Columna | P u l s o    P o l i t i c o

           Faltan escasas dos semanas para que terminen las campañas políticas para gobernador del Estado y los candidatos, le echarán el resto para cerrar decorosamente su trabajo de convencimiento entre los confundidos y desilusionados ciudadanos poblanos, que han vivido, en este proceso de cambio gobierno que se inició en el 2018, situaciones inéditas.

           Hasta donde sabemos, Luis Miguel Barbosa Huerta, candidato de Juntos Haremos Historia (Morena, PT y Verde Ecologista) sigue estando a la cabeza en intención de voto.

            Esta semana lo acompañarán en sus recorridos de campaña, los senadores Ricardo Monreal, coordinador de la fracción de Morena en el Senado; Alejandro Armenta Mier, su principal contrincante en la lucha interna por la candidatura y la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Hidalgo.

            Nos informan que el candidato de Juntos Haremos Historia, ha realizado largos recorridos por la geografía poblana, ha visitado la mayor parte de los principales municipios y sigue sus recorridos diarios. Contra lo que pretenden hacer creer sus adversarios, goza de buena salud y lo ha demostrado.

             El candidato del PRI, Alberto Jiménez Merino, tuvo la visita del dirigente nacional de la CNC, Ismael Hernández Héras, quien ofreció el decidido apoyo de los hombres del campo afiliados a su central, de la que el candidato fue dirigente estatal.

              Ha recorrido no menos de cien de los doscientos diecisiete municipios de la entidad y en todos ha sido bien recibido.

               Ayer tuvo una reunión con líderes de colonias de esta capital, a los que exhortó a votar por su partido, que siempre ha atendido las necesidades de quienes más lo necesitan, dijo.

               Jiménez Merino se ha transformado en las últimas semanas, en un político aguerrido, con una oratoria mucho más agresiva y convincente que la que tuvo al inicio de su campaña.

                Sus partidarios están seguros que obtendrá si no triunfa, el segundo lugar en esta contienda, que como quedó el PRI, después de las elecciones del 2018, será un gran triunfo.

                 En el PAN, la campaña de su candidato ha servido para demostrar la debacle tanto de Acción Nacional como de su principal aliado el PRD, cuyos militantes se han mantenido mayoritariamente alejados de la campaña de don Enrique Cárdenas Sánchez, destacado académico universitario ex rector de la UDLAP y alto funcionario de la Fundación Espinosa Iglesias.

              Pero si hay alejamiento de los militantes de ese partido, de don Enrique, él les paga con la misma moneda, pues él quiere que se mantengan alejados por el desprestigio que ambas instituciones políticas tienen ante los ojos de la ciudadanía.

              El doctor Cárdenas Sánchez, fue un agudo y acertado crítico del gobierno morenovallista, por eso su postulación, por el comité nacional del PAN, fue rechazada por ese grupo panista. Los militantes tradicionales del partido conservador, también lo rechazan, porque fue una imposición del comité nacional y porque nunca ha militando en su partido al que parece despreciar.

               Entramos pues en la etapa final de las campañas, que se han venido desarrollando, en un ambiente tranquilo, de respeto, como lo ofreció el gobernador interino del Estado, Guillermo Pacheco Pulido.

                El mandatario estatal firmó acuerdos con el titular de la Fiscalía Federal para atender Delitos Electorales, don Agustín Ortiz Pinchetti, comprometiéndose a no intervenir en el proceso y concretarse a brindar las garantías a candidatos y partidos, para desarrollar su trabajo y así ha sido.

                 Se esperan unas elecciones tranquilas, sin problemas graves.

                  Los pronósticos de los expertos en la materia, afirman que la votación será baja, porque no existe el atractivo, para los electores, de elecciones municipales, que son las que en estos casos, atraen a más electores sobre todo en la provincia, tampoco se van a elegir diputados locales.

Calculan que el porcentaje de electores que acudirán a las urnas el dos de junio próximo, será del 37 por ciento del padrón y no del 62.3 por ciento que se tuvo en el 2018.