Columna | Desde el portal

 Aunque la CNTE ha bloqueado en tres ocasiones la caravana presidencial por Chiapas, la retención del presidente Andrés Manuel López Obrador por más de tres horas frente al cuartel de la Guardia Nacional en Tuxtla Gutiérrez no deja de significar una grave falla del aparato de inteligencia del Estado mexicano, a menos que hayan actuado de acuerdo a órdenes superiores y, como se afirma, parte del espectáculo mediático.

 Resulta increíble que la encargada de la educación en México, la maestra Delfina Gómez Álvarez, no he Luis esté enterada del conflicto magisterial y de haber previsto las encendidas protestas ante el jefe de Estado, o que el mismo gobernador Rutilio Escandón no haya advertido al tabasqueño de la belicosidad de los manifestantes y que ni la misma Guardia Nacional haya advertido al comandante supremo que lo esperaban los rijosos a su paso y, en las mismas narices de los uniformados.

 Eso, por señalar a los más cercanos al presidente, y todavía más, que los comandantes e incluso la flamante secretaria de Seguridad Nacional, Rosa Icela Rodríguez, se haya percatado de la creciente inconformidad magisterial -médicos, migrantes y desempleados-, con capacidad y decisión suficiente como para detener el convoy presidencial que, en otros tiempos, hubiera sido imposible: simple y sencillamente hubiesen cambiado de ruta o suspendido el evento para evitar un espectáculo como el ocurrido.

 Sean peras o sean manzanas, y haiga sido como haiga sido, lo lamentable es que ante el mundo se dio una demostración de incapacidad u omisión de las fuerzas armadas del Estado mexicano, que dejaron solo al jefe de Estado y este, como cualquier ciudadano indefenso, quedó en rehén de los inconformes, mientras los jefes militares se encargaban de distraer la atención de los medios que esperaban la conferencia mañanera. No hubo o no hay estrategia para cuidad al jefe de Estado que, si bien fue exhibido como vulnerable como cualquier hijo de vecino, de nada sirve el colosal presupuesta destinado a la defensa nacional. Y si eso le pasa al presidente, los ciudadanos ¿en manos de quienes estamos?

TURBULENCIAS
Civilidad en San Lázaro

 Y en medio de la crispación social en el país, los coordinadores parlamentarios en San Lázaro llegaron a un acuerdo civilizado para que la presidencia de la JUCOPO quedara en manos del priista Rubén Moreira, la presidencia de la Mesa Directiva en manos de Sergio Gutiérrez y como vicepresidentes Santiago Creel, del PAN y Marcelo Guerra, del PRI, en lo que parece ser un entendimiento para el buen avance de los trabajos legislativos que se inician este martes 1 de septiembre con el informe presidencial. Llama la atención la fortaleza e institucionalidad del legendario Augusto Gómez Villanueva que desde los tiempos del presidente Echeverría se mantiene en el primer plano de la política nacional. Ahora le tocó instalar la LXV Legislatura federal …Y el retorno a clases es motivo de discusión y de división -lo mismo con las vacunas-, entre si es bueno no el retorno a clases presidenciales. Se ha caído al absurdo de recurrir al amparo de la justicia federal para evitar el retorno a clases, cuando repetidamente se ha dicho que es decisión de los padres de familia, como la de los maestros, si acuden o no a clases. No es obligatorio, si los padres de familia o los maestros consideran que no hay las condiciones para el regreso a clases, simplemente no van. Y si están de acuerdo pueden ir, no es obligatorio. Ya se verá en la realidad si funcionó o no la medida…

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