Columna | Anda con Laura en...

Un día como hoy, 11 de marzo, pero de 1935 nace Diario de Puebla, periódico independiente, fundado por mi abuelo Don Julián Cacho Allende (1896 – 1982) quien a lo largo de su vida tuvo varios cargos como diputado local y federal, director de la penitenciaría, regidor del Ayuntamiento de Puebla, entre otros.

Al tomar la dirección del periódico, como empresario, mantuvo la publicación diaria de los acontecimientos de la entidad poblana, nacional e internacional en un formato impreso blanco y negro conformado por cuatro planas. Cabe mencionar que, en la repartición, se seleccionaban varios de los periódicos y se enviaban a los 217 municipios de Puebla por correo postal.   

A la muerte de mi abuelo Don Julián, en 1983 mi padre Gilberto Cruz Flores (1953 –2024) toma la batuta de la dirección general y este año, cumpliría 42 años como director.

Nacido en Jesús de Nazareno, obtuvo su licenciatura en administración de empresas en la BUAP. Su carrera profesional lo llevó a ser instructor de cursos de planeación y control de relaciones públicas, así como asesor y capacitador de PyMEs en el Centro Empresarial de Perfeccionamiento Socioeconómico (CEPSE) y coordinador del departamento de compras y control de proveedores de la empresa Lister Diesel.

Desempeñó la jefatura del área administrativa, contable, comercial, recursos humanos y distribución en Comisión Federal de Electricidad CFE en Ixmiquilpan Hidalgo.

A continuación, comparto algunas de sus actividades políticas:

•    Secretario de prensa y propaganda de la liga de comunidades agrarias y sindicatos campesinos de la Confederación Nacional Campesina del Estado de Puebla.
•    Consejero de la junta de mejoramiento moral, cívico y material del municipio de Puebla.
•    Miembro del Business Iniciative Directions Madrid.
•    Secretario de relaciones públicas de la Asociación de Periodistas y Escritores de Puebla A.C.

Su trayectoria como periodista lo acreditó a recibir muchos reconocimientos a nivel local, nacional e internacional y sus pasatiempos favoritos eran viajar, escuchar jazz, comer, disfrutar la vida y fumar.

Además de administrar el periódico, realizó la tarea de la conservación del archivo con ejemplares catalogados por años (en total 77 años) junto con la recopilación de una colección de miles de fotografías (1935- 2010).

Por ello, me atrevo a decir que nuestra publicación tanto impresa como digital a lo largo de la historia ha sido escenario y memoria de la vida de este estado por más de ocho décadas y su conservación de este acervo servirá para investigaciones futuras.

Ante los escenarios tecnológicos emergentes, en el 2010 se suspende la publicación impresa y surge por idea de mi padre, el portal web diariodepuebla.com.mx que hasta la fecha se mantiene vigente.

Hoy nos llena de orgullo cumplir 89 años, pero a la vez nos entristece la pérdida de nuestro querido director Gilberto Cruz Flores, un hombre visionario, un gran ser humano, leal, alegre, gentil, comprometido, impulsor motriz que, pese a dos meses de su fallecimiento, siempre lo recordaremos con afecto, cariño y respeto.

Por ello, este aniversario será dedicado a ti padre porque has sembrado una huella en el periodismo, nunca te rendiste, mantuviste el espíritu de mantener a la sociedad informada. Por ello, todos los colaboradores de esta casa editorial, amigos, periodistas y familia lo apreciamos y lo valoramos.

Con el legado que sembraste padre, ahora yo Laura Cruz Cacho asumo la dirección y aprovecho este espacio para agradecer y reconocer el trabajo que realizaron las personas caídas, así como quienes siguen en este plano territorial: linotipistas, prensistas, formadores, jefes de redacción, repartidores, grabadores, columnistas y los colaboradores que continúan con nosotros. Sin ustedes, este logro de 89 años no hubiera sido posible.

Quiero expresarles a todos nuestros lectores y los que se sumen, que con esa confianza que nos han depositado, seguiremos informando con total veracidad la información con el objetivo que ustedes construyan su propio criterio.

Con estas palabras termino este escrito. Gracias infinitas por ser un padre ejemplar, siempre estarás en mi corazón y en mi pensamiento. Sólo te adelantaste y no es un adiós, es un hasta luego.