Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Cuando faltan escasos 30 días para que los ciudadanos poblanos  acudan a las urnas para elegir al gobernador del estado, los candidatos Luis Miguel Barbosa y Alberto Jiménez Merino, de Morena y del PRI, respectivamente, están dando mayor impulso a sus respectivas campañas, haciendo propuestas para el desarrollo económico de toda la entidad y para frenar a la delincuencia a fin de que los ciudadanos se sientan seguros en sus pueblos y ciudades.

          Jiménez Merino, afirmó en Zacatlán, primera población visitada en su recorrido, que la alternancia en el poder que inició Puebla en el 2010, fue nefasta, pues con ella se inició la etapa de inseguridad y violencia que todavía padecemos.

          Barbosa Huerta, ha insistido en que es necesario tomar medidas efectivas para que la población pueda trabajar en paz y con tranquilidad en todo el territorio poblano.

           Ambos candidatos le están apostando al campo, a la producción agropecuaria, como forma de avanzar en la lucha por la independencia alimentaria y contra la pobreza que se ha concentrado en el medio rural y en la periferia de las ciudades a donde llegan quienes emigran por el abandono en que se ha tenido al campo en los últimos años.

            El ex director de Conagua en el estado, Jiménez Merino, habló de la necesidad de  realizar programas para la captación de agua de lluvia, de descontaminar arroyos y barrancas, cuyas aguas se ven afectadas por los basureros que en ellas se forman y de reorientar el gasto público, para beneficiar a los que menos tienen, en vez de hacer obras de relumbrón que a nadie benefician.

           Barbosa Huerta, candidato de la alianza “Juntos Haremos Historia”, ha recorrido numerosas localidades, más que sus adversarios. Le sigue Jiménez Merino, quien ayer estuvo en seis municipios de la sierra norte, acompañado del dirigente estatal de su partido, Lorenzo Rivera Sosa y de otros integrantes de la dirigencia priísta en la entidad. El que menos poblaciones del interior del estado ha visitado, es el candidato del PAN-PRD-MC, Enrique Cárdenas Sánchez, quien por cierto ayer fue desmentido por una empresa encuestadora, que aclaró que Barbosa Huerta está arriba, en la intención de voto, por más de 20 puntos sobre su más cercano competidor y no hay ningún empate técnico, como dijo el candidato panista.

            La aprobación de la nueva Ley laboral por el Congreso de la Unión, no cayó bien a los trabajadores poblanos afiliados a la CTM, según dio a entender su dirigente en Puebla, Leobardo Soto Martínez, quien advirtió que es muy posible que ese descontento se traduzca en las urnas el próximo 2 de junio, una sensible baja en la votación para el partido tricolor.

           Expertos en cuestiones electorales, consideran que por ser las elecciones del 2 de junio, solo para gobernador del estado, es muy posible que haya una sensible baja en el porcentaje de ciudadanos que acudan a las urnas.

           Dicen que el cálculo que se tiene va de un 37 a un 52 por ciento, bastante alejado del 68.3 por ciento que se logró en las elecciones del año pasado, en las que se eligieron: presidente de la república, senadores, diputados federales, diputados locales y ayuntamientos.

           Fue una elección muy concurrida, precisamente porque se trataba de una renovación total de los órganos de gobierno federal, estatal y municipal.

           Barbosa Huerta, el candidato de Morena, denunció maniobras de guerra sucia realizadas por el PAN y su candidato Cárdenas Sánchez, en su contra.

            Los panistas iniciaron en el año 2000, con la campaña de Vicente Fox, la guerra sucia en política, que era desconocida en Puebla.

             Trajeron expertos en esa materia de España y de dos países latinoamericanos, parece que uno de ellos fue Venezuela.

             Les dio buen resultado y se quedaron picados para continuarla en las sucesivas elecciones. Se dice incluso, que el español que implementó la guerra sucia panista en la campaña de Fox, se quedó en México, pues también trabajó para la campaña de Calderón y hasta parece que le dieron la nacionalidad mexicana.

             Las campañas sucias, son las que a falta de argumentos para rebatir propuestas e ideas de los adversarios políticos, se les lanzan insultos, se divulgan rumores para desprestigiar sin pruebas y chismes. Los calificativos de oscuro, mentiroso, traidor, se utilizan con frecuencia y son los panistas quienes con más frecuencia los emplean, pues después de sus fracasados gobiernos federales y el estatal de Moreno Valle, no tienen argumentos para justificarse.

             Como han sido un fracaso como partido político, hasta para formar cuadros ideologizados, con oficio político, con sensibilidad social y entrenamiento en el servicio público, lo que debe hacer un partido según lo dijo el propio fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, ahora quieren ser los abanderados de candidatos ciudadanos.