Columna | P U L S O    P O L I T I C O

Por lo visto, los mexicanos, ya nos estamos dando cuenta de que tenemos flaca memoria y somos de reacciones lentas. Los panistas siempre han presumido de su “gran espíritu democrático”, de hacer bien las cosas y de su acrisolada honradez. Eso lo han venido diciendo, desde que en 1939, Manuel Gómez Morín, brillante intelectual del siglo XX, fundó a ese partido, al que se unieron católicos recalcitrantes como Efraín González Luna, don Luis Calderón Vega y otros, tanto de la ciudad de México, como de Jalisco, Michoacán y estados del bajío, que formaron la zona colonial más importante, en la época en la que España era dueña del país. Por eso los militantes de ese partido siempre tuvieron a ese país europeo como la “madre patria” y al régimen franquista, como ejemplo a seguir.

              Tal vez por eso, por ser un partido conservador, no prosperó en sesenta años de historia y aun cuando a muchos les parece raro, que el PAN haya surgido en Puebla hasta el año 2010, ello se debe a que si bien es cierto que la capital del estado, siempre ha tenido fama de conservadora y reaccionaria, en los municipios del interior del estado, siempre ha habido una fuerte presencia de grupos liberales que son los que han prevalecido y en la ciudad capital, los liberales han sido fuertes políticamente hablando, como lo demuestra la heroica resistencia que opusieron a los franceses en 1863, durante el sitio que los galos durante meses realizaron, para rendir a la ciudad donde habían sufrido su primera derrota al llegar a este país.

             Desde los años ochenta, el PAN cambio de dueños. Tuvo que convertirse en franquicia de los grupos empresariales, que querían vengarse del PRI por la nacionalización de la banca en tiempos de López Portillo.

              Entonces surgió la primera ola de “neopanistas” que si bien nunca tuvieron interés en afiliarse al partido conservador, lo hicieron por puro afán de venganza y lograron su propósito, arrebatar el poder el PRI, “sacarlo de Los Pinos” con Vicente Fox a la cabeza. Un presidente sin ideología política, gerente de ventas de una empresa de la cocacola, dicharachero y hasta cierto punto simpático, que hizo barbaridades en el poder hasta querer heredar a su mujer, Marta Sahagún de Fox, el poder, algo que por fortuna no pudo lograr.

             Su sucesor que ganó “haiga sido como haiga sido” con el apoyo de un fuerte sector priísta, el magisterio que era controlado por Elba Esther Gordillo, logrando rebasar a sus oponentes del PRI y del PRD (López Obrador, por cierto) con una votación que no rebasó ni por un punto conceptual a sus oponentes.

          El señor Calderón Hinojosa, fue el que inició la guerra contra el nacotráfico, que se ha venido intensificando y que todavía padecemos, pues no tuvo ni estrategia, ni gente capaz para esa “guerra”, pues sacó a los miembros del Ejército a las calles, sin percatarse que las funciones de los soldados no son policíacas, para las que no estaban preparados.

            Miles de muertos y miles de secuestrados, sumaban los saldos de esa “guerra” al terminar su mandato.

             Además entregó millones de hectáreas a empresas canadienses para la explotación de minas a cielo abierto, contaminantes de suelo y agua.

            El partido, que según dicen sus promocionales televisivos, todo lo hace bien, se convirtió en franquicia en Puebla, de Moreno Valle, funcionario priísta y por tradición familiar, siempre afiliado a ese partido, que fue seguido por varios amigos suyos, priístas también, que dentro del PAN formaron la corriente “morenovallista” que prácticamente se adueño de Acción Nacional en el estado y ganó en el 2010, también con el apoyo de Elba Esther Gordillo, mandamás en el sindicato magisterial,

             La corrupción de los gobiernos panistas fue evidente, pues no guardaron la discreción que los priístas se sabían de memoria y todo lo hacían en forma burda y hasta escandalosa.

              Su dirigente nacional Marko Cortés, sigue pensando que el PAN es un partido cristiano, honesto y eficiente y dice que los panistas que han salido de sus filas, ahora que cometió la imprudencia de imponer candidato a la gubernatura, son “morenovallistas” que solo velan por sus intereses.

               Durante el registro de la candidatura del doctor Enrique Cárdenas Sánchez, se habrá dado cuenta que su percepción de las cosas, es errada y que no solo los panistas “morenovallistas” están en contra de esa designación, sino también los panistas tradicionales. Al acto concurrieron como 50 personas, entre las cuales eran muy pocas las que aplaudían y más las que abucheaban.

                 El candidato llevaba un gallo de pelea, que más parecía pollo aporreado en algún gallinero de pueblo.

                 Para lo que sí han demostrado inteligencia los panistas, es para lograr que los mexicanos olvidemos nuestra historia nacional al  instaurar, en los tiempos de Fox, los puentes cada vez que se acerca una fecha conmemorativa como la de la expropiación petrolera o la del nacimiento de Benito Juárez, personaje al que tanto combaten.

                 Don Benito cumple hoy 213 años de haber nacido en Oaxaca. La expropiación petrolera cumplió el 18 de este mismo mes, 81. Un año más de la fundación de Acción Nacional y casi nadie sabe porque fue el puente vacacional de esta semana, pues no hay ceremonias cívicas, ni discursos conmemorativos. Las cosas empiezan a cambiar. López Obrador tuvo una buena idea de no dar a conocer su promesa de no reelegirse, algo que ya está establecido en la Constitución y que fue el lema de la Revolución de 1910, porque borraría en las noticias, la conmemoración del 81 aniversario de la expropiación petrolera. Los puentes tal vez continuarán, pero bien puede recobrarse la memoria histórica con actos y discursos conmemorativos alusivos a lo más destacado y a los más relevantes hechos y personajes de nuestra historia patria, Algo que no debe olvidarse.