquellos  baldíos de propiedad privada, para evitar focos de infección; no realizar el uso inmoderado de recipientes desechables así como del plástico, principalmente en eventos y reuniones familiares. En cuanto al tema de la basura, se pidió a toda la población y a las escuelas fomentar su separación y clasificación, estas cosas parecieran insignificantes que precisamente por ser consideradas así, se volvió un fuerte problema en todos los pueblos. Ahora bien, las faltas al reglamento se pagarían participando en actividades  o jornadas que tiene que ver con los servicios públicos que se dirigían a mejorar la imagen urbana.

Luisa intervino, ¡disculpe nuestros papás nos cuentan que un problema fuerte fue lo del agua potable para el pueblo!, ¿usted que sabe de esto?, claro que lo viví, pero quiero decir que la gente se quejaba de sus gobiernos del servicio de agua potable y también por ejemplo de los precios de los alimentos de origen del campo que se encarecieran; que el calor era cada vez más intenso. En aquellos tiempos se hablaba de la creciente contaminación de nuestros ríos y sobre todo, del tema del cambio climático y fue hasta que lo sufrimos cuando ya empezamos a reaccionar, ya tarde, pero aun podíamos atender esos problemas. Antes no se  hablaba por ejemplo, que con facilidad desaparecemos árboles que con mucho cariño sembraron nuestros ancestros y unos más nacieron por si solos, los tiramos para despejar espacios, sacrificándolos; construimos techos de cemento olvidando los de teja, propios de nuestro clima; cubrimos las calles de asfalto y no utilizamos nuestras piedras. Nunca reparamos en considerar que con todas esas actitudes dañamos la naturaleza y eso lo vivimos cuando desaparecimos barrancas y pozas de agua  y acequias, todo ello, en aras de tener más espacios  para transitar, cuando en el pasado se caminaba en la arena en las barrancas. La gente nunca se imaginó el daño que le estaba ocasionando a la naturaleza y a nosotros mismos.

En la primera mitad del siglo XX en Villagrande corría agua en  barrancas como la de los zapotes y la del tecomaxuchitl, en tiempo de lluvias era un espectáculo ver como bajaba agua que hacía que la naturaleza que la rodeaba refrescaba su entorno y luego, ver los impresionantes ahuehuetes que en su base brotaba agua que en estanques, donde la gente acudía a bañarse a cualquier hora,  y las famosas conchas que el agua ahí almacenada servía para consumo humano, agua limpia que la gente la acarreaba a su domicilio en latas, que se sujetaban con un lazo y con un palo grueso se alzaban en hombros. Y les quiero contar que en nuestro pueblo se creó un tendido de tubería para trasladar agua de los conejos, muchachos – se dirigió  a ellos con mucha emoción con este recuerdo-, el agua se podía tomar en las llaves que se encontraban en pequeños estamentos de cemento llamados hidrantes, colocados  en lugares estratégicos, normalmente en esquinas por ejemplo, en la 9 norte donde viven los Amigón, en la Reforma y 9 norte, en el centro donde está el edificio de Catona, uno más en donde se encontraba el Hemiciclo a Juárez, otro en el Palacio municipal y también dando vuela hasta la esquina de la 2 oriente, frente a los Cardoso en Tlanichiautla, son de los que recuerdo. Esta obra sin duda fue de notable ingeniería ya que el agua era conducida solo por gravedad.

Después, todo cambió en Villagrande. Durante muchos años la demanda  de resolver el abasto  de agua fue una constante y la solución al problema añejo renacía en los tiempos electorales que en su arenga al pueblo los políticos prometían solucionar. Los candidatos al gobierno de nuestro pueblo – continuo el hombre barbado-, despertaban la ilusión del pueblo de tener la fórmula para que el suministro de agua potable no le faltara a ningún hogar de la población y esta promesa –siempre incumplida-, se sucedía en los tiempos electorales cada tres años y en cada campaña, para después venir la desilusión siendo ya gobiernos. Por tal razón los notables dada su preparación académica, la mayoría con estudios universitarios y una amplia experiencia profesional, y ya jubilados, ninguno contaba con antecedentes en puestos públicos de elección popular, pero sí habían tenido una larga experiencia como servidores públicos unos y otros, ejerciendo su carrera profesional.

En el tema del agua, me gustaría poner el acento y comentarles a ustedes jóvenes que, Villagrande si algo la distinguía fue un pueblo donde el agua escurría en todas sus barrancas que la atravesaban, y todavía mantienen su nombre, la barranca de tecomaxuchitl, la de los zapotes, la de los conejos – el hombre barbado hizo una pausa y continuo-, por cierto fue disfrutada sus aguas  por los insurgentes del cura Morelos en el mes de mayo de 1812. Y fue a finales del siglo XIX y los inicios de del siglo XX que, no obstante cuando el país vivía una dictadura en el gobierno de Porfirio Díaz, aquí en Villagrande se construyeron obras importantes como el Puente de las Flores, sí, donde pasa la barranca del tecomaxuchitl, muy cerca por cierto, donde nació Gilberto Bosques; se construyó seguramente la primera escuela primaria en nuestra mixteca, la primaria “Mucio P. Martínez”, donde albergó una niñez que se convirtieron en importantes personajes de la historia de México, como los hermanos Andrew Almazán y Bosques. En cuanto el agua, en esta época se realizó una obra que se adelantó a sus tiempos, y fue llevar el agua de la barranca de los conejos al centro de Villagrande – el hombre barbado hizo una pausa- , les quiero decir que, tanto el Puente de las Flores medieval y de estilo romano, como el tendido de tubería para llevar el agua, en su tiempo fueron grandes dobras de ingeniera, también en esos tiempos se construyó el puente que está muy cerca de lo que fue el inmueble conocido como de Salubridad, junto a la casa de Beny Cañongo.      

Y en el tema del agua ya en campaña, el grupo de notables lo resaltaron en su discurso al pueblo: No venimos a engañarlos, tampoco queremos hacer gala de la misma arenga de los candidatos del pasado, somos ciudadanos que nacimos en este pueblo y es aquí donde tenemos nuestro hogar, nuestra familia. Lo que sí podemos ofrecer es que, juntos vamos a buscar darle solución al problema siguiendo dos caminos, uno, concientizándonos de que debemos dejar hábitos del desperdicio del agua y hacer un uso racional y dos, buscaremos expertos para que  nos indiquen el camino a seguir, para poder recuperar sí esto es aún posible, los mantos acuíferos y como lograr la retención del agua en tiempos de lluvia. La solución la vamos a encontrar juntos y no debemos olvidar que el daño a la naturaleza que le hemos ocasionado tiene que ver con la escasez del agua en nuestros suelos. Lo que si prometemos es, que vamos a descubrir nuestras barrancas para que en un futuro tengamos nuestras conchas de agua y una vegetación que las proteja como en el pasado y para el tránsito vehicular y peatonal se construirán puentes que permitan el paso a las barrancas, utilizando para su construcción piedra de nuestra región. Las barrancas serán un espacio de recreación donde se pueda caminar disfrutando su frescura y las sombras de los árboles que la rodeen.

Paisanos lograr todo lo expuesto, se requiere la participación de todos, y que nos apoyen las instituciones escolares y nuestros paisanos que viven fuera de Villagrande. Disculpe y todo esto se pudo lograr – hablo Sebastián-, claro eso fue realmente un fuerte aliciente para que lo que se vive hoy, la gente tomó conciencia no solo de la problemática del agua, sino que además se alegraron de que los espacios emblemáticos del pueblo se recuperaran como el Palacio viejo, dónde hoy se encuentra nuestro auditorio al espacio libre “ Profesor Manuel González Romero” rodeado de árboles de la región y un lugar de reposo no solo para los estudiantes, es un lugar de aire cultural y que me dicen de la plazuela de Tlanichiautla, donde está ese quiosco maravilloso rodeado de palmeras y árboles que son el deleite de la gente que se reúne todas las tardes, todo eso fue no solo labor del Concejo , no, eso fue el esfuerzo de todo un pueblo y esto llego hasta los demás pueblos de Villagrande, sus habitantes se sumaron para hacer lo mismo.

Ustedes tienen el privilegio de haber nacido en un  pueblo ya reconocido como “Pueblo Histórico” y un lugar donde los visitantes son atraídos no solo por su belleza, también llegan a deleitarse de su rica gastronomía.

¿Por cierto muchachos, platíquenme del concierto que asistieron en el Centro Cultural “Gilberto Bosques”?, Señor – tomo la palabra Gabina- , pudimos deleitarnos de un excelente Tenor mexicano que se ha presentado en lugares de Europa y en el Palacio de Bellas Artes en México. Inició con canciones de ópera y luego, cambio a interpretar canciones clásicas mexicanas, el público, porque quiero decirle que hubo un lleno, pues al final, todos nos pusimos de pie para aplaudirle. Fue una noche inolvidable ¿verdad muchachos?, es cierto, lo disfrutamos mucho.
 
Cholula de Rivadavia, Puebla, septiembre 9 de 2023

*Texto de Novela del autor. Cualquier parecido a la historia de algún municipio, es mera coincidencia.

Publicado en CULTURA