Columna | P U L S O P O L I T I C O
Mucho se habla y se critica la Cuarta Transformación pregonada por el actual gobierno de la república presidido por Andrés López Obrador, pero nadie ha dicho en forma concreta lo que este nuevo gobierno ha puesto al descubierto: el derrumbe económico del país.
El robo y tráfico ilegal de gasolinas, no era solo de campesinos pobres con terrenos ubicados por donde pasan los ductos de PEMEX, sino que participaban en el saqueo de la empresa más importante del gobierno mexicano, altos funcionarios de la misma empresa y políticos encumbrados.
México está ubicado entre los diez países con mayores reservas de gas. Esas reservas nos permitirían satisfacer nuestras necesidades, hasta donde ahora se sabe, en los próximos 200 años y sin embargo, el 85 por ciento del gas que consumimos, es importado.
A partir de 1994, año en el que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio, hasta el 2018, diez mil pequeños y medianos productores de leche perdieron 14 mil millones de pesos, porque las importaciones de leche en polvo y de fórmulas químicas que se venden como leche, invadieron el mercado y acabaron con la producción lechera nacional. El ganado especializado de los pequeños y medianos productores, tuvo que venderse para el rastro.
La leche que consumimos de diferentes marcas, es importada de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
Importamos gasolinas de Estados Unidos, país al que le vendemos petróleo crudo, porque las pocas refinerías existentes, estaban abandonadas y tendrán que ser rehabilitadas, además de construir otras empezando por la de Tabasco ya planeada.
Los productores nacionales de leche, están pidiendo al gobierno de la república, informe sobre los términos del nuevo tratado comercial con los Estados Unidos y Canadá, pues no quieren que pase lo mismo con lo que aun queda de pequeños y medianos establos. Además, afirman que la producción de lácteos, debe ser planificada para su producción, industrialización y venta, para evitar la competencia desleal.
Importamos maíz, importamos frijol, importamos arroz, alimentos básicos en la dieta mexicana, porque el campo ha sido abandonado desde la llegada de los tecnócratas al poder.
Regiones, como la mixteca en el Estado de Puebla, sobreviven gracias a las remesas que envían los trabajadores que emigraron hace tiempo a los Estados Unidos.
Si muchos de estos problemas, originados por la incapacidad o mala fé de nuestros gobernantes, no se resuelven en el corto y mediano plazo, seguiremos padeciendo las consecuencias, como la inseguridad, la impunidad, la corrupción, los altos índices de criminalidad, etc.
El descontento que se observa en casi todo el país, la rebelión de campesinos, de trabajadores, de burócratas, etc., irá en aumento, si no se transforma nuestra realidad actual.
Ya se abrió la caja de Pandora, ahora hay que actuar y todos debemos cooperar para que las cosas cambien. El neoliberalismo ya demostró su ineficacia. No podemos vivir en un sistema que enriquece más a los ricos, empobrece a las clases medias y hace polvo a las clases populares.
Como hemos visto durante los últimos 27 o 30 años, un sistema como ese, es capaz de acabar con la paz social, con el bienestar, con la tranquilidad de millones de personas.
Hay que estar vigilantes, como dijo ayer el candidato de Morena, a la gubernatura del estado, Luis Miguel Barbosa, porque el gasto público sirva para resolver problemas sociales, para que ayude a las clases populares a superarse y salir adelante y no a realizar obras de relumbrón, como museos de más de siete mil millones de pesos, que nadie tiene interés en visitar.
Que el gasto público, como afirmó el candidato del PRI a gobernador de Puebla, Alberto Jiménez Merino, sirva para impulsar la producción de alimentos, la educación y la salud pública.
Para eso hay que combatir la corrupción, la impunidad, causantes de la inseguridad y la violencia que existe en Puebla, como dijo el candidato Enrique Cárdenas, de la coalición PAN, PRD, MC, alianza que por cierto, ha estado en el poder en los últimos años en Puebla, cuando estos problemas arreciaron como nunca antes.
Ayer se conmemoró el 15 aniversario del fallecimiento de uno de los grandes gobernadores que ha tenido Puebla, el doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara, en la ciudad de Cholula, su tierra natal.
Ante las autoridades municipales de esa histórica ciudad, de ex colaboradores del ex gobernador y ex alcalde de San Pedro Cholula, familiares y amigos, el orador oficial del acto, licenciado Francisco Adame Díaz, puso de relieve la importancia que tuvo para Puebla, el gobierno del doctor Toxqui, quien llegó al poder en medio de una crisis social y política, derivada por las luchas entre la derecha y la izquierda propiciadas por la disputa del control de la Universidad Autónoma de Puebla, ahora BUAP.
Con su carácter conciliador, pudo no solo terminar con odios y rencores, sino avanzar hacia un progreso que pudo ser consolidado por gobiernos posteriores.
México estaba al borde de una catástrofe
Lunes, 01 Abril 2019 18:42 Escrito por Gabriel Sánchez AndracaDeja un comentario
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