Derrumbados, los tres sectores del priísmo

Jueves, 30 Mayo 2019 20:55 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

             Uno de los efectos que produjo el sistema neoliberal en México, fue el derrumbe del priísmo tradicional, sostenido por sus tres sectores básicos: el obrero, el campesino y el popular.

             Esa fue una meta de quienes impusieron dicho sistema económico en nuestro país, especialmente del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, que incluso, siendo todavía presidente, pretendió sustituir al Partido Revolucionario Institucional, por otro que se denominaría “Solidaridad”. Se inició la destrucción de los sectores que sostenían toda la estructura del partido gobernante, empezando por el popular, para convertir al PRI, en un partido de ciudadanos y no de sectores.

            La Confederación Nacional de Organizaciones Populares, el sector que agrupaba a las clases medias populares integradas por burócratas, maestros, asociaciones de profesionistas, comerciantes, pequeños y medianos empresarios, etc., cambió de nombre. Se le denominó “Une” que no fueron siglas, sino el nuevo nombre de esa organización, que a sus militantes no les decía nada. Une a secas.

           Ahí empezó la confusión y pronto esa confusión se convirtió en desintegración: los empleados del Seguro Social, médicos, enfermeras, personal administrativo y de servicios, dejaron la CNOP; le siguieron importantes grupos de maestros sindicalizados, y luego comerciantes y locatarios de los mercados y total, el llamado sector popular del PRI, quedó echo trizas y no ha podido recomponerse, pese a que volvió a llamarse CNOP.

            Los dirigentes de ese sector en Puebla, han pasado sin pena ni gloria. La entelequia en que quedó convertido el sector más dinámico, alegre y entusiasta del priísmo, del que salían la mayor parte de los candidatos a diputados, regidores, presidentes municipales y hasta gobernadores, nunca ha podido recuperarse. Ahora solo es un edificio en la 9 oriente, en el que de vez en cuando, hay alguna conferencia sobre temas que supuestamente le interesan a la gente.

           La Confederación Nacional Campesina, CNC, lo que era llamado “el voto verde del PRI”, era una masa de campesinos de la que un secretario de Agricultura, en tiempos de López Portillo, dijo que “estaban organizados para votar, pero no para producir”.

           Era tal vez el sector más numeroso, pero el menos combativo. Sus marchas en la ciudad o su asistencia masiva a mítines, en su mayor parte eran silenciosas. Las marchas parecían procesiones religiosas, todos callados caminaban por donde los llevaran, la mayoría de las veces, sin saber a lo que iban. Al final se les daba un refrigerio, una torta y un refresco y todos quedaban contentos.

          Empezaron a surgir organizaciones de campesinos que luchaban por alguna causa o contra algún atropello que sufrían; muchas fueron organizaciones efímeras que desaparecían una vez que lograban solución al problema que planteaban y otras eran reprimidas o sus líderes eran cooptados en alguna forma. Solo Antorcha Campesina logró subsistir y crecer para ser lo que ahora es. También siguen con vida otras agrupaciones menores, que no tienen peso en la vida política del país, como no lo tiene la CNC, que pese a ser el sector mayoritario del priísmo, dejó de tener, por un largo tiempo, representantes en el Congreso del Estado.

           Por lo que respecta al sector obrero, estuvo conformado por las tres centrales obreras más importantes del país: la CTM, la FROC-CROC y la CROM.

            Fueron organizaciones fuertes, bien constituidas y muy combativas en sus inicios. Los desfiles obreros, las marchas de protesta y las huelgas que llegaron a realizar, fueron históricas.

            Llegó un momento en que tuvieron una numerosa representación en el Congreso de la Unión, con diputados federales y senadores y en Sinaloa tuvieron a su primer gobernador.

         Sus líderes tradicionales se corrompieron en muchos casos y empezó su lenta pero continua debacle.

          La CROM, desapareció casi por completo. En Puebla tenía sus bastiones en Atlixco y en la región de Cholula. La FROC-CROC, controlaba casi todas las empresas textiles de maquinaria antigua, decían, fábricas que no se modernizaron y que usaban maquinaria vieja que requería mucha mano de obra. La modernización de algunas, que se inició en los años sesenta y la desaparición de otras, fue la causa de su debilitamiento, pero ha continuado con vida, aunque se apartó del PRI, cuando ese partido consideró que los líderes obreros, ya no eran redituables electoralmente pues hasta los trabajadores que supuestamente  capitaneaban, votaban contra ellos.

          Ahora la Froc-Croc, está dividida y sus integrantes tienen la libertad de militar y votar por el partido que les de la gana.

           La CTM, ha dado la sorpresa en la elección extraordinaria de Puebla. Su dirigente en la entidad, ha brindado su apoyo al candidato de Morena y consecuentemente, ha recibido ataques de los dirigentes priístas que incluso han pedido su expulsión, pero según nos dijo, los estatutos de su organización, dejen en libertad a sus dirigentes y militantes, de apoyar a los candidatos y partidos que consideren como la mejor opción para su causa. ¿El PRI, ha llegado a su fin? Hay que esperar su cambio de dirigencia nacional.

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