Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Al inaugurar la primera sesión ordinaria de la Asamblea Plena del Comité de Planeación para el Desarrollo de Puebla, (Copladep) se buscó, dijo el gobernador interino del Estado, Guillermo Pacheco Pulido, el beneficio real para la población, realizando programas de  impacto en la sociedad, obras que beneficien al desarrollo general del Estado y mejoren las condiciones de vida para toda la población, especialmente para quienes menos tienen.

          El mandatario poblano, reconoció el respaldo y el compromiso que los secretarios General de Gobierno, Fernando Manzanilla y de Finanzas, Jorge Estefan Chidiac, tuvieron para elaborar dicho plan y que en su elaboración fuera privilegiada la participación ciudadana.

           Así es como debe elaborarse un plan de desarrollo y no, como se hizo recientemente, que ese proyecto fuera la voluntad de un solo hombre, sujeto a veleidades y caprichos en los que lo que menos se tuvo en cuenta, fue la opinión de los ciudadanos y que ese sistema se haya pretendido prolongar durante varios sexenios, sin importar el sentir de toda la sociedad poblana.

            El Plan de Desarrollo aprobado, tendrá vigencia hasta el 2024. ¿Porqué lo aprueba un gobierno interino cuyas funciones terminan el día último de julio de este año? Por la sencilla razón de que el gobierno constitucional que sustituirá a la presente administración, no tenga que empezar desde cero en estos menesteres.

             Recibirá un gobierno con un plan de desarrollo debidamente conformado con la participación ciudadana y para beneficio de los todos los poblanos y no solo de unos cuantos; con un Consejo de Seguridad, funcionando para acabar con el flagelo de la inseguridad y de la delincuencia que constituyen uno de los principales problemas que confronta Puebla, y con los órganos de impartición y procuración de justicia, renovados y fortalecidos  para evitar el principal problema con el que se ha topado el gobierno local, el de la impunidad, que propicia que esto del combate a la inseguridad y sea un cuento de nunca acabar.

             Fernando Manzanilla, secretario general de gobierno, se defiende de los ataques de que ha sido objeto por parte de un sector de Morena, en el sentido de que está interviniendo ilegalmente en el proceso electoral local.

Afirma que legalmente no se puede meter, ni se meterá en temas de carácter electoral. Las críticas que se le hacen en ese sentido, afirmó, son parte de una campaña de golpeteo, de guerra sucia, que suelen hacerse desde hace algún tiempo, en las campañas electorales.

           Dijo que desde hace algún tiempo, ha estado recibiendo acusaciones, a través de las redes, de haber intervenido en la elección interna de Morena, a favor del Miguel Barbosa y ahora se estar acosando a quienes no siguieron esa línea, dentro del Movimiento de Renovación Nacional. “Ninguna acusación de esas la pueden probar. Son acusaciones sin sustento y no voy a responder, porque tengo cosas mucho más importantes que hacer al frente del cargo que ostento. Lo demás son chismes y nada más”.

          Muchos ciudadanos generalmente bien informados, consideran que el pleito que parece continuar al interior del partido-movimiento de López Obrador, aquí en Puebla, es reflejo de una lucha interna a nivel nacional, entre el coordinador de la fracción “morenista” del Senado, Monreal y la dirigente nacional de Morena, Yeickol Polenvski, por el control del partido del presidente, con miras a la sucesión presidencial.

             Parecería mentira, pero dan argumentos que parecen lógicos.

             Lo que no parece lógica es la acusación que lanza un vocero de Luis Miguel Barbosa, en el sentido de que Alejandro Armenta pretenda sumarse a la campaña del candidato del PAN, Enrique Cárdenas.

              Conocemos bien a Armenta, un hombre inteligente, con muchas tablas en la política local que nunca cometería el error, en primer lugar de apoyar al PAN y en segundo lugar, a un candidato a todas luces perdedor, pues ni los panistas de la vieja guardia, a excepción de Frayle y algún otro, ni los nuevos neopanistas, de la corriente morenovallista, lo apoyan.

             El informe que el secretario de Finanzas del Estado, Jorge Estefan Chidiac dio a conocer sobre el estado de las líneas Ruta, que según quienes las crearon, iban a ser la solución del transporte urbano en Puebla, es demoledor.

              Las tres rutas ya están saturadas y el gobierno no cuenta con los recursos para adquirir más autobuses, pues las tres líneas en operación, tienen ya una deuda de 400 millones de pesos, que tienen que pagarse con recursos públicos.

               Además, se sabe que el gobierno morenovallista, obtuvo para la empresa ADO, un crédito millonario a fondo perdido. Ese es un rumor que no hemos comprobado, y que con ese crédito, la mencionada empresa presta el servicio de las rutas 2 y 3.