Columna | P U L S O P O L I T I C O
En la reciente elección priísta de su dirigencia nacional, lo más importante no es “el triunfo arrollador de Alito”, en lo que está insistiendo mucho la dirigencia actual, sino el porcentaje de los priístas que acudieron a las mesas de recepción de votos, el brutal abstencionismo que se registró en Puebla y en el resto del país.
En Puebla, con 653 mil empadronados, solo votó el 20 por ciento, incluyendo los votos chafas, muy acostumbrados en ese partido.
La votación en todo el país fue de cerca de 2 millones de votos de un padrón muy cercano a los 7 millones, es decir, hubo un abstencionismo de casi cinco millones de priístas.
Eso es lo que debe preocupar a las cúpulas del partido tricolor.
Debe preocupar, porque significan la desconfianza de sus propios militantes, en unas elecciones internas que deberían ser modelo de limpieza y transparencia para todos.
Si no hay confianza en el PRI, de sus propios militantes, ¿la recuperarán en el resto de la población?
Esos son los mensajes que la ciudadanía toda, han estado enviando al Revolucionario Institucional desde hace más de 20 años. No confían ya en el PRI, ni como partido en el poder, ni como partido en la oposición.
En las últimas tres décadas, el PRI o mejor dicho, los gobiernos emanados de ese partido, han estado cada vez más alejados del pueblo, más desconectados con su militancia; han abandonado sus principios, su programa de acción, la política social emanada del movimiento revolucionario de 1910; ya no tienen ninguna relación con la historia patria, con la realidad nacional y además, han abusado del poder. Los priístas de cúpula que iniciaron este proceso, egresados de universidades extranjeras, perdieron la perspectiva de la realidad y nos han querido llevar por un camino extraño a nuestra idiosincrasia.
Desde los tiempos de Ernesto Zedillo, los mismos priístas hicieron un intento de rebelión interna que lo único que logró es que la tecnocracia criolla, abriera las puertas del poder al tradicional enemigo del liberalismo mexicano, al conservador partido Acción Nacional, que en solo dos periodos, acabaron con lo que todavía quedaba la política nacionalista y revolucionaria de otros tiempos y sumieran al país en la situación política, económica y social en que actualmente se encuentra, con una inseguridad, una criminalidad desconocida para las generaciones post-revolucionarias.
El PRI recobró el poder con Enrique Peña Nieto, pero las cosas no solo no mejoraron, sino que empeoraron aun más.
Ahora, ya ni los mismos priístas confían en su partido y menos en sus dirigentes. Eso es precisamente lo que las cúpulas del priísmo deberían ver y tratar de remediar.
Como se ven las cosas desde la barrera, van a pasar muchos años para que el Revolucionario Institucional, vuelva a ser lo que fue hace décadas, tanto en Puebla, como en el resto del país.
Al anunciar la próxima entrega a los escolares poblanos de primaria y secundaria, de uniformes y calzado para el nuevo ciclo escolar, el titular de Educación en Puebla, doctor Melitón Lozano dijo que el costó de esos uniformes y de los zapatos que se entregarán a los estudiantes de las escuelas oficiales, tuvieron un sobre costo, de 30 millones de pesos, es decir, los funcionarios que hicieron la compra desde el año pasado, tuvieron un “moche” bastante elevado.
El informe correspondiente ya fue turnado a la Secretaría de la Función Pública, para la investigación del caso y se determine la inocencia o culpabilidad de los responsables de las compras.
Además, los uniformes y los zapatos, fueron detectados con serias anomalías en su fabricación, algo de lo que serán informados los padres de familia, para que tomen las medidas del caso y procuren hacer los arreglos necesarios.
Ayer fue la segunda audiencia pública del Gobernador del Estado, Miguel Barbosa Huerta y de los secretarios de las diversas dependencias del gobierno local y la concurrencia a ellas, fue extraordinaria.
Le comentábamos ayer, que el jefe del ejecutivo estatal, tiene un estilo de gobernar que está gustando a mucha gente. Pretende ser un gobernante cercano a la gente, atento a todos los problemas que requieren de su atención y hablamos de su visita a los municipios de Cohuecan y de Teopexco, en la zona colindante con el Estado de Morelos, donde la semana pasada ocurrió el linchamiento de seis supuestos secuestradores y la muerte de un ciudadano al que los delincuentes dieron muerte para llevarse su camioneta. El diálogo con el gobernador fue abierto. El licenciado Barbosa, dijo que no será tolerante con los actos fuera de la ley. La gente debe confiar en sus autoridades y éstas deberán ganarse la confianza de los gobernados.
No seré represor, dijo el mandatario, pero tampoco voy a permitir que se viole el estado de derecho. Todos los actos ilegales, recibirán la atención debida y los responsables, el castigo correspondiente.
Un amigo nos informó ayer, que se cumplían 498 años de la caída de la Gran Tenochtitlán “y ya revisé todos los periódicos de Puebla y de México y no hay una sola línea que recuerde ese hecho, que es uno de los más importantes de nuestra historia”.
Fue el final de la época prehispánica y el inicio de la Colonia Española, de la que surgió el país que ahora somos.
Los mexicanos somos un pueblo mestizo, nos dijo, producto de la cruza racial y cultural de dos pueblos: el español y el indígena, básicamente.
Ni somos españoles, como muchos se creen, principalmente en Puebla, ni somos indígenas. Somos mexicanos, ahora una mezcla de diversas culturas y diversas razas, pero en la que predomina el mestizaje español-indigena.
Nos recordó que el año próximo, un año antes de la caída de Tenochtitlán, se fundó Tepeaca, que cumplirá 500 años en septiembre del 2020 y que fue el segundo municipio (el primero fue Veracruz) de América Latina.
Lo más importante de la elección priísta
Martes, 13 Agosto 2019 20:50 Escrito por Gabriel Sánchez AndracaDeja un comentario
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