Columna | P U L S O    P O L I T I C O

              Para el cambio de dirigencia nacional del PRI, hay solo dos fórmulas (presidencia y secretaría general) que se la disputan: la de Alejandro Moreno Cárdenas, ex gobernador de Campeche que lleva como candidata a secretaria general a Carolina Viggiano, e Ivonne Ortega, ex gobernadora de Yucatán que lleva de compañero para la secretaría a José Alfaro.

               Como en esto de elecciones internas el PRI siempre ha sido pre-decible, podemos adelantarle que el ganador será Alejandro Moreno, aunque doña Ivonne tiene lo suyo: además de gobernadora, ha sido diputada federal y ha desempeñado otros cargos, entre ellos el de secretaria general de su partido.

              Habrá una conferencia de prensa, durante su visita a Puebla, que tendrá lugar en la mañana en un restaurante del centro histórico, donde expondrá lo que piensa hacer al frente de su partido, si el voto de sus correligionarios, la elige para dirigirlo.

              Hasta el momento ni doña Ivonne, ni don Alejandro, han dicho nada que conmueva a la desmovilizada militancia tricolor.

               El PRI, como el PAN y el PRD, los otros dos partidos tradicionales de la política mexicana de los últimos años, requieren de una terapia intensiva: están divididos, desorganizados, desorientados, desideoligizados, en fin....Aunque Morena en eso de organización y división interna, no canta mal las rancheras, pese a que haya llegado al poder por una votación muy elevada.

                Hablando del parido Morena que gobierna al municipio de Puebla con doña Claudia Rivera Vivanco, hay la lleva con sus altas y sus bajas. Todos los inicios son difíciles y más cuando no se tiene experiencia en el manejo de la cosa pública, como es el caso de muchos ayuntamientos morenistas.

                 Mandar al arquitecto Fernando David Letifichia Castro, al frente de la dirección de Desarrollo Urbano municipal, fue un acierto.

                  El arquitecto tiene experiencia en cargos públicos municipales entre ellos fue director de Servicios Públicos y director del Panteón Municipal.

                  Por eso ha podido desempeñarse con éxito, en una de las dependencias más difíciles de la administración pública municipal, como es Desarrollo Urbano.

                   No crea que ya se resolvieron todos los problemas que ahí existían, pero el trabajo de la dependencia, ha ido mejorando pese a resistencias de algunos de los trabajadores que se han sentido afectados en sus intereses y de las intrigas de algunos lidercillos. Pero ahí las cosas van marchando para bien.

                  No se puede decir lo mismo de lo que pasa en Recursos Humanos municipales, donde el Secretario de Administración, Leobardo Rodríguez Juárez, debe meter las manos para poner orden, pues la Sub directora de esa área, doña María Fernando Rugerio, según nos comentan empleados de esa área, se está echando encima a los propios trabajadores por sus modos poco amables de tratarlos y hay hasta quejas del público precisamente por el mal trato que reciben.

               En estos casos es necesario investigar a fondo el problema que se plantea, pues puede haber envidias o intereses políticos que propicien rumores y chismes, pero tratándose de un nuevo régimen, que pretende mejorar las cosas en el país, no se pueden permitir actitudes de desprecio y mal trato ni a trabajadores, ni al público.

               Y ya que estamos hablando de temas municipales, les informamos que hay descontento entre los jubilados y pensionados del Municipio de Puebla, por la propuesta de una regidora para que éstos, jubilados y pensionados, solo vayan a cobrar sus pensiones y a dialogar con sus ex compañeros de trabajo, cada seis meses, es decir, dos veces por año y no cada mes como acostumbran.

              Se pretendía hacer otra propuesta, para que delegaran a una persona de su confianza, un familiar cercano por ejemplo, para que fueran a cobrar la pensión y no tuvieran que desplazarse, pues muchos de ellos aparentemente no están en posibilidad de hacerlo. Quienes pretendían hacer esta propuesta, tuvieron la atingencia de consultar con los propios jubilados y pensionados y recibieron un total rechazo.

              Jubilados y pensionados, se sintieron ofendidos por ambas propuestas: “Ya entregamos nuestra vida trabajando y ahora nos rechazan”. “Resulta que ahora, cuando más necesitamos convivir con nuestros antiguos compañeros, platicar y que nos platiquen ya no podemos hacerlo. Debemos quedar en la casa, donde nuestros hijos nos encierran porque se van a trabajar, nuestros nietos no nos hacen caso y la única distracción que tenemos es cuando vamos a recoger nuestro pago quincenal...”

               Fue tan emotivo y real el rechazo casi absoluto, que quienes habían pensado en esa posibilidad de facilitarles a los ancianos el cobro de sus pensiones, que decidieron ya no proponerlo.