Columna | Desde el portal

 El presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer una innovadora sección en sus conferencias Mañaneras, en donde algunos reporteros son eficientes gestores de remotas comunidades, titulada: Quien es quién es las mentiras.

 Inspirado en el papel protagonico de la prensa porfirista, el presidente López Obrador defiende su derecho de réplica para contestar ataques infundados o motivados por el afán de lucro de poderosos dueños de medios de comunicación que utilizan a estos como instrumentos de presión para acumular poder y riqueza, pero no de servicio a la comunidad.

 Ejemplos sobran y el mismo presidente lo ha dado a conocer, de cómo los mercaderes del periodismo asociados a intereses nacionales y extranjeros se confabulan para conspirar contra el régimen y reclamando la vigencia de sus canonjias.

 El negocio de los medios de comunicación afloró tanto que hasta el mismo ex presidente Vicente Fox participó de manera eficaz y eficiente para despojar a los cooperativistas de EXCELSIOR de su instrumento de trabajo para ponerlo al servicio del poder económico y cumplir con el propósito de apuntalar la alianza para seguir el saqueo de México. Esto no se ha querido esclarecer y reconocer por lo que es un asunto pendiente.

 López Obrador señala que en su nueva sección exhibirá las mentiras y la difusión de éstas con el propósito de orientar a la comunidad, de que no se dejen engañar por quienes tienen otros objetivos y otros propósitos, lo mismo en los medios nacionales o extranjeros lo cual resulta interesante.

 En ese mismo objetivo deben aclararse los despojos de medios que no han sido debidamente esclarecidos para que, efectivamente, el piso sea parejo tanto en el reclamo del derecho de réplica como de los trabajadores afectados por voraces empresarios.

 Bienvenida la nueva sección aclaratoria para poner a cada quien en su lugar. Si son los medios los autores de las mentiras o éstas tienen su origen y motivación en la información incompleta o tergiversada que surge en el medio oficial, que no siempre cumple con la necesidad de informar puntualmente a la sociedad.

 Lo que desea también es poner fin al acoso y agresión a los comunicadores que no siempre tienen ni la libertad ni las facilidades para el mejor desempeño de su cometido. Castigar a los caciques agresores y funcionarios intocables es otro pendiente.

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