Columna | P u l s o P o l i t i c o
La descomposición social que se ha venido agravando en México, parece no tener fin. La gente percibe mayor inseguridad en todas partes, incluyendo Puebla, que presumía de estar entre las entidades con menores índices delictivos.
Los últimos informes del INEGI, indican que más del 70 por ciento de los poblanos, se sienten inseguros. Y es que diariamente se enteran de asesinatos, feminicidios, asaltos, robos a casas habitación, bandas que utilizan falsos taxis en la zona de la Capu, para esquilmar a ingenuos pasajeros a quienes además golpean; los guachicoleros siguen robando y vendiendo el combustible que sacan de los ductos de Pemex.
Ya desde hace unos meses se ha venido hablando del famoso “triángulo rojo”, que comprende Chachapa, Amozoc, Tepeaca y otros pueblos muy cercanos a la capital, donde prevalece la ley de quienes se dedican al robo de combustible.
Es urgente que el nuevo gobierno que encabezará Antonio Gali Fayad y que inicia el primero de febrero, llegue con un plan para brindar seguridad a los habitantes de la capital y de la llamada “zona conurbada”.
Si continúa prevaleciendo la inseguridad, crecerá la desconfianza hacia las instituciones y eso agravará las cosas.
No solo es Puebla-capital la que está padeciendo este problema. Lo hemos comentado ya en este espacio, municipios como Tehuacán, Huauchinango, Xicotepec de Juárez, Teziutlán y otros colindantes con los estados de Guerrero y Morelos, sufren continuas agresiones de los grupos delincuenciales sin que se note una acción enérgica contra ellos.
Durante su campaña para llegar a la gubernatura, Gali recibió muchas quejas por la inseguridad que prevalecía en varias regiones del estado. El ahora gobernador electo, se comprometió a brindar seguridad a todos los habitantes de la entidad y para ello, requiere contar con un colaborador en ese ramo, que además de conocer el oficio, tenga conocimiento de Puebla y del comportamiento de los poblanos de cada región.
Se requiere también, que los policías reciban una capacitación adecuada, que parece que no se ha logrado hasta la fecha y que cuenten con las prestaciones mínimas para el mejor desempeño de su trabajo.
Hay mucha confianza entre los ciudadanos, de que el próximo gobernador pondrá su mejor esfuerzo para que Puebla vuelva a ser la ciudad segura que por mucho tiempo ha sido y para que esa seguridad prevalezca también en las regiones del Estado que ahora confrontan serios problemas en ese aspecto.
Antonio Gali, gobernará durante 20 meses en los cuales, ha ofrecido hacer un trabajo que se haría en los seis años de un periodo gubernamental normal.
Puede lograr ese objetivo si se dedica a atender lo que la gente quiere que se atienda.
Ya ofreció poner atención a los 217 municipios de la entidad, para lo que destinó el 70 por ciento del presupuesto para 216 municipios de la provincia y 30 por ciento para la capital. Eso es bueno y ha sido recibido con gran alegría por todos.
Garantizar la paz social y la seguridad, es primordial para atender también la producción agropecuaria, el mejoramiento del sistema de salud para aprovechar la infraestructura hospitalaria que ha sido construida pero que no funciona adecuadamente; el mejoramiento del sistema educativo, la reparación de caminos y carreteras y el impulso a las actividades productivas en la que puedan ocuparse los jóvenes y quienes regresen de los Estados Unidos que seguramente serán varios miles.
Muchas personas han concurrido al Hospital Puebla, donde está recluido el señor arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, para enterarse de su estado de salud.
Su inesperada enfermedad ha causado preocupación entre creyentes y no creyentes. Pocas veces un personaje religioso ha despertado tantas simpatías como las que se han percibido a raíz del infarto sufrido por el actual jefe de la Iglesia Católica en Puebla.
Indudablemente que se ha ganado la voluntad y el afecto de los poblanos, por su cercanía con la gente y la sencillez de su trato.
Es uno de los prelados del catolicismo en México, que mejor ha interpretado el pensamiento del Papa Francisco, con el que ha tenido trato personal desde hace tiempo, pues don Víctor fue secretario general de la CELAM, organismo que tiene a Colombia como su sede y donde concurrían con frecuencia los obispos de toda América Latina, entre ellos el argentino Bergoglio, hoy Papa Francisco.
Según los reportes médicos, el arzobispo poblano está ya fuera de peligro, pero tendrá que guardar reposo durante un tiempo para reponerse totalmente.
La violencia va en aumento
Martes, 17 Enero 2017 18:09 Escrito por Gabriel Sánchez AndracaDeja un comentario
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