Múltiples factores los provocan, pero todos pueden prevenirse

Puebla, Pue,. Los calambres o espasmos musculares los sufren principalmente durante el sueño y en ocasiones de día, bebés,  jóvenes, adultos, los atletas, las personas obesas, las y los fumadores, quienes toman medicamentos diuréticos y más; pero hay formas de prevenirlos.

Entre las diversas causas que provocan estas contracciones de músculos en las piernas y en los pies, en las manos, brazos y hasta en el abdomen, describen especialistas, entre éstos el doctor  Joseph Mercola, están malas posiciones durante el sueño, mala circulación de la sangre, lesiones musculares, ejercicios excesivos en calor o frío, estrés, no realizar estiramientos antes de practicar ejercicios, deshidratación, hipotiroidismo o sedentarismo.

Si los  calambres ocurren  con poca frecuencia, no hay que alarmarse, pues se pueden tratar en casa. Por el contrario, si los espasmos musculares se producen de forma muy seguida, es recomendable consultar al médico, ya que puede relacionarse con problemas de salud.

Algunas orientaciones médicas o consejos para prevenir o reducir el riesgo de que aparezcan los calambres, los expone wl doctor Mercola  como  sugerencias:

Mantenerse hidratado, como medida importante para la salud. Es muy recomendable  tomar agua  antes, durante y después del ejercic, y sobre todo si hace calor. Esto no sólo  ayuda a prevenir los calambres, sino que mejorará el  rendimiento personal.

Realizar estiramientos,  antes y después de hacer ejercicio.

Guardar una dieta sana y equilibrada y comer alimentos ricos en potasio, calcio, magnesio y sodio, como por ejemplo plátanos o aguacates.

Limitar alcohol y cafeína, ya que pueden  causar deshidratación anticipada.

Aumentar de forma gradual  el nivel personal de actividad. Al realizar ejercicio, hacerlo con calma e ir progresando poco a poco, sin  forzarse demasiado para  evitar sobrecargar los  músculos.

Y para  aliviar el dolor que deja el espasmo muscular, es recomendable dar masaje a los músculos de la zona  afectada y alrededor de la misma, con los dedos pulgares, con un nivel de presión medio dibujando un movimiento circular, durante unos minutos hasta  que el dolor disminuya.

Al sufrir un calambre los músculos quedan agarrotados y rígidos, y el estiramiento ayuda a que se relajen y se ablanden. Cuando  se note  que empieza a doler un  músculo por la tensión, se debe dejar la actividad que se esté  haciendo y tratar de estirarlo por donde se está produciendo el calambre.
 
Otro buen remedio para calmar el dolor tras un calambre muscular es darse un baño con sales de Epsom. Para prepararlo, llenar la bañera con agua tibia y echar sales de Epsom. A continuación, tomar un baño durante 10 o 20 minutos. Gracias al calor del agua y a las sales, los  músculos se calmarán, destensándose y aliviando el dolor.

Aplicar frío en la zona. El frío puede ayudar a aliviar el dolor, por lo que se puede aplicar una bolsa de hielo o una compresa fría en la zona afectada, y mantener el frío entre unos 5 y 15 minutos para notar alivio.

También es bueno ayudar a mejorar la circulación para aliviar el dolor, y para eso se logra  elevando la zona muscular afectada.