Columna | P U L S O    P O L I T I C O

             Parecía raro que como corrió el rumor desde el lunes pasado, el máximo dirigente de la Confederación de Trabajadores Mexicanos, CTM, la mayor organización obrera del país y uno de los pilares del Partido Revolucionario Institucional, desde 1936, año de su fundación, don Carlos Aceves del Olmo, fuera a renunciar, dado que a lo largo de su historia, los dirigentes cetemistas solo se han retirado el día de su fallecimiento.

             Se decía que el mismo líder obrero, había anunciado ese retiro por motivos de salud, pues dijo que le iban a cortar una pierna, aunque descartó que fuera por cáncer. La frase que hizo creer que el líder cetemista anunciaba su retiro fue: “Yo he dicho, que cuando no esté bien no tengo que estar aquí”.

             Pero tres horas después, la CTM anunció que su pleno nacional, informan diarios de la ciudad de México, había acordado su apoyo total a su líder Aceves del Olmo.

              La CTM, ha estado presidida por políticos hechos en el sistema priísta con un costal de mañas y actitudes a veces desconcertantes destinadas a medir la lealtad de sus cercanos colaboradores y de sus miembros.

            En una crónica extraordinaria de Arturo Cano, del diario capitalino La Jornada, recuerda cuando don Fidel Velásquez, el eterno dirigente cetemista, pidió a Juan Millán, entonces joven dirigente de esa central, que en la próxima asamblea, hiciera uso de la palabra y pidiera la no reelección en su central, y Millán acató disciplinadamente  la orden del máximo líder.

            Don Fidel no renunció, pero pudo detectar quienes podrían traicionarlo y reafirmó la unidad.

             Esto del anuncio del retiro de Aceves del Olmo, pareció ser una cosa parecida.

             En cuestión de horas el pleno nacional integrado por dirigentes de todos los sindicatos nacionales, brindan su apoyo al liderazgo del actual dirgente y luego, en el Castillo de Chapultepec, hay un acto al que concurren Beatriz Paredes y el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, en el que es presentado un libro sobre la CTM, acto que constituye un homenaje al actual dirigente de la central obrera más importante del país.

           “Si excepcionalmente tuviera que retirarme, lo haré en la forma más limpia para la CTM”. Con esa frase, Carlos del Olmo, anuncia su permanencia en la dirigencia nacional cetemista, hasta que Dios quiera.

              Cuenta con el respaldo del Pleno Nacional y con la unidad de todos los trabajadores afiliados a ella.  

              Platicando con un viejo político poblano, sobre el curso de las investigaciones que se realizan para saber la causa del accidente de helicóptero en el que fallecieron la gobernadora Erika Alonso y su esposo el ex gobernador Rafael Moreno Valle, nos dijo: se hacen tontos todos. Eso pudo ser un crimen de Estado y esos crímenes nunca se esclarecen, ni aquí, ni en ninguna otra parte del mundo.

            “Quienes más insisten en que se esclarezca el trágico percance, son los dirigentes del PAN que deberían estar entre los principales sospechosos, pues se debe recordar que tres personajes de ese partido: Felipe Calderón, Manuel Gómez Morín (nieto del fundador de Acción Nacional) y el ex dirigente nacional de apellido Zepeda, senador de la república, tuvieron frases hasta ofensivas hacia el ex gobernador de Puebla, poco antes del accidente”

            “Calderón habló de un grupo facineroso de políticos que pretendían adueñarse del PAN para sus fines personales y de grupo. Y ahí está Moreno Valle, señaló. El nieto de Gómez Morín, en una entrevista televisiva en el canal de Milenio, le preguntaron, cuál sería su mensaje para Moreno Valle y de inmediato respondió con expresión de enojo: Que ya deje en paz al PAN, y el tercero, expresó: me apena que coordine a la fracción panista en el Senado, un tipo tan corrupto y represor, como Moreno Valle. ¿No deberían ser investigados los panistas por esos hechos?” preguntó.

         Si los militantes de Morena no se ponen las pilas, van a llegar a las elecciones del 2021, más divididos de lo que están los viejos partidos políticos que tenemos en México.

           Todo se hubiera pensado menos que el partido que en las pasadas elecciones arrasó en todos los frentes, obteniendo una votación para la Presidencia de la República, que rebasó con mucho a todas las que se habían registrado a lo largo de la historia de México, fuera a caer en el grupismo, en la formación de tribus, de corrientes, que fueron las que casi han acabado con su antecesor el PRD.

           Lo que se juega Morena en las próximas elecciones, es ni más ni menos que la mayoría en el Congreso de la Unión y en los congresos locales, así como en los ayuntamientos de los principales municipios del país.

            Eso sería restarle fuerza al Presidente López Obrador para llevar adelante su 4-T. Deben pensar en eso. Los propios morenistas serían responsables de que el proyecto, su proyecto, fuera al fracaso para beneplácito de sus opositores.