Columna | P u l s o   P o l i t i c o
 
   En plática con dos economistas, cuyos nombres nos pidieron que no fueran publicados, pues no quieren entrar en discusiones que a nada conducen, nos dijeron, que si no se cambia el modelo económico, gane el partido que gane las elecciones en el 2018, todo va a seguir igual.

   “El modelo económico neoliberal no es el que va a sacar a los pobres del hoyo en que están, no es el que va a resolver los problemas de educación, de empleo, por el contrario, siguiendo por el camino que nos han trazado, vamos directamente al precipicio.

   “Es fácil de entender: este es un sistema que concentra la riqueza en unos cuantos y a los demás, los mantiene en una línea de sobrevivencia.

   Hoy leímos en un periódico de aquí de Puebla, las declaraciones de una lideresa estudiantil chilena, sobre la educación. Dijo que el Estado debe invertir en la educación superior, pues eso es vital y que el renglón educativo de un país, no debe regirse por las leyes del mercado.

   “En México estamos metidos ya, en la educación superior privada. Aquí en Puebla, existen más de cien universidades privadas, la inmensa mayoría de baja calidad, que imparten carreras que no demanda la sociedad, produciendo profesionales que no encontrarán trabajo al finalizar sus estudios y que no contribuirán al desarrollo de nuestro pueblo.

   “Hay un libro de Gabriel Zaid, que se llama “El Progreso Improductivo”. En él se refiere a eso precisamente, a que desde hace décadas estamos produciendo abogados, contadores, administradores de empresas, que no necesitamos y quienes estudian esas carreras, demandan servicios de primera por ser universitarios, pero no contribuyen en nada para a un progreso económico real del país.

   “No hay, no ha habido en México, una planeación educativa de acuerdo a las necesidades de la población. No todos podemos ser profesionales: debemos preocuparnos por la capacitación de nuestros jóvenes en actividades que contribuyan a resolver las necesidades de la sociedad en diversas áreas, que impulsen el desarrollo en la agricultura, la ganadería, en la producción de alimentos, de bienes que la gente necesita para vivir mejor. Ahora se desprecia a las actividades manuales, pero gana más un buen plomero, un buen o una buena peluquera; se requieren más los servicios de enfermeros y enfermeras, de cocineros y cocineras, de mecánicos, que de abogados, administradores de empresas, ingenieros, arquitectos, etc.

   “Además, como ya dijo el compañero, no todos tenemos facultades para el estudio de una carrera universitaria. Si muchas veces se nos presiona en el hogar o en la misma sociedad que ve con menos categoría a un buen mecánico por ejemplo, que a un profesionista post-graduado, es por complejos.

    “Tener título universitario es satisfactorio, pero no es superior a trabajar manualmente en algo que permita vivir con decoro”.

   -En alguna parte leí, que esa ambición de muchas familias de tener un hijo universitario, venía de tiempos de la Colonia, ¿Es cierto eso?

   “No precisamente. Esa idea vino después de la Independencia, pero fue originada por la situación que se vivió durante la Colonia Española, época durante la cual los peninsulares ansiaban tener un título nobiliario, pues eso les daba privilegios que los demás no tenían aunque fueran españoles. Los criollos también sufrían algún tipo de discriminación, pero nada como la que sufrieron los mestizos, los índios, los negros y de otras razas.

   “Era una sociedad con muchos prejuicios raciales y económicos, que todavía se perciben en algunos pequeños grupos sociales en ciudades como Puebla. Esos prejuicios que hacían sentir a quienes no pertenecían a la élite racial de entonces, como seres inferiores, con el tiempo encontraron la forma de sustituir los títulos nobiliarios por títulos universitarios. Pero México ha crecido tanto en su población, que la idea de hacer una carrera universitaria, ya para muchos, no es signo de triunfo en la vida, a veces es lo contrario, un estorbo para triunfar en actividades como el comercio, la industria, la artesanía, en fin, en las mil actividades que el ser humano puede desarrollar para vivir mejor”.

   -Las universidades tecnológicas tienen alguna utilidad real o son salidas falsas.

   “No, esa fue una buena idea, que no ha prendido como debía ser, por los complejos sociales que todavía persisten principalmente en las clases medias. Pero formar técnicos universitarios en actividades productivas, es una gran cosa. Parece que después esos técnicos pueden llegar a tener el ansiado título universitario si continúan estudiando, pero si no, quedan capacitados para enfrentarse a la vida en forma digna.

   “Mira, ahora se ve como una actividad menor,  ser maestro de escuela, tal vez por todos los problemas que los maestros han provocado en algunas entidades del país, pero la carrera de maestro que se hacía en tres años en las escuelas normales, contribuyó enormemente a impulsar la movilidad social en el país, además de que con los maestros se impulsó la educación básica como no se había hecho en toda la historia de México.

   “Parece que en las universidades tecnológicas, el grado de técnico universitario se adquiere también en tres años. Eso está muy bien y según tengo entendido, las carreras que se imparten, van de acuerdo a las necesidades de la región donde están esos planteles, lo cual es magnífico”.

    -Bueno pero esta plática se inició con eso del modelo económico…..

   “Ah sí es cierto. Te decíamos que ningún partido que gane las elecciones del 2018, va a cambiar el modelo económico, como no lo han cambiado ni el PRI, ni el PAN, ni el partido de la izquierda, el PRD, que han ocupado presidencias municipales, gubernaturas y hasta la presidencia de la república”.

   -Bueno es que no pueden sustraerse al modelo impuesto desde la cúspide del poder.

   “Si te refieres a que no pueden porque no tienen capacidad para ello, estamos de acuerdo, pero no pueden porque no quieren, pero en los municipios, en los estados que han gobernado, bien pudieron impulsar al campo, a las artesanías, a los pequeños y medianos negocios. Mejorar el sistema educativo de sus municipios y de sus estados, formar agrupaciones de mujeres, no solo para defenderse de la discriminación de que son objeto, sino para producir; impulsar a los jóvenes a meterse en actividades productivas, educarlos para que no caigan en las drogas, en el alcoholismo y en el consumismo. Todo eso y mucho más pueden hacer las autoridades estatales y municipales y no seguir como idiotas, el camino que les marquen desde arriba, que ya está comprobado que nos conduce a la debacle”.

   “Los partidos ya no representan nada. Todos son iguales. Desde el poder, los han estado minando con eso de las alianzas. Ahora ya nadie sabe por donde jalar…..”