Columna | P U L S O   P O L I T I C O

           Ayer le comentamos sobre la situación en que el PRI se encuentra actualmente. En septiembre será el cambio de dirigencia nacional y es posible que se inicie una reestructuración, mejor dicho, una reinvención de ese partido, porque para seguir actuando con éxito en la vida política de México, necesita ser reinventado.

          Hay dos aspirantes visibles para ocupar la presidencia del que fue el todo poderoso Partido Revolucionario Institucional: José Narro, ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud en el gobierno de Peña Nieto y Alejandro Moreno Cárdenas, actualmente gobernador de Campeche.

          Todos reconocen en el doctor Narro, a un hombre capaz como académico e incluso como la autoridad máxima de la más importante universidad del país y tal vez de Latinoamérica, pero muchos no lo ven como un buen prospecto para dirigir al que fue el partido político casi único durante tres cuartos de siglo y todo parece indicar, que quien resultará electo será el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, un priísta que desde su juventud ha militado en ese partido y que en su auto-destape como aspirante a dirigir nacionalmente al partido tricolor, habló de la necesidad de hacer cambios de fondo, para poder ser un partido competitivo en el futuro.

           Tiene poco menos de 50 años de edad, como gobernador la ha hecho bien. Tiene un discurso enjundioso, apasionado y convincente, pero además, tiene de su lado a casi todos los gobernadores priístas, a diputados y senadores jóvenes y a gran parte de la militancia.

           Estuvo presente en el cierre de campaña del candidato priísta a la gubernatura de Puebla, Alberto Jiménez Merino y habló en el desayuno previo a la marcha que los priístas llevaron a cabo ese día. Muchos vieron en ello, el primer acto de su precampaña para dirigir al partido tricolor.

           Pero más que todo lo anterior, el apoyo que recibió en Toluca de los gobernadores priístas, casi fue un destape.

           La reunión fue convocada por el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, en estos momentos uno de los miembros relevantes del Grupo Atlacomulco, el más poderoso grupo político del PRI a nivel nacional, desde hace años.

            Formaron parte de él, casi todos los ex gobernadores mexiquenses y varios presidentes de la república, como López Mateos y Peña Nieto.

             Es casi seguro que el candidato para dirigir al PRI nacionalmente en el futuro próximo, el Grupo más fuerte económica y políticamente del priísmo, sea el tal “Alito”, que así le dicen al gobernador campechano. Hay que esperar que pasen las elecciones del domingo próximo, para ver de qué lado masca la iguana.

            Se habla de que es posible que el PRI cambie de nombre y consecuentemente de siglas, lo cual no sería raro. Hasta ahora, el partido surgido de la Revolución de 1910, ha tenido tres nombres diferentes. Los cambios se hicieron por la evolución que el país fue sufriendo a lo largo de la época post revolucionaria. A la mejor hoy más que nunca hay necesidad de cambiarle el nombre, pues si lo hizo cuando era el todopoderoso, ahora que está de capa caída, con mucha más razón lo necesita.

           Los dirigentes del partido tricolor, deben entender que su derrota del 2018, no significó solo un cambio de partido en el poder, como lo fue con los dos gobiernos panistas (muy malos por cierto) sino como se ha dicho ya, un cambio de régimen.

          Ya nada será igual después de este cambio en la nación mexicana. Si en este momento cayera el gobierno de López Obrador, tal vez habría una revolución y el país daría un brinco al vacío, pero ya nada volvería a ser como en el pasado reciente.

           La delincuencia organizada, de la que forman parte 300 bandas aproximadamente y que creció en forma exponencial desde el gobierno panista de Felipe Calderón, ha creado un clima de inseguridad en todo el país, al sumar ya más de un cuarto de millón de ejecutados; casi cincuenta mil desaparecidos; el tejido social de todas las entidades del país, deshecho; con una industria petrolera al borde del colapso; con más de 20 millones de habitantes en la pobreza extrema; con una clase media empobrecida y con un puñado de ricos archimillonarios, que se hicieron a la sombra del poder.

           Y los partidos de derecha y de supuesta izquierda, exigiendo que en seis meses del gobierno actual, se ponga en orden todo el cochinero que dejaron......Como este columnista sabe que a sus cuatro lectores su país les importa, los exhortamos a concurrir el domingo a las urnas para elegir gobernador del Estado y ayuntamientos en cinco municipios del interior.

            Nada indica que pudiera haber expresiones violentas durante el proceso electoral. El gobierno estatal ejercerá una vigilancia en toda la entidad y la ley seca se iniciará desde mañana sábado.

             Solo en los cinco municipios que elegirán ayuntamiento, podría haber manifestaciones de inconformidad espontáneas. En el resto del Estado, si hay violencia, esta sería provocada por gente interesada en “joder” nada más.