La alianza entre el PRI, PAN y PRD  denominada “Va por México” en el imaginario político nacional, se pensó que, aún con sus diferencias y contradicciones ideológicas, sería la única fuerza de oposición que iba a dar batalla a Morena, y al fin, en el juego de la democracia, podría convertirse en una opción real de oposición para los electores, que no aprueban los resultados de AMLO en la presidencia y de los gobiernos de MORENA en los diferentes estados y municipios del país.

Lo sucedido en los últimos días, respecto a la difusión de audios en los que se dan a conocer diversas conversaciones del Presidente del PRI con diferentes actores de la vida política de México, así como de las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía del Estado de Campeche, sobre su patrimonio y la presunción de que es culpable de varios delitos a su paso como Gobernador de dicho Estado, pusieron en grave riesgo la Alianza que el PRI tenía con el PAN y el PRD, porque en el imaginario colectivo, los audios e investigaciones lo colocaron como un personaje poco confiable y corrupto, cuya imagen dañaba a la Alianza ante los ojos de los ciudadanos.

Porque la mayoría de los mexicanos aún tienen presente que, en el caso del PRI el hecho de que el gobierno de Enrique Peña Nieto, protagonista de varios escándalos políticos y de haber solapado la corrupción durante su gobierno, beneficiando a su grupo político y de sus allegados y que crearon las condiciones para que MORENA obtuviera un triunfo contundente en las elecciones de 2018 en que los ciudadanos aplicaron un voto de castigo y de hartazgo ante la difícil situación en que se encontraba el país y de la que el responsable era el PRI que impulso a la Presidencia a Peña Nieto.

A pesar de lo anterior y de que a la fecha el PRI no ha sido capaz de ofrecer una disculpa pública a los ciudadanos de los errores y delitos cometidos por sus gobiernos, muchos ciudadanos veían a la Alianza, como una alternativa electoral para hacer contrapesos al gobierno de AMLO y evitar el gobierno de un solo hombre, que nos respeta la división de poderes, ni el estado de derecho, ni a las instituciones del país, tendencia que seguramente continuará al ganar las elecciones presidenciales de 2024 un candidato de AMLO, que de acuerdo a las últimas encuestas y sondeos de preferencias electorales, iría en caballo de hacienda, precisamente porque ante los conflictos de la Alianza y de la mala imagen de personajes como Alito Moreno diputado federal y Presidente del PRI Nacional, quién se empeña en mantenerse en el cargo y evitar el desafuero y posible ingreso a una prisión oficiosa por la gravedad de los delitos que se le imputan, tenemos a una oposición que sólo protesta, se queja y critica, pero no son capaces
de generar propuestas y así será imposible lograr contrapesos en nuestra incipiente vida democrática.

Ante el inminente riesgo de ser privado de su libertad y perder su cuestionado liderazgo partidista, Alito Moreno, decidió sacrificar la Alianza y pactar con el gobierno de AMLO el cese a la persecución política de que ha sido objeto y apoyar la propuesta de reformas del Presidente para que la guardia nacional pase al control de la SEDENA, hasta 2028, lo que coloca al PRI más cerca de MORENA y lo aleja del PAN y PRD, pero además hunde a su partido, una vez más en la deshonra y el descrédito ciudadano, al anteponer la libertad de Alito por encima de la construcción de una fuerza de oposición para las elecciones de 2024, sin importar lo que piensen los pocos militantes que aún permanecen en el PRI y quienes apoyaron la formación de la Alianza sin importar los Partidos que la conforman.

En cuanto al presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus conferencias mañaneras de esta semana, aplaudió la iniciativa de los priistas y milagrosamente se han dejado de difundir más audios y las carpetas de investigación en contra de Alito, por lo pronto se mantienen archivadas, y seguramente seguirán así, a la espera de que continúe apoyando a AMLO, tan es así que hasta se llevó a cabo un encuentro entre Alito y secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, quien declaró  que la reunión sostenida con el líder del PRI, fue de carácter informativo, pues éste pidió datos sobre el funcionamiento de la Guardia Nacional.

Sin embargo, este movimiento provocó el rechazo del PAN y del PRD y  que los líderes del albiazul, Marko Cortés, y del sol Azteca, Jesús Zambrano, suspendieran la coalición que desde 2020 formaron para contender por gubernaturas y cargos de representación popular.

El Secretario de Gobernación, rechaza categóricamente haber acordado con el presidente nacional del PRI, el impulsar la citada reforma constitucional para mantener las fuerzas armadas en labores de seguridad pública hasta 2028 a cambio de frenar su desafuero en San Lázaro.

Pero, lo que se ve no se juzga, es evidente que existe un pacto de impunidad a favor de Alito y de qué la moneda de cambio es el apoyo al gobierno de AMLO y dinamitar la Alianza va por México y como daño colateral sepultar al PRI que seguramente en las próximas elecciones estará en riesgo de hasta perder su registro como Partido, a cambio de que Alito siga en libertad.

                                     *Director general del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.