Columna | P U L S O    P O L I T I C O

               Ayer domingo 24 de noviembre, se celebró el centenario de la creación del Partido Comunista Mexicano, que en sus inicios fue clandestino, es decir, no solo sin registro de la Secretaría de Gobernación, sino que sus militantes tenían que andar escondiéndose, porque la palabrita “comunista” espantaba hasta a los liberales revolucionarios, y quienes lo eran, podían ser detenidos en cualquier momento y por cualquier motivo.

             Aunque sin registro, fue el partido más viejo de los partidos mexicanos surgidos en el siglo XX; anterior al PRI y al PAN, que surgieron a la vida pública diez años después, el Revolucionario Institucional y veinte años después, Acción Nacional.

             Historiadores y politólogos, afirman que la presencia del PCM en la vida de este país ha sido tan importante, que mucho de lo que estamos viviendo actualmente, no hubiera sido posible, sin el trabajo que la izquierda, encuadrada en el Partido Comunista, realizó en diversas etapas de nuestro proceso histórico.

             Los famosos fraudes electorales atribuidos al PRI llegaron a ser tan criticados por sus opositores panistas, que en los años setenta, ese partido, el PAN, decide no participar en las elecciones federales, dejando solo a José López Portillo, sin oposición.

             Como eso era contrario a la democracia que se simulaba para consumo internacional, los priístas recurrieron al Partido Comunista que lanzó a Valentín Campa, apuradamente y sin registro oficial, para simular una contienda democrática, y como agradecimiento, el gobierno priísta de López Portillo, dio el registro oficial al PCM en 1979, que tuvo en sus filas a personajes de la vida pública como Pablo Gómez, Gilberto Rincón Gallardo, Arnoldo Martínez Verdugo, Demetrio Vallejo, Otón Salazar y el propio Valentín Campa, que al igual que los dos mencionados antes, ya eran comunistas desde la clandestinidad de ese partido.

              El Partido Comunista Mexicano, como sus similares europeos, tuvo una característica: impulsar la capacitación de sus militantes en las teorías marxistas y de ahí surgieron líderes obreros y campesinos, con poca educación formal, pero muy duchos en cuestiones ideológicas de izquierda.

               En la zona Puebla-Tlaxcala, el PCM surge en los años setenta creado por Doroteo Fernández de Lara, Alberto Azcona María, Luis Rivera Terrazas, Enrique Cabrera, Joel Arriaga, Alfonso Calderón y otros.

               Su presencia en el campo, fue en la región de la sierra norte, en la de Atlixco y Tecamachalco, así como en una parte de la región de Tehuacán y en el medio universitario, donde tuvo a catedráticos y estudiantes comandados por el ingeniero Rivera Terrazas, el químico Sergio Flores, el abogado e historiador Alfonso Vélez, el académico e investigador Luis Ortega y otros.

                El movimiento de Reforma Universitaria, surgido en 1961, para rescatar a la UAP de manos de la derecha que la controlaba, fue impulsado por el grupo comunista, aunque el grupo mayoritario era de maestros y estudiantes liberales.

                 Ese movimiento tuvo una duración de diez años, hasta el triunfo de Sergio Flores, en 1972, como rector de la UAP, declarándose abiertamente como miembro del Partido Comunista, en su discurso de toma de posesión.

                  El triunfo de la izquierda en esta lucha, dio lugar a cambios importantes en la vida de Puebla: se creó la UPAEP y luego se abrieron muchas universidades privadas, la sociedad poblana abandonó muchos de sus prejuicios, se volvió más tolerante, se dio impulso a la industrialización y la ciudad que en el censo de 1960 estaba por llegar a los 300 mil habitantes, se disparó hasta alcanzar ahora más de 2 millones.

                 El primer candidato del PCM, ya con registro, fue Arnoldo Martínez Verdugo, que curiosamente fue su último dirigente, cuando se dio el proceso de unificación de la izquierda.

                Este proceso unió a los partidos y organizaciones de la corriente progresista del país y de ese proceso nacieron el Partido Socialista Unificado de México, PSUM; el Partido Socialista Mexicano, PMS y finalmente el Partido de la Revolución Democrática, PRD en 1988.

                  Con el PSUM, el ingeniero Rivera Terrazas fue designado candidato a gobernador del Estado y a su campaña se unieron personas de todos los sectores, como Alejandro Chávez Palma, Rubén Moreno Medina, Jorge Chávez Palma que venía desde el Partido Comunista y fue secretario general del PMS, Dante Méndez, Enrique Condes Lara, Alfonso Tovar, Gaudencio Ruíz, Genoveva Sánchez, Antonio Herrera, Érika Treviño, Ricardo Moreno Botello, Daniel Casez, Marcela Lagarde, José Dóger, que fue el primer candidato izquierdista a la presidencia municipal, Walter Vallejo, Luis Hernández Montalvo, Eduardo Fuentes y otros más.

                  La izquierda poblana obtuvo algunos triunfos en municipios del interior habiendo gobernado los municipios de San José Miahuatlán y Huehuetla. tuvo lideres destacados en San Martín Texmelucan, Neftalí Garzón y Eulogio Luna, en Cholula.

                 Ahora se reconoce a los líderes comunistas que con su trabajo político, sentaron las bases para la transformación de este país. Los restos mortales de Valentí Campa y de Arnaldo Martínez Verdugo, fueron trasladados a la tumba de personajes ilustres de este país.