Columna | Desde las Galias.

            1.- Partiendo de la felicísima frase: “Nadie tiene derecho a  Ser como es, hasta que Es”, razones mil, tuvieron los texcal-tecas a “Ser” como fueron, aliándose con los iberos, dispuestos a todo con el único fin existente en el lumpen -no lumpen proletariat-  de todo el occidente conocido de hace medio milenio.
            2.- Los llegados de otras geografías, lidereados por un criador de cerdos en una isla caribeña, llamado Hernán Cortés, al llegar al territorio de los Señoríos Tlaxcaltecas tuvieron una resistencia de tal magnitud, que gracias a sus armas no fueron derrotados.
            2.1.- El genio especulativo e hipotetizador de los viejos nativos, les hizo concebir la necesidad de aliarse con los invasores para liberarse del dominio México Tenoch-Azteca-, que los impedía desarrollarse en paz como nación que ya eran.
“El enemigo de tu enemigo puede y debe Ser tu amigo”.
            2.2.-  Sí los tlaxcaltecas no se hubiesen aliado con los venidos de Iberia, otra conformación existiría en México.   Ellos aportaron esencialmente el ahora conjunto de conocimientos llamado:  Inteligencia, toda vez que sabían de todos los comportamientos aztecas en pax y en guerra.   A esta arma, dominante en el siglo que corre ahora, le agregaron decenas de miles de cuerpos guerreros, cargadores, y creadores de elementos útiles para la transportación general y para los asedios.
            2.3.- Histórico, que no anécdotico, el saber que, en Acuitlapilco, cuando fue laguna (ahí se lavó las nalgas. La Malinche-Medea Americana la bautizó Jesús Sotelo Inclán), fueron ensambladas las estructuras acuáticas, que, desmontadas hasta México, asediaron a la ciudad con un ejército de dos cientos mil indígenas de varias naciones y no más de 800 peninsulares.
            3.- Qué los Eduardos Merlo Juárez, o el finado Gerardo Cepeda Cárdenas, me corrijan lo aquí citado, pero los poblados de Texcal no fueron presa de la bestialidad, vesania, despotismo, o insanias mentales, de seres fruto de su época.
            4.- Consumada la conquista, y bajo notables actos de insurrección de las naciones existentes, el proceso civilizatorio  y cultural impuesto a sangre, y fuego, con la Cruz del Redentor Jesús de Nazareth, devino en una civilización donde piramidalmente existieron 16 o 9 castas según el autor, administrada desde lejos allende los mares.
            5.- Llegó la primera transformación.   La segunda.  Y en la tercera,  O  Gorman nos explica la tardía incorporación de Tlaxcala a la federación, donde la entidad vecina y hermana nuestra es modelo de administración económica, humana, agrícola e industrial, debido seguramente a su genio organizador mostrado en medio milenio.
            NUESTRA CASA.- Estar a tiro de ballesta Tlaxcala-tacita de plata-, de la  Puebla, y no conocer la obra de Desiderio Xochitiotzin, pintor de fama mundial; no prosternarse ante la Señora de Ocotlán, hermana de época de la “Río de Lobos”; no subir  al techo del navío grandioso que es  la Carabela-iglesia donde esté.   Es pecado mortal denominado: ignorancia nacional.

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